Las cuatro mexicanas involucradas en el caso Nxivm podrían ser requeridas por el juez de la corte en Nueva York, Estado Unidos, para pagar multas o entregar bienes inmuebles con los cuales resarcir el daño que reclaman las víctimas, en caso de que el fallo resulte a favor de los demandantes.
80 víctimas han presentado una demanda ante el tribunal civil de esa ciudad y buscan una reparación económica por daños, la cual podría solventarse con la fortuna de Sarah y Clare Bronfman, los bienes que se incauten a Keith Raniere y a la mexicana Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco de la Vega, dueño del diario Reforma.
Expertos han revelado que, según la ley de aquél país, para que alguien gane una demanda civil debe aprobar su caso por una “preponderancia de pruebas”, es decir, que el juez debe creer que la demanda es más fuerte que los argumentos que presente la defensa.
En este caso, los expertos consideran que, conforme a lo que señala la ley estadounidense, no será difícil para los abogados de las “víctimas” comprobar su acusación, pues todos los cargos tienen relación con la demanda penal donde resultó culpable Raniere, el cual recibirá su sentencia el próximo 17 de abril.
Las mexicanas Rosa Laura de Junco, Daniela Padilla, Loreta Garza y Mónica Durán eran miembros del primer círculo de “esclavas” de Raniere, desde donde se enteraban de la operación de la empresa criminal y, por ello, recibieron cargos por crimen organizado.
Las cuatro aparecen en cinco de los diez cargos que completan la acusación:
Cargo I y II
Por violar la ley RICO y participar, de manera directa o indirecta, en la operación de la empresa por “abusar física y psicológicamente de personas y participar, entre otros actos delictivos, en fraude postal y electrónico, estafando a los demandantes con grandes sumas de dinero, trabajo forzoso y esclavitud sexual forzada.
Cargo III
Con esquemas de esclavitud, tráfico sexual, trabajo forzoso y trata de personas.
Cargo IV
Por negligencia, por la práctica no autorizada de profesiones que requieren permiso o involucran asesoramiento.
Cargo VII
Por “ayudar e instigar, actuar en consecuencia y conspirar” respecto a quemar un tatuaje en la cintura de otras.
Las cuatro mujeres “ayudaron, incitaron y solicitaron participar en la escandalosa ceremonia sin que los demandantes supieran en ese momento que iban a ser marcados con las iniciales de Raniere”.
Los demandados
En la acusación ingresada el pasado 28 de enero aparecen Keith Reniere, Nancy y Lauren Salzman, Clare Bronfman, Allison Mack y Kathy Russel, quienes ya fueron declarados culpables en la demanda penal iniciada en 2018 y se encuentra a la espera de sentencia.
En una nueva demanda civil se incluyeron los nombres de las mexicanas, así como el de Sara Bronfman, Karen Unterreiner, el médico Brandon Porter, la doctora Danielle Roberts y la actriz Nicki Clyne.
De igual manera se incluyeron las personas morales Nxivm, Executive Success Program Inc, Ethical Science Foundation y First Principals, de las cuales, sus líderes abusaron física y psicológicamente de personas, saquearon económicamente y obligaron a las víctimas a servir como esclavos sexuales y a someterse a experimentos humanos no autorizados.
Y, aunque la mayoría aparece con un seudónimo, entre quienes aparecen públicos se encuentran Sarah Edmonson, quien hizo una fuerte inversión económica en la instalación de Nxivm en Vancouver, Canadá.
Toni Natalie, también aparece, quien fue llevada a la bancarrota luego de casi 20 años de presecución judicial del equipo legal de Nxivm y Mark Vicente, un hombre cercano a Raniere que lo dejó justo antes de la quiebra de la empresa, al enterarse que marcaba a las mujeres con sus iniciales.
También aparece Daniela -con un seudónimo- una mexicana que fue encerrada por Raniere por dos años en una habitación; la inglesa Sylvie, las californianas Nicoles y Jay, y las conocidas como Nxivm 9, cinco mujeres que en 2009 exigieron a Raniere cambios en la empresa y, a cambio, recibieron demandas que las dejaron en bancarrota.