Hace un año el ajetreo: que no nos roben la elección, que no metan votos en las urnas, que no hagan una artimaña cibernética y que, de repente, de estar arriba, terminemos en segundo lugar. Así como le hicieron en 2006.
Fue un día de esos cansados, de los que dejas todas las energías que traes.
Por eso, cuando en la casilla donde estaba vigilando que se contaran bien los votos, me enteré que José Antonio Meade había reconocido la derrota y Ricardo Anaya también, se me salieron las lágrimas de los ojos pero no pude festejar como ameritaba la ocasión.
No pude ir al zócalo ni gritar “pre-si-dente / pre-si-dente / pre-si-dente” junto con miles de personas.
Por eso hoy, a un año del 1 de julio, vengo aquí al zócalo a celebrar lo que sí celebré hace un año, pero no como era debido: como ameritaba.
II
Los portales que dan al zócalo están llenos de puestos que venden objetos de AMLO. Pero sin duda lo que más se venden son los muchos modelos del amlito de peluche: está el de saco informal y el del saco formal y banda presidencial, el amlito casual, con un saco así como deportivo, el amlito sin saco, el amlito con esmoquin, el amlito con corbata y sin corbata. Es una variedad amplísima de amlitos; y también en tamaños: el mini, el pequeño, el mediano, el grande y hasta el gigante.
Los portales hoy son una tienda de objetos de AMLO. Y la gente se amontona para comprar algo. Caro, barato, pequeño, grande, lo que sea. Es, digamos, el sueño de todo chairo que ha luchado durante años por ver a Andrés Manuel López Obrador de Presidente. Una especie de paraíso.
Tener un objeto que represente al Presidente AMLO es algo incluso mágico. Una señora pasa, y ve que un señor lleva un amlito que es tan pequeño que sirve de llavero. Sin pensarlo dos veces, le pregunta: “¿dónde los venden?” El señor le dice que cinco puestos “más allá”. La señora va pronto, y se compra dos llaveritos.
Una niña de unos diez años le dice a su mamá que ella quiere un peluche del amlito sin saco. “¿Cuánto cuesta?”, pregunta la señora a quien atiende el puesto. Escucha el precio y le dice a su hija “híjole hija, pero está caro”. La niña se pone triste, al menos eso dice su cara. El papá, que estaba observando todo, se viste de héroe y saca su cartera, después unos billetes, y se los da al joven que vende el amlito sin saco. “tome, ahí tiene a su presidente”, le dice mientras le da el peluche con cara de Andrés Manuel a su hija.
III
Aquí todos ponen atención. Y se nota. AMLO afirma que ha iniciado en el país una transformación, y la gente le grita “no estás solo, no estás solo”. AMLO habla de quienes destruyeron a la nación con la corrupción, y la gente se enoja porque se les recuerda que hay unos ladrones que hicieron del país una tragedia. AMLO habla de los programas sociales que se han implementado a partir de que él asumió la Presidencia del país (es decir, desde hace siete meses) y la gente aplaude.
En redes sociales hay gente que afirma que quienes asisten con AMLO o son los “huevones que no hacen nada y que los mantiene el gobierno” o los “acarreados”. Yo miro aquí a la gente, y ella viene por convicción. Y está atenta a lo que dice AMLO. Y reacciona cuando algo no le gusta o cuando algo le agrada.
En muchas ocasiones Andrés Manuel ha mencionado que la gente está ya más politizada, que es más consciente, que ya no se deja. Y aquí, en esta plancha del zócalo, está esa gente que le interesa su país y que le apuesta a que el cambio que recién comienza no se detenga.
Eso es esperanza, sin duda. Una esperanza que teníamos como rota hace siete años, cuando impusieron a Enrique Peña Nieto; o hace 13, cuando Felipe Calderón se robó la presidencia y convirtió al país en un baño de sangre.
IV
Comencé a venir a este zócalo a apoyar a Andrés Manuel López Obrador allá como en el 2004, cuando el desafuero. Recuerdo que un día en la mañana hubo una concentración, y ahí estaba yo.
De 2004 a la 2018 hubo muchísimas veces que vine al zócalo: cuando las asambleas contra el fraude de Felipe Calderón, cuando el plantón, cuando al presidencia legítima, cuando la lucha por no más sangre, cuando la tragedia que nos llenó de lágrimas, cuando la imposición de Enrique Peña Nieto, cuando lo de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
El zócalo fue para mí protesta siempre.
Hoy es aún raro venir a este zócalo a festejar, a celebrar. Es raro, por ejemplo, que una banda en un acto del gobierno de México cante “El pueblo, unido, jamás vencido”, o una canción de Silvio Rodríguez que se llama “El Necio”.
Y eso es algo bien interesante. La narrativa siempre había sido estar en contra de los gobiernos ruines y asesinos, de los gobiernos corruptos y represores, de los gobiernos que se robaban el dinero de la gente y que trataban con desdén al pueblo.
Hoy eso ha comenzado a cambiar. La gente se siente representada por su gobierno. Por su Presidente. Por eso, quizás, en varios puestos donde venden objetos de AMLO hay tazas no sólo del Presidente ni de Morena, sino del “Gobierno de México”. Y se venden. Es decir, eso de mirar como enemigo al gobierno ha comenzado a cambiar.
Es parte, sin duda, de la Cuarta Transformación.
V
AMLO habla. Es un discurso largo. De varias palabras. De muchos minutos. La gente no se mueve. Lo escucha. Le pone atención. Hubo amenaza de lluvia. Hay amenaza de lluvia. Pero no llueve. Como que el cielo o las nueves también están contentas y festejan.
Y hay una comunión en este plancha del zócalo. Una relación complicada de explicar. Y es que hay mucha gente que vino de lugares bien alejados, bien pobres, y con pancartas que son humildísimas (una manta pintada con aerosol o una cartulina con un plumón) y que expresan que ellos están con AMLO porque AMLO los mira, porque nunca antes un Presidente los había puesto en el centro del gobierno. Dicen que están aquí proque han comenzado a dejar de ser invisibles.
Eso es esta transformación, esta cuarta transformación.
De eso se trata este zócalo lleno. De eso se trata esta celebración: por el bien de todos, primero los pobres.
Antonio Díaz
1 julio, 2019 at 10:24 pm
Es el tamaño de estadista el tamaño del pueblo que ve en él el hombre que lleva su gente hacia un futuro prometedor
Alejandro Guerrero A
2 julio, 2019 at 3:56 am
Que DIOS bendiga y cuide siempre a nuestro presidente…
Nuri
2 julio, 2019 at 8:44 am
Me encanta como escribes, siempre. Los leo,creo de han posicionado bienadelante con Polemon
Felipe
2 julio, 2019 at 2:22 pm
Que buena crónica, nada como vivirlo en carne propia, pero leer este artículo me transportó al zócalo capitalino, saludos desde Tizimín, Yucatán.
Odi
2 julio, 2019 at 2:46 pm
Me emociona ver como la gente apoya al presidente.
La esperanza de todo Mexicano es ver a un México prospero.
Y AMLO lo va a lograr, sí señor!
Elsa Susana Sánchez
2 julio, 2019 at 4:39 pm
Gracias por esta crónica. Yo tambien defendí boletas que escondían y no me dejaron votar. Me enfrenté a gente del INE. Me oscureció en la casilla vigilando conteo de boletas. Al llegar a casa las ratas ya habían aceptado su derrota. Yo también lloré de emosion. Ayer lloré viendo la transmisión desde Oaxaca y dije: GRACIAS DIOS! QUE VIVA MI PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR!!
Fausto Enríquez Sosa
2 julio, 2019 at 5:36 pm
Excelentísimo Señor Presidente (Cariñosamente lo nombramos AMLO)
Solo son unos cuantos que se oponen a la 4T!
La inmensa mayoría de mexicanos reconocemos el profundo amor a su pueblo.
Apoyamos su invaluable esfuerzo diario, para lograr que los desamparados, los olvidados, los “invisibles” de los regímenes Neoliberalistas pasados.
Vuelvan a sonreír, a rescatar su valía como individuos aptos a llevar pan a sus mesas.
Ha sido una labor intensa, llena de obstáculos que nos han dado la oportunidad de saber de qué está usted hecho!
Humanismo a prueba de “adversarios corruptos, insensibles e insaciables”.
Las necesidades del pueblo las comprende y mitiga, con justicia e inmenso amor!
Usted ya tiene una cita en la historia, en los libros de texto, en la literatura; pero sobre todo en los corazones de millones de propios y extraños!
Elizabeth Sánchez
2 julio, 2019 at 11:58 pm
Ya viste el video de una mujer policía quitando a los ambulantes que no vendían souvenirs de amlo en el Zócalo?
Eso también te da emoción?
Patricia Gutiérrez
3 julio, 2019 at 12:06 am
Y la crónica de las manifestaciones contra amloco en todo el país?
La mayor acción del pejelagarto en un año es poner a los mexicanos unos contra otros
Ckau
3 julio, 2019 at 9:11 am
Yo también lloré hace un año y este lunes, no estás solo mi presidente somos millones los que estamos contigo
Samuel Rodriguez
3 julio, 2019 at 3:08 pm
Increible el fanatismo de ustedes, no les da verguenza, yo no digo que AMLO no sea bueno y como gobernante todavia le falta tiempo de trabajo y resultados, esperemos lo logre.
Pero ustedes con su fanatismo dan verguenza, a quien se le ocurre decir tanta cursilería, en twitter se tratan entre los amlovers con una paciencia y cariño, que raya en la hipocresía.
como si asi fueran con sus vecinos y familias, puro amor, puro buen deseo. hipocritas.
Es mas les garantizo que algunas personas o muchas no quieren a AMLO por culpa de ustedes los chairos fanaticos y no tanto por el presidente.
Francis Pichardo
5 julio, 2019 at 12:37 am
Sin duda es raro, manifestarse no contra el gobierno, sino para gritarle a los cuatro vientos “No estás solo”.
Jose Manuel Avila Olivar
6 julio, 2019 at 9:09 am
Muy bien también yo estuve allá. Hubo llovizna momentos antes y la gente entusiasmada compraba sus capas a cinco y diez pesos. Todavía hay tener cuidado en ese transporte llamado metro pues a un amigo le robaron su celular y dinero.