Alito y la debacle de Va por México y de Claudio X González

Alejandro Moreno, Alito, es el máximo dirigente del PRI, y también es un corrupto: un delincuente.

Los audios que ha mostrado en las últimas semanas la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, muestran al presidente del PRI de cuerpo entero: aprovechándose del poder, intimidando a la prensa, haciendo tranzas para beneficiarse él y su familia y aprovechando sus cargos en el poder para hacerse de propiedades y riqueza.

Alito es todo lo que la gente ya no quiere que sean los políticos. Es ruin, cínico y ladrón. Es corrupto, autoritario e hipócrita.

Ahora bien, Alito es parte fundamental de la alianza Va por México, que impulsó y creó Claudio X. González. Esta coalición se presenta como “la opción” a Morena. Y en todos los actos importantes de esta unión electoral, han aparecido los dirigentes de los tres partidos que componen la alianza: Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno.

Hoy, con todo lo que se ha hecho público de Alito, la alianza es insostenible. El PAN y el PRD, que sin duda están llenos de corrupción y de corruptos, no pueden continuar con un dirigente que es, prácticamente, un delincuente confeso.

Y no es que no puedan, porque no hay nada legal hasta ahora que se los impida, pero está la cuestión electoral.

A Va por México no sólo lo posicionaron como la “alianza entre partidos”, sino que, urgidos de reflectores, la vendieron en los medios de comunicación y en redes sociales como la alianza de dirigentes, la alianza de Marko, Alito y el señor que representa al PRD.

Por eso esa alianza siempre fue tan endeble: porque si caía uno de esos dirigentes, la alianza sufría un golpe durísimo, y así sucedió. Todos ellos salen perdiendo. El PAN hoy carga con los negativos del PRI y de Alito. El PRD es ya prácticamente inexistente y nadie lo pela, pero carga también con la corrupción del PRI y de su dirigente, Alito.

Y Claudio X. González, que es quien impulsó, gestionó y creó la alianza y quien ha estado extrayendo recursos para ella, pierde, porque su alianza la hizo entre corruptos, y su discurso ese de que “estamos en contra de la corrupción”, se le cae.

¿Qué hará Va por México? Si expulsa a Alito, quedará claro que es un corrupto, y eso es como una traición que desembocaría en el rompimiento con el PRI. Si lo mantiene, la corrupción de Alito pegará donde más duele: en lo electoral.

Por donde se le vea, es la debacle no sólo de Alito, sino de una alianza que sólo se formó para impedir que Morena siguiera creciendo y que, por cierto, no ha logrado.

Quizás quien gane sea Movimiento Ciudadano, que buscará aprovechar esta debacle pelear los votos de quien es anti-Morena y anti-AMLO.

Y quien más gana, sin duda, es Morena, pues se confirma que la alianza que quería impedir su crecimiento, es una alianza de corruptos, que sólo tienen como objetivo retornar al poder para seguir hacendo tranzas.

El voto anti-AMLO seguramente, con lo que sucedió con Alito, tendrá una disminución y, además, se fragmentará. El peor de los escenarios para quienes afirman todos los días que Morena está “en una inminente debacle…”

Así pues, Va por México se desmorona. Y con él, sus integrantes.