El enojo de la DEA: AMLO no los dejó hacer lo que quisieran en México

Ningún otro presidente como Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había tenido tantos desencuentros con  la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, pero antes de él, ningún otro le había puesto un alto a las intervenciones de la institución norteamericana en México.

“Entraban sin pedir permiso, hacían lo que les daba la gana”, dijo recientemente el mandatario en una de sus conferencias mañaneras en Palacio Nacional.

Desde que el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, le declaró la guerra la drogas a principios de la década de los 70, la presencia de la DEA en México había sido constante, sin embargo,  en el transcurso del 2020 el Senado de la República avaló la reforma propuesta por el López Obrador a la  la Ley de Seguridad Nacional, a la que no se le había modificado ni una coma desde el sexenio de Vicente Fox. 

La reforma fue una clara acción del mandatario por reafirmar la  soberanía nacional de México en materia de seguridad ante los Estados Unidos. En ella, el Senado de la República estableció disposiciones y adicionó artículos al capítulo de la Cooperación Internacional  que definen la política en que los agentes extranjeros pueden operar dentro del país. Algunas de las reformas aprobadas en diciembre del 2020 son las siguientes:

1.- Sólo podrán portar las armas de fuego que, en su caso, les autorice la Secretaría de la Defensa Nacional (Art. 71, fracción VIII).

2.- Los Agentes Extranjeros no tendrán ninguna inmunidad en caso de incurrir en la comisión de delitos o infracciones o por infringir las disposiciones normativas que prohíben a los extranjeros el ejercicio de funciones reservadas a las autoridades mexicanas (Art. 72).

3.- El Gobierno de México supervisará, en todo momento, el cumplimiento por parte de los Agentes Extranjeros de las obligaciones legales y de aquellas que deriven de los convenios bilaterales suscritos por el Estado mexicano en materia de seguridad y que contribuyan a preservar la Seguridad Nacional. Cuando a juicio de las autoridades mexicanas un agente extranjero incumpla con las disposiciones generales y específicas que le resulten aplicables, el Gobierno de México solicitará su retiro al gobierno del Estado acreditante y quedará sujeto a las sanciones que resulten aplicables en términos de las leyes mexicanas (Art. 73).

4.- Cuando se compruebe que un gobierno extranjero, por conducto de sus agentes, incite o promueva la comisión de los ilícitos consistentes en el cohecho, la privación ilegal de la libertad de las personas, así como la sustracción de los habitantes del territorio nacional para ser llevados a juicio ante otro Estado, el Estado mexicano suspenderá la ejecución de los convenios de cooperación bilateral de que se trate y prohibirá la realización de actividades por parte de los Agentes Extranjeros en territorio nacional. En su caso, los individuos que hubieren incurrido en las conductas antes descritas serán responsables en los términos de las disposiciones jurídicas aplicables (Art. 74).

5.- Los Agentes Extranjeros podrán ser autorizados para internarse temporalmente en territorio nacional para fines de intercambio de información, en el marco de los convenios y programas de cooperación bilateral suscritos por el Estado mexicano en materia de seguridad y que contribuyan a preservar la Seguridad Nacional. La Secretaría de Relaciones Exteriores, previo acuerdo con las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Defensa Nacional y de Marina, resolverá sobre la acreditación y la circunscripción territorial del agente extranjero de que se trate. Para tal efecto deberá considerar el principio de reciprocidad bilateral (Art, 69).

Los diputados del PAN votaron contra esa reforma por considerar que debilitaría la relación de México con Estados Unidos, y paradójicamente, uno de esos legisladores, Ismael García Cabeza de Vaca, afirmó que esa ley debilitaría el combate al crimen organizado, siendo su hermano, el exgobernador de Tamaulipas Francisco Javier, un personaje que es investigado por sus presuntos nexos con el narcotráfico.

Las críticas de  AMLO hacia la DEA han estado presentes a lo largo de su sexenio y en octubre del 2023 aseveró que la agencia tenía la intención de debilitar a las Fuerzas Armadas y al Ejército, pues no informaba de los operativos que llevaba a cabo en México, como el que realizó para detener al  ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos por sus presuntos vínculos con el crimen organizado.

En ese momento, López Obrador expresó su malestar por no haber sido notificado del operativo, y poco después  Washington retiró los cargos contra el general y lo envió de vuelta a México. Tras la detención y liberación de Cienfuegos, fue que en diciembre de 2020 se aprobaron las reformas planteadas por AMLO a la Ley de Seguridad Nacional.

En otro momento, el mandatario recordó una cita de un nuevo libro de memorias de William Barr, fiscal general del Gobierno de Donald Trump, quien  reconoció que hasta el presidente estadounidense desconocía la detención de Cienfuegos.

“Ahora que escribió sus memorias el procurador del presidente Trump habla de la detención del general Cienfuegos y sostiene que fueron agentes de abajo y que ellos no sabían. Imagínense detener al secretario de la Defensa de un país y que no se enteren de arriba”, subrayó.

Además de los artículos ya descritos,  todas las embajadas acreditadas en México están obligadas a comunicar mensualmente a las instancias correspondientes, toda aquella información que contribuya a preservar la seguridad nacional; en tanto que las y los funcionarios deben reportar el intercambio de información con agentes del extranjero, en un plazo máximo de tres días después de una reunión, cuya celebración será previamente aprobada por el Grupo de Alto Nivel de Seguridad.

Por si no quedaba claro el freno que AMLO le puso a la DEA, en el 2021 ordenó que se  desmantelara la unidad de élite antinarcóticos que había entrenado la agencia porque “estaba infiltrado por la delincuencia”.

Otra de las polémicas entre AMLO y la DEA ocurrió  cuando el mandatario federal calificó como una “intromisión abusiva, prepotente, que no debe aceptarse bajo ningún motivo” el hecho de que la Administración para el Control de Drogas se hubiera infiltrado en los niveles más altos del Cártel de Sinaloa y de Los Chapitos.

Al respecto, el tabasqueño dijo que no confiaba en la DEA debido a que está demostrado que muchos de sus integrantes mantienen o mantuvieron vínculos con la delincuencia organizada. Obrador se refería a Nicholas Palmeri, quien fungía como director de la DEA en México, pues en enero de 2022, The Washington Post reveló que la agencia lo despidió después de que intentara usar fondos de la propia institución para pagar su fiesta de cumpleaños,  mientras al mismo tiempo era investigado por sus relaciones con abogados de algunos líderes del narco.

“Como lo que sucedió con el que era el jefe de la DEA en México, que se le descubrió que tenía relaciones con representantes de los cárteles de la droga, y de repente lo quitaron y no se supo más”, dijo AMLO.

Captura de Caro Quintero

Algunos pensaron que tras la disolución de la unidad de élite antinarcóticos, López Obrador declinaba su interés de combatir al crimen organizado, sin embargo, en julio del 2022 la directora de la DEA, Anne Milgram anunció con beneplácito la captura de Rafael Caro Quintero, considerado hasta ese momento  como el fugitivo más buscado por la agencia estadounidense.

“El increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades mexicanas para arrestar a Rafael Caro Quintero”, dijo en una carta dirigida a sus empleados.

Sin embargo, AMLO rechazó la participación de la DEA en este hecho y le otorgó todo el crédito a la Secretaría de Marina. 

En México, la DEA tiene oficinas en Tijuana, Ciudad Juárez, Nogales, Hermosillo, Monterrey, Matamoros, Mazatlán, Guadalajara, Mérida y Ciudad de México. La mayoría de estas oficinas, normalmente establecidas en los consulados estadounidenses, se fundaron en la década de los años setenta y continúan activas.

Homicidio  de Kiki Camarena

En 1985 se registró uno los hechos que más marcó a la DEA en México: el secuestro y asesinato del agente especial Enrique ‘Kiki’ Camarena, quien hizo trabajos de investigación como infiltrado en el extinto Cártel de Guadalajara que lideraban los narcotraficantes Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, y Ernesto Fonseca Carrilo-

El asesinato de Camarena terminó por descubrir la red de corrupción y la complicidad de numerosos funcionarios del Gobierno de México con el crimen organizado y marcó una nueva ruta para la investigación del tráfico de narcóticos. La DEA puso en marcha la Operación Leyenda,  una investigación bastante larga y compleja por el nivel personajes involucrados en el homicidio del agente.

El atroz asesinato de Camarena no hizo más que redoblar la presencia de la DEA en México y en 1992 instituyó la llamada “Estrategia Kingpin”, centrada en combatir e inhabiliar a los grupos del crimen organizado mediante la incautación de sus productos e insumos necesarios para fabricarlos.

Durante todos estos años, los agentes de la DEA tuvieron carta libre para operar en México, hasta que en abril de 1990 el secuestro del médico  Humberto Álvarez Machain obligó al presidente Carlos Salinas de Gortari a imponer las primeras normas en la relación bilateral con Estados Unidos y el funcionamiento de la agencia en México.

Lo que verdaderamente motivó a Salinas a establecer un mínimo de restricciones, fue el hecho de que cuatro hombres identificados como miembros de la Policía Judicial de México secuestraron a Machain y lo obligaron a abordar un avión que lo llevó ante autoridades de Estados Unidos sin la autorización del Gobierno de México.

El médico fue interrogado por agentes de la DEA en El Paso, Texas y descubrieron que había inyectado a Enrique Camarena estimulantes para mantenerlo despierto durante la tortura que sufrió antes de que ser asesinado.

La DEA en tiempos de Calderón

Para legitimar su gobierno, Felipe Calderón Hinojosa emprendió la llamada “guerra contra el narcotráfico” y estrechó lazos de cooperación con la DEA. Durante su sexenio varios líderes de cártes, entre ellos el  líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas-Guillén, fueron extraditados a Estados Unidos.

En ese entonces, el jefe de Operaciones de la DEA, Anthony Placido, aplaudió a  Calderón Hinojosa e incluso lo calificó como “héroe”.

Una de las detenciones más sonadas fue la de Édgar Valdez Villarreal ‘La Barbie’, exjefe de sicarios de los Beltrán Leyva, quien era uno de los objetivos prioritarios del gobierno estadounidense.

Paradójicamente, la captura de ‘La Barbie’ conduciría después al arresto de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de Calderón, quien actualmente se encuentra en una prisión de Nueva York a la espera de una revisión de su juicio por sostener nexos con el crimen organizado.

En febrero de 2023, durante el juicio de García Luna, el agente de la DEA, identificado como Miguel Madrigal, mencionó que la agencia estadounidense conocía de los presuntos vínculos entre el Cártel de Sinaloa y el exfuncionario.

El agente detalló, durante su participación como testigo, que durante más de siete años se coordinó con autoridades mexicanas, que incluía la dependencia a cargo de García Luna, y manifestó que existieron reportes que funcionarios se reunían con posibles narcotraficantes en un restaurante frente de la Embajada de Estados Unidos en México.