Todos los días, antes de la conferencia mañanera que ya conocemos bien, el Presidente López Obrador encabeza la reunión de seguridad a las 6:00 am en Palacio Nacional.
En ella, le informan de forma detallada de todos los temas de relevancia que están ocurriendo en el país.
¿Se hubieran imaginado ustedes poder asistir a la reunión del gabinete de seguridad de un gobierno? ¿O cómo serían esas reuniones y si existían?
En tiempos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, donde apenas y veíamos declaraciones -arregladas- de los presidentes, jamás hubiera siquiera pensado algo cercano a lo que pude ver.
Un día antes de presenciar la reunión del gabinete de seguridad, me mandaron mensaje de parte del equipo de Presidencia para poder asistir a la reunión.
La acreditación para los 6 reporteros que asistimos ese día empezó a las 5:15 de la mañana. Entramos, como siempre, por la calle de Moneda donde, de forma muy amable, Gerardo nos recibió y acompañó hasta la sala de prensa. Ahí, para mantener la confidencialidad de la reunión, resguardamos nuestros celulares, relojes y cualquier otro dispositivo electrónico.
Todavía no amanecía cuando en plena oscuridad atravesamos el Jardín Nezahualcóyotl, con los grandes árboles como testigos.
A la izquierda y subiendo las escaleras, llegamos al salón donde el Presidente y su Gabinete de Seguridad tiene las reuniones. Es alto y con paredes blancas, cuadros de pinturas, algunas orquídeas, girasoles y lilas.
Cuando entré al salón, lo primero que vi fue la gran mesa ovalada y de madera. Hay en la sala tres o cuatro pantallas dentro donde se presenta la información, además de sillas móviles y micrófonos. Al final, resaltan el escudo de México que dice Presidencia de la República y una bandera.
Al principio de la mesa y también de lado izquierdo estábamos los periodistas, emocionados por saber que sería lo que íbamos a presenciar.
El primero en saludarnos fue el general Luis Crescencio Sandoval, muy amable y formal. Detrás de él, Alejandro Encinas, de forma cálida y con sonrisa.
También se acercó, con café en mano, Jesús Ramírez Cuevas, el vocero de la presidencia.
La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, nos regaló una sonrisa y un choque de puños a todos los periodistas, y con una risa tierna nos contó que las reuniones de seguridad “ya eran una idea del señor, y desde antes de que fuera presidente, porque no se cansa, es muy trabajador”. Yo, personalmente, creo que ella también lo es.
A las seis con doce minutos entró de nuestro lado derecho el presidente Andrés Manuel. “Buenos días” nos dijo. “Buenos días, señor presidente” se escuchó al unísono en todo el salón.
Y entonces comenzó la reunión. Rosa Icela nos presentó a todos los medios que asistimos y comentó el orden del día. Acto seguido, empezó a informar al presidente de los sucesos más importantes del día anterior.
Me dio mucha curiosidad ver al Presidente Andres Manuel sentado, porque durante toda la conferencia matutina, que es muy larga, está todo el tiempo parado.
Con la mirada puesta al frente, recargando la cabeza en su brazo y poniendo atención de forma muy cuidadosa, así estuvo todo el tiempo el Presidente Andrés Manuel. Concentrado en todo lo que se decía.
A su derecha estaba sentado Jesús Ramírez, quien bebía un sorbo de café de vez en cuando. A su lado, Rosa Icela, luego el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
De lado izquierdo del presidente, el secretario de la Marina, José Rafael Ojeda, y luego el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, quien fue el segundo en tomar la palabra e informar sobre los incidentes de violencia que estaban ocurriendo en algunos centros penitenciarios al norte del país.
Después habló el general Luis Crescencio Sandoval y continuó con el tema de la violencia en los centros penitenciarios. Entró en detalles más específicos e informó sobre las detenciones del día anterior.
El presidente López Obrador revisaba la información en unas hojas que tenía en la mano, mientras el almirante Ojeda hablaba sobre lo que se había decomisado y asegurado en materia de drogas durante la semana: metanfetaminas y fentanilo, armas de fuego, vehículos robados y personas detenidas.
Luego apareció en las pantallas la coordinadora de Protección Civil, Laura Velázquez, quien informó como todos estos últimos días del trabajo que se está haciendo en la mina de Sabinas y cómo continúan con la estrategia que se planteó desde un principio, y que consiste en la reducción de agua para lograr rescatar a los mineros atrapados.
El presidente tomó la palabra y agradeció a Laura, ademas le pidió que estuviera muy pendiente para dar la misma información de forma detallada durante la conferencia mañanera.
Volvió a tomar la palabra el general Luis Crescencio Sandoval para seguir informando del plan DNI-III y de las acciones que se están llevando acabo en Monterrey respecto a la distribución del agua. Asimismo informó sobre la ayuda humanitaria que Cuba ha proporcionado a nuestro país.
Es común que cuando imaginamos a nuestro presidente, lo pensamos de pie, haciendo llamados, luchando. Por eso fue muy sorprendente para mi verlo sentando, calmado y escuchando atentamente. No pestañeaba, sólo cambiaba seguido de posición para acomodarse.
De vez en cuando pedía más detalles sobre el parte que le daban e insistía en seguir pendientes de cada uno de los casos, teniendo los detalles más actualizados.
Casi para terminar la reunión del gabinete, López Obrador le preguntó a Jesús Ramírez sobre el aumento de la tasa de interés del banco de México y él le mostró en las pantallas como se encontraba este interés cuando llegaron al gobierno y una presentación al respecto.
No cabe duda de que el Presidente está al tanto de cada uno de los temas que le importan al país. Sin pensarlo, podría asegurar que AMLO es el mexicano más informado que tenemos en la actualidad.
Al final de la reunión, salimos de forma ordenada por el mismo lugar por el que ingresamos y nos tocó ver la formación de elementos de la Guardia Nacional, con una pequeña marcha y banderas, quienes al estar ya todos alineados, tocaron solemnemente sus trompetas y al mismo tiempo dijeron “Buenos días, señor presidente” y enseguida, Andrés Manuel pasó caminando de forma veloz rumbo al salón de la Tesorería Nacional para iniciar su conferencia mañanera.
Nosotros volvimos a pasar por el Jardín Nezahualcóyotl y nos topamos con los gatos de Palacio, especialmente con Zeus, el gato blanco consentido de los periodistas y que siempre ronda la sala de prensa. Tomamos nuestras cosas e ingresamos como ya es habitual a la conferencia.