El diario español El País, dio a conocer que, según información a la que tuvo acceso, Genaro García Luna hizo un negocio redondo con equipo de espionaje para la Procuraduría General de la República (PGR) de Enrique Peña Nieto.
A decir de los periodistas Zedryk Raziel y Elías Camhaji, la dependencia, entonces encabezada por Jesús Murillo Karam, compró a una empresa ligada con García Luna una plataforma de intervención telefónica y, luego contrató a otra empresa de la misma red para dar mantenimiento al mencionado equipo.
Aunque García Luna ya fue declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizada en la corte de Nueva York, el Gobierno de México lo acusa en un Tribunal de Florida por el desfalco millonario del erario mediante contrataciones entre sus empresas y dependencias públicas.
No obstante, mencionan los periodistas en El País, ningún contrato suscrito por la Procuraduría figura en la demanda de la Unidad de Inteligencia Financiera en Estados Unidos en contra de quien fuera jefe de la Policía Federal con Felipe Calderón.
Uno de los contratos, inédito hasta ahora, da cuenta de cómo García Luna usó sus influencias para que la Fiscalía comprara primero el equipo de vigilancia telefónica llamado NiceTrack a la compañía israelí NICE Systems Ltd., que pertenecía a sus testaferros de la familia Weinberg.
También daba mantenimiento
Posteriormente, en noviembre de 2013, García Luna aprovechó para que la dependencia comprara a Nunvav Inc, otra empresa de la que él era beneficiario, para dar mantenimiento a los aparatos de espionaje comprados por la PGR a sus socios.
A decir de la Fiscalía en aquél entonces, la plataforma contenía “toda la carga de intervención de comunicaciones privadas de telefonía fija y móviles” de la Procuraduría.
Y, como se firmó el contrato por más de 2.5 millones de pesos respondiendo a “necesidades urgentes”, se justificó la contratación directa a la empresa de García Luna, es decir, sin concurso ni licitación.
“Es de suma importancia contar con la póliza integral del servicio de soporte y mantenimiento”, indica el documento que se mantuvo confidencial y reservado durante años.
“El proveedor (…) se obliga ante la Procuraduría a mantener la más absoluta confidencialidad, y a no divulgar o revelar a persona física o moral de forma parcial o total, la información derivada del presente contrato”, indica el documento.
Por dicha suma de dinero, la empresa se comprometió a prestar el servicio, proveer los materiales y la mano de obra necesarios.
La publicación de El País revela que, el 19 de noviembre de 2013, García Luna logró que Nunvav Inc. fuera contratada por la Procuraduría de Murillo Karam para dar soporte y mantenimiento a Sistema Laguna, otro equipo de espionaje, fabricado por la empresa Spectra Group. En este contrato se destinaron 2.7 millones de pesos.
Agrega también que, al menos hasta 2021, la Fiscalía reportó en su inventario de bienes un “servidor de comunicación de telefonía vía red marca Spectra Group”, valuado por 8.6 millones de pesos.
Al respecto, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), había solicitado a la PGR toda la información de los contratos suscritos con Nunvav, pero el primer contrato, dado a conocer apenas, no se incluyó en la información que entregaron las autoridades.
“Es un negocio redondo y, para alguien que es señalado de ser corrupto, es el paraíso”, indicó Luis Fernando García, Director Ejecutivo de R3D.
El especialista dijo a El País que lo común es que empresas como Nunvav vendan “servicios” de espionaje en las agencias gubernamentales de seguridad, lo que les asegura una entrada constante de dinero por concepto de actualizaciones o mantenimiento, en medio de una gran secrecía y sin que sus clientes conozcan los pormenores de lo que se está vendiendo.
“Por ser asuntos de seguridad nacional o procuración de justicia, se benefician de adjudicaciones directas y argumentan que todos esos contratos están reservados. Como es alta tecnología, pueden justificar un dispendio de altísimas cantidades de recursos públicos”, menciona.
García Luna y Weinberg
En 2021, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) demandó a García Luna ante una corte de Florida, acusándolo de haber “robado” recursos del patrimonio nacional mediante contratos que sus empresas y las de sus testaferros suscribieron con sexenios anteriores.
La clave de la demanda de la UIF está en el vínculo que existe entre García Luna y los Weinberg, el cual data desde que el ex Secretario era parte del CISEN en la década de los ochenta.
La familia de Mauricio Samuel Weinberg López se dedicó a la venta de equipos de tecnología israelí a países de Latinoamérica. Así, él aparece como el dueño de Nunvav Inc, junto a su hijo, Jonathan Alexis Weinberg Pinto y su socio Natan Wancier, mismos que aparecen todos como demandados en la corte en Florida.
Los Weinberg también habrían sido parte fundamental de la huída de García Luna a Florida, pues le permitieron vivir en sus lujosas propiedades, les prestó su yate y le apoyaron para obtener su naturalización como ciudadano estadounidense.
En la semana de la UIF en Florida, mencionan los periodistas en El País, los Weinberg aparecen en numerosas ocasiones como dueños, directores de empresas o testaferros en el esquema de más de 40 empresas que la red de García Luna usó para hacerse de lujosos automóviles, mansiones y triangular recursos desde México hacia Barbados, Israel y Estados Unidos.
Además, Nunvav tenía una filial panameña: Nunvav Technologies Inc, también señalada como parte del esquema corrupto.
Ahora, las autoridades mexicanas buscan recuperar el dinero que salió del erario público bajo la sospecha de corrupción, sobornos y redes de complicidad que permitieron los desvíos.
Productos Adquiridos
NiceTrack era promocionado por NICE como una herramienta para transformar datos de localización en inteligencia crítica para las misiones de sus clientes, según un folleto filtrado por WikiLeaks.
Este software es capaz de reunir volúmenes masivos de información en tiempo real y cruzar la información de rastreo con otras fuentes de información, como compras con tarjeta de crédito y datos de GPS, “sin que el blanco se dé cuenta”.
Nice presumía que había logrado contratos con empresas y gobiernos de más de 150 países “para reducir el crimen y prevenir el terrorismo”.
La SSP de García Luna adquirió NiceTracks a los Weinberg en 2009, mediante tres contratos que sumaban, en total 69 millones de dólares, según indicó en 2020 R3D.
Sistema Laguna, por su parte, es una herramienta vendida por la estadounidense Spectra Group, que sirve para la intercepción de frecuencias de radio y señales de teléfono en tiempo real.
Su venta está “explícitamente restringida a miembros calificados de agencias de seguridad, entidades gubernamentales y la inteligencia militar, exclusivamente”.
En noviembre de 2012, Nunvav vendió a la Secretaría de Seguridad, a pocos días de que García Luna dejara su cargo, un servicio de soporte y mantenimiento del Sistema Laguna, similar al que en 2013 firmaría la PGR a un precio mucho mayor.
Por dicho contrato, la SSP pagó a la empresa de García Luna 12 millones de dólares.
Y podría haber muchos contratos más, advierte el Director de R3D.