Me declaro fan de Tatiana Clouthier

Yo la verdad es que no me lo esperaba. Sabía de ella poco, casi nada: que había apoyado a Andrés Manuel en 2012, que era hija de un ícono del panismo de antaño (muy distinto a eso que se llama panismo hoy) y que tenía un hermano metido en la política. Sí, sabía de ella eso y nada más.

Cuando Andrés Manuel la nombró su coordinadora de campaña, me dio gusto porque ponía a una mujer. En un mundo tan machista y en un contexto tan adverso para las mujeres, que Tatiana se encargara de esa posición era un símbolo positivo. Me alegró porque que una mujer coordinara la campaña de AMLO fue una señal de que la equidad de género en Morena no es una cuestión de discurso, de un 8 de marzo meloso y mensajes en redes sociales políticamente correctos, sino algo más real: más de todos los días, de lo cotidiano.

Y Tatiana, a los pocos días, me sorprendió. Y estoy seguro de que no fui el único.

Ayer la vi en el programa de Carlos Loret de Mola, e híjole, le puso a Jorge Castañeda, a Aurelio Nuño y a Juan Ignacio Zavala una arrastrada así enorme. Ella, la única mujer en el debate (eso ya dice mucho de Morena y de la equidad de género), diciéndoles a los tres que, aunque fueran diferente, eran lo mismo.

Mis respetos, porque lo dijo bien, con fuerza, con determinación.

Pero Tatiana no solamente habla bien y duro frente a una cámara de televisión. También lo hace en las redes sociales. Tatiana sabe jugar en Twitter, sabe responder, sabe cuándo decir algo, sabe cuándo burlarse de la gente que se quiere burlar de ella, sabe cuándo ponerle un hasta aquí a los anti-AMLO. Ella pone algo en Twitter y a los dos segundos ya está siendo retuiteado. Y a los cinco, ya tiene un montón de me gustas. Y a los cinco minutos o a los diez, ya es un hit.

Andrés Manuel López Obrador y Tatiana Clouthier. Foto: Especial

¿Qué tiene Tatiana que hoy no tiene ninguno de los asesores de Anaya y de Meade?

En pocas semanas Tatiana se ha vuelto un referente no solamente en la campaña de Andrés Manuel, sino en la vida pública del país. Lo que dice ella, aunque no sea retomado por los grandes (y tradicionales) medios de comunicación, es muy socializado en las redes sociales. Habrá a quien no le caiga bien, quien diga: “y ella qué”. Pero Tatiana es una figura ya emblemática en las campañas que recién están iniciando, y lo es porque vino a refrescar una política que parecía solemnemente seria.

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Yo me pongo a pensar en el debate que hubo ayer con Carlos Loret de Mola, y veo la forma de hablar tan petulante de Jorge Castañeda, y me digo, no, no, no, me da sueño y un poco de asco. Y veo a Juan Ignacio Zavala, sintiéndose el hombre más fresco del planeta, y solamente evidencia sequedad y aburrimiento. Y bueno, veo a Nuño y pues Nuño es siempre Nuño… Y Tatiana, con su estilo tan norteño, con su capacidad de reacción rápida, con su inteligencia, con su tono directo y sus formas tan veloces de salir con ideas frescas. Y veo todo eso y me digo: esto es interesante, esto es atractivo. Y por eso entiendo que muchos jóvenes, aunque miren a AMLO como un “señor”, se sientan atraídos a Morena por Tatiana.

Hoy estaba esperando a que iniciara el programa de Carmen Aristegui y anunciaron: debate de representantes de los candidatos presidenciales. Y así, sin pensarlo, deseé: ojalá esté Tatiana. Y sí, ahí estuvo, ahora debatiendo con el impresentable de Javier Lozano Alarcón y con un tal Jorge López, representante de Ricardo Anaya.

Y claro, del debate giró en torno a Andrés Manuel, y Tatiana, nuevamente, duro, con capacidad, con reacciones inmediatas, pintando con sus planteamientos la corrupción del PRI y del PAN, y la incapacidad de sus interlocutores. Y por cierto, tanto Lozano Alarcón como Jorge López, qué limitados se mostraron, qué poco reflexivos, qué mentirosos, que poca inventiva. Y eso se miró tan así porque Tatiana muy bien, porque Tatiana muy clara, muy directa y muy en el debate serio.

Tatiana Clouthier. Foto: Especial

Así que, sí, como muchos, yo ya soy fan de Tatiana, porque ella viene a refrescar un debate público acartonado, lleno de lugares comunes, de mentiras, tedioso.

Pero Tatiana tiene mucho trabajo: los odiadores de AMLO y del país, esos que van con el PRI y con el PAN, andan muy desesperados y muy llenos de mentiras. Pero Tatiana va bien. Muy bien. Y ¡qué bueno!