A un año de que asumió la Presidencia arropado con las esperanzas de quienes lo acompañaron en una larga y pacífica lucha por cambiar las condiciones de desigualdad en México, Andrés Manuel López Obrador sigue teniendo un sólido respaldo popular que se materializó en la concentración del 1° de diciembre en el Zócalo capitalino.
Ante una alegre multitud, el presidente López Obrador no sólo hizo un recuento de los logros alcanzados por la actual administración, también ratificó la unidad de millones de mexicanos que ven en su gobierno la oportunidad histórica de cambiar para bien el país.
A la par, del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, una tibia, pequeña y desarticulada oposición marchaba contra las políticas antineoliberales de AMLO y, ataviada con vaporosas prendas de vestir, hermosos sombreros Panamá y finas gafas para el sol, manifestaban con ocurrentes letreros la ignorancia, intolerancia y fanatismo religioso que mueven ese tipo de movimientos.
Con consignas como “No al comunismo” y “Viva Cristo Rey”, con la presencia descarada del PAN y del agonizante PRD, además de la asistencia de Mariana Moguel, hija de la hoy presa Rosario Robles, y hasta con un audaz y anónimo personaje que de plano se envolvió en la bandera estadounidense, lo que más resaltó de ese intento de marcha fue su naturaleza ultraconservadora, racista y clasista que hasta para cargar sus mantas, de acuerdo a las fotos que se observan en redes sociales y medios, se sirvió presuntamente de empleadas domésticas. No se fueran a cansar.
Y así, con esa enanez moral de la élite desplazada por el movimiento popular que llevó a López Obrador a la Presidencia, dejaron entrever su menosprecio por el esfuerzo de un gobierno que lucha todos los días por disminuir la injusticia.
Queda claro que son ellos los que esparcen fake news para desinformar, promueven el pesimismo social, golpean desde varios frentes esperando desestabilizar a la 4T y algunos, en un clímax apátrida, hasta claman por la intervención del vecino del norte.
Ante lo descrito, la reflexión sobre nuestro actuar como ciudadanos es necesaria. Si en el pasado la apatía política perjudicó al país, hoy, ante la posibilidad de un auténtico cambio, no debemos permitir que la pasividad nos aleje de los procesos sociales relevantes que están sucediendo. No todo depende de López Obrador; asumamos nuestra responsabilidad como individuos que buscan un mejor país donde todos tengan oportunidades.
arturo
9 diciembre, 2019 at 12:23 pm
“Oposición” es una palabra que les queda grande a estos grupúsculos. Sin argumentos, ignorantes, prejuicios y eso sí, mucha víscera no admiten su derrota. Así que ni verdaderos competidores son.
Y apenas va un año.
ExpressArte Internacional
9 diciembre, 2019 at 2:00 pm
Muy iteresante y oportuno el artículo de Sam Fouilloux.
Talivan iraki
9 diciembre, 2019 at 2:08 pm
Presumen que fueran 60 mil – 100 mil, sólo en cdmex y hasta medio millón o millones marchando por todo el país pero quién sabe que se metieron, de cuál fumaron, o de dónde sacaron semejante ocurrencia, porque ningún medio nacional niextranjero, ni siquiera la prensa chayotera ha querido respaldar ni aseverar semejantes mafufadas y ahora por eso los derechairos y pejefóbicos se enojaron con ellos y los tachan de traidores, lambiscones, y vendidos por no querer respaldar sus falacias Ahora resulta que si los medios le tunden con todo al peje es periodismo “honesto, crítico, y valiente”, pero si hasta los propios medios chayoteros le reconoce sus logros, triunfos, y avances al gobierno obradorista, entonces son focas aplaudidoras, traidores, lambiscones, y vendidos vaya lógica la de estos tipejos
Cómo en su p1n$h3 vida habían tenido que marchar se emocionan con asistencia de 30 mil – 35 mil a sus manifestaciones ternuritas, hasta las marchas del orgullo gay les ganan en ese rubro (asistencia marcha Fifi junio = 35 mil [la más concurrida hasta ahora] / asistencia marcha orgullo gay = 100 mil], y los que marchamos contra Calderón y epn era más muchísimos más, por donde le busquen no punto de comparación, y no logramos ni que se fueran ni que se limpiarán los procesos electorales que los llevaron a la presidencia (que era lo mínimo que pedíamos), ¿y ellos con sus marchas pedorras creen que van a lograr que se vaya el peje? sigan soñando ilusos, les quedan 5 años para seguir echando espuma por la boca y ahogarse con su propia rabia
Lo mejor
9 diciembre, 2019 at 3:41 pm
Pues por lo menos ningún manifestante contra AMLO destruyó los monumentos como las feminazis (el violador eres tu), ni se robaron nada como el embajador de México en Argentina.
Quizás seamos 100 personas, pero fuimos las personas más educadas de la Ciudad de México porque ningún destrozo hubo ni ningún comerciante cerró como en las marchas de los colectivos de izquierda.