Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo)
8 de junio de 2017.- Siempre pasa lo mismo. Ellos no quieren irse. Ellos quieren estar ahí por siempre. Para llenarse los bolsillos, para comprar casas. Aviones. Cielos. Paraísos. Para construir mansiones llenas de los sueños que se roban impunemente, que nos roban a todos.
¿Acaso es muy complicado pedir que en este país haya democracia? Elecciones libres. Elecciones justas. Elecciones donde haya certeza y donde la palabra fraude sea desterrada.
Hemos estado luchando por la democracia demasiado tiempo. Y ellos no la quieren. La esconden, la levantan, la secuestran: en cada voto que se roban, en cada gasto de campaña que sobrepasan los límites impuestos por la ley, en cada sufragio que le compra a alguien que precisa dinero urgentemente, en cada campaña de odio e intimidación que echan a andar, en cada sonrisa hipócrita que dibujan en sus rostros cuando anuncian sus “triunfos” llenos de corrupción.
¿Por qué en este país no podemos tener democracia? ¿Por qué en este país nos tenemos que preocupar y gastar nuestras fuerzas por garantizar libres elecciones?
¿Acaso no nos merecemos elecciones libres? ¿Un poco de democracia?
En 1988 hicieron fraude. En 2006 se robaron las elecciones. En 2012 elaboraron una estrategia llena de corrupción para ganar todo. Es lo mismo. Siempre es lo mismo. Ellos, que a veces se visten de PRI, y a veces de PAN, y algunas más de PRD, no quieren democracia. ¿Qué hemos hecho para merecer un país tan jodido? ¿Qué hicimos que la realidad nos castiga tan brutalmente?
O será que debemos preguntarnos, ¿Qué no hemos hecho para merecer un país tan jodido? ¿Qué no hicimos y no hacemos que la realidad nos castiga tan brutalmente?
¿Acaso no nos merecemos elecciones libres? ¿Un poco de democracia?