Felipe Calderón tiene temor de ir preso a la cárcel y por eso buscó refugio en España, de acuerdo con el periodista Álvaro Delgado Gómez.
En la madre patria es protegido por el ex presidente del Gobierno español José María Aznar y del magnate Ignacio Galán, quien fuera su patrón en Iberdrola, la productora de energía privada que puso de cabeza a la sociedad española con sus disparadas tarifas, según publica el periodista en SinEmbargo.
El ex mandatario salió de México desde octubre del año pasado, según han consignado algunos medios de comunicación, en vísperas de los preparativos del juicio contra Genaro García Luna, que comenzó este lunes en una Corte de Brooklyn, Nueva York, con el testimonio del narcotraficante Sergio Villarreal Barragán ‘El Grande’.
Delgado asevera que ese juicio a Calderón “también a él lo compromete en conductas criminales”, pues García Luna fue su brazo derecho en la guerra que emprendieron contra el narcotráfico.
De acuerdo con el periodista, al ex presidente le sobran razones para haber huido del país, pues él mismo reconoció abiertamente que existen seis investigaciones en su contra, y que es un perseguido político de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al igual que el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, el ex gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca y el Diputado local Christian von Roerich, otros políticos panistas que también se marcharon de México.
“Se persigue a los adversarios, se nos persigue más bien. El principal candidato opositor a López Obrador (Ricardo Anaya), independientemente de mis discrepancias con él, está perseguido y protegido en Estados Unidos por acusaciones absurdas. Yo mismo tengo seis carpetas de investigación de carácter penal por las cosas más ridículas”, dijo Calderón ya instalado en Madrid, “justo cuando acababa de recibir del Gobierno de España la autorización de residencia y de trabajo como académico del Instituto Atlántico de Gobierno, una escuela de derecha que dirige Aznar, quien apadrinó el trámite de su refugio en ese país”, precisa Delgado.
El periodista recuerda que existen dos carpetas de investigación que la Fiscalía General de la República (FGR) abrió en contra del ex presidente: Una es el operativo “Rápido y furioso”, mediante el cual el Gobierno de Estado Unidos introdujo ilegalmente a territorio de México miles de armas a través de grupos criminales para supuestamente darles seguimiento.
Y la otra está relacionada con los “ocho contratos leoninos” que Calderón entregó, a través de su ex secretario de Seguridad García Luna, a seis grupos empresariales para la construcción y administración de ocho penales federales, que “en realidad fueron pagados como hoteles de gran turismo”.
“Aunque siempre lo han negado, Calderón, el exprocurador Eduardo Medina Mora y el Embajador Arturo Sarukhán están involucrados en Rápido y furioso, operativo por el cual la FGR logró obtener, en enero de 2022, siete órdenes de aprehensión contra García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas y el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”.
El periodista destaca que además, existen otras dos órdenes de aprehensión, que no han sido cumplimentadas, contra el ex procurador Medina Mora y el propio Calderón, superior de esos tres mandos de la Secretaría de Seguridad Pública.
La carpeta de investigación que involucra directamente a Calderón está relacionada con el otorgamiento que él hizo, en 2010, de contratos para la construcción de ocho penales federales, que comprometieron las finanzas del Gobierno hasta el año 2032, un caso por el que la FGR logró una orden de aprehensión contra García Luna por el uso indebido de atribuciones y facultades y asociación delictuosa.
Los beneficiados de Calderón
Delgado señala que hay varios funcionarios involucrados en el otorgamiento de estos contratos, entre ellos el oficial mayor Sergio Montaño Fernández, pero Calderón fue quien autorizó las obras que beneficiaron a seis grupos empresariales, que en el Gobierno de López Obrador aceptaron una disminución del 15 por ciento de lo previsto.
“Los beneficiarios de los contratos de Calderón están vinculados también a prominentes políticos: uno es Grupo Ingeniería Arquitectura (GIA), cuyo presidente es cuñado de Carlos Salinas de Gortari, Hipólito Gerard Rivero, y otro es Grupo Tradeco, de Federico Martínez Urmeneta, supuesto socio de Salinas y vinculada a Calderón a través de su secretario particular, Roberto Gil Zuarth, actual coordinador del proyecto presidencial de Lilly Téllez”, describe el periodista.
También menciona a Promotora y Desarrolladora Mexicana (Prodemex), de Olegario Vázquez Aldir, que posee el grupo hospitalario Ángeles y que también está en el negocio de los medios con Grupo Imagen y el diario Excélsior, y el cuarto es Grupo Homex, de Eustaquio Tomás de Nicolás Gutiérrez, vinculado a la familia de Peña Nieto.
Los otros dos son Grupo Arendal, que encabeza Jesús García Pons y especializada en construcción ductos para la industria energética, y Grupo Ingenieros Civiles y Arquitectos (ICA), encabezada por Bernardo Quintana Isaac.
“Sólo en estos dos casos hay elementos sobre la presunta responsabilidad de Calderón en delitos, pero están pendientes los que involucran las otras cuatro carpetas de investigación que él ventiló en España, asuntos que tendrían que ver con su enriquecimiento que, como García Luna, se produjo súbitamente tras dejar el cargo”, destaca.
s, pero tras su muerte, en febrero del año pasado, “el heredero vacila si mantiene ese mismo trato o lo liquida”.
El periodista promete dar más detalles en próximas entregas de lo que hay detrás del grupo político-empresarial que no solamente protege a Calderón, sino tambiñen a Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas, “los tres —qué curioso—involucrados en escandalosos fraudes electorales que los llevaron al poder y ahora autoexiliados” en el mismo país.