Los negocios millonarios de Xóchitl Gálvez al amparo del poder

En la biografía de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, la venta de gelatinas en un pequeño pueblo de Hidalgo es la escena sentimental perfecta para iniciar a contar la novela de una mujer luchona que llega a ser una profesionista y por qué no, hasta candidata a la Presidencia de México.

En la vida real, la escena de las gelatinas es una cortina de humo para desvanecer la verdadera historia de tráfico de influencias y contratos millonarios que ha recibido al amparo del poder con un par de empresas de las que evade hablar, pero de las que tiene mucho que explicar.

Así, en ninguna parte de su biografía destacan los contratos con gobiernos del PAN y del PRI luego de su incursión en la política, beneficiándose con contratos en el desempeño de sus funciones como burócrata desde que fue invitada a formar parte del gabinete de Vicente Fox.

Tampoco habla de los contratos que ha tenido con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), instituto por el que incluso se encadenó para supuestamente defenderlo de los ataques del actual Gobierno Federal.

Durante los últimos 18 años de prianismo, Xóchitl Gálvez fue beneficiada con contratos por 64 millones 519 mil pesos (la gran mayoría otorgadas en adjudicación directa, sin licitación pública) para sus empresas High Tech Services S.A. de C.V y “Operación y Mantenimiento de Edificios Inteligentes” (OMEI), de acuerdo con documentos obtenidos por transparencia en poder de Polemón.

Por ello no es casualidad que en su declaración patrimonial omita deliberadamente información relacionada con sus empresas y sus conflictos de interés. Esta es la historia.

Los changarros de Xochitl

A la llegada de Fox a la Presidencia, en el año 2000, Xóchitl Gálvez fue nombrada para encargarse de la atención a los pueblos indígenas, y desde ahí comenzó a operar dentro del gabinete para que sus empresas fueran favorecidas con contratos millonarios.

Y logró su cometido. Al final del sexenio foxista, High Tech Services recibió contratos por un millón 17 mil pesos. Su otra empresa, OMEI, (la cual quedó a cargo de su esposo, Rubén Sánchez Manzo), obtuvo contratos durante ese mismo periodo por 4 millones 485 mil 809 pesos.

High Tech Services fue contratada por la Subdirección General de Administración de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para suministrar un sistema de monitoreo e iluminación de los baños generales de la planta baja de su edificio, instalar lectores de proximidad y accesorios en el cuarto de control y helipuerto, e instalar lectores de temperatura en cocinetas de todos los pisos, entre otras obras.

OMEI también ejecutó trabajos en el edificio de la Conagua; cinco de los contratos se le entregaron por adjudicación directa para dotar de mantenimiento al propio inmueble y reparar su inmobiliario.

La empresa de la panista incluso se dio el lujo de ofertar un servicio que no encuadra en su especialidad: un hospedaje y alimentación para las 1,650 personas que participaron en la etapa final nacional de los 11 Juegos Nacionales, Deportivos y Culturales del Sector Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se llevaron a cabo en Cancún.

Así, mientras Gálvez se daba a conocer por su chabacano estilo de hablar  y defendía al foxismo, sus empresas obtuvieron en este conflicto de interés, contratos por 5 millones 503 mil 287 pesos.

Cinismo

Hoy encumbrada como la predilecta de Claudio X. González para que enfrente a MORENA siendo la candidata de la derecha a la Presidencia de México, a Xóchitl Gálvez ya no le queda el recuerdo de cuando dijo, casi al final del sexenio de Fox, que no volvería a la política y que se iría con las manos limpias.

“Yo voy para mi casa, a cuidar a mi marido y a mis hijos…me voy con las manos limpias y feliz de haber cumplido con algo que me encargaron y haberlo hecho por los seis años“, afirmó la senadora en aquella ocasión a la revista Proceso.

Sin embargo eso no ocurrió, pues la panista más bien inició en ese momento su trayectoria como contratista millonaria del PRIAN.

Las ganancias con Calderón

El 6 de diciembre de 2006, Gálvez renunció a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, debido a un supuesto desacuerdo por la reducción del presupuesto con la nueva administración de Felipe Calderón Hinojosa.

Sin embargo, sus nexos con el panismo y su silencio cómplice ante las atrocidades cometidas por éste cuando emprendió su guerra contra el narcotráfico, le redituaron jugosos contratos a lo largo de ese sexenio.

Su empresa High Tech Services fue contratada para ofrecer soporte técnico al edificio de la Lotería Nacional, actualizar el software del Fondo de Cultura Económica (FCE), otorgar servicios de consultoría al IMSS,  realizar “diversos servicios” para la Comisión Federal de Electricidad y hasta “certificar” la Residencia Oficial de Los Pinos como un “inmueble verde”. Por esta última asesoría cobró más de medio millón de pesos.

A pesar de que High Tech Services fue favorecida por Felipe Calderón, no sucedió lo mismo con OMEI. El 9 de abril del 2007, la Secretaría de la Función Pública entregó una circular que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para que todas las dependencias se abstuvieran de “aceptar propuestas o celebrar contratos con la persona moral Operaciones y Mantenimiento a Edificios Inteligentes, S.A. de C.V.”, debido a que se le había impuesto una sanción económica a la empresa, la cual no había cubierto.

Fue hasta el último año de su gobierno que Calderón levantó el castigo a OMEI y la Comisión Federal de Electricidad le concedió un contrato para la supervisión y control de Redes ópticas de transmisión DWDM.

En total, ambas empresas de Xóchitl Gálvez obtuvieron contratos durante ese sexenio por 9 millones 921 mil 079 pesos.

Los biznes con Peña Nieto

Aunque en lo público, Xóchitl Gálvez denostaba al PRI y hacía activismo contra ese partido, en lo oscurito, sus empresas obtuvieron contratos millonarios del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Con el mandatario priista, High Tech Services realizó la instalación de aire acondicionado, introdujo cableado y otorgó mantenimiento a la fibra óptica en el edificio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Casualmente, OMEI también fue contratada para ejecutar trabajos semejantes en el mismo edificio, como operación y mantenimiento de los sistemas inteligentes y la implementación de cableado para voz y datos.

En total, las empresas de Xóchitl Gálvez obtuvieron contratos durante el sexenio de Peña Nieto por 16 millones 885 mil 141 pesos.

El gran negocio de Xóchitl con el IFAI-INAI

Donde verdaderamente Xóchitl Gálvez hizo el gran negocio dentro del sector público, fue con el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) y su transición (después de una reforma) al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

High Tech Services apenas obtuvo contratos por 237 mil 600 pesos, (ambos por adjudicación directa), por desarrollar el  proyecto ejecutivo y la instalación de cableado estructurado en el edificio del IFAI, cifra insignificante si se compara con los 31 millones 972 mil 778 pesos que se llevó OMEI en nueve convenios.

De la documentación se desprende que las empresas de Gálvez han recibido un trato privilegiado de parte del INAI.

No en vano, la senadora ha sido una activa opositora a las reformas al organismo que ha impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para acabar con los gastos suntuosos y recortar los excesivos salarios de los comisionados que superan al suyo.

El pasado 28 de abril, la panista se encadenó en una silla en la sede alterna de Xicohténcatl, como protesta a  la falta de acuerdos en el Senado de la República para el nombramiento de comisionados y comisionadas del INAI.

En total, las empresas de la senadora panista recibieron contratos del organismo autónomo por 32 millones 209 mil 778 pesos.

Logra colarse con contratos en el Gobierno de AMLO

La senadora se ha caracterizado por su elocuente estridencia y sus acusaciones a diestra y siniestra de presunta corrupción del Gobierno de AMLO, sin presentar evidencias, como ocurrió el pasado miércoles 5 de julio durante el programa de Ciro Gómez Leyva, donde vía telefónica acusó al cineasta Epigmenio Ibarra de haber recibido contratos mediante su empresa Argos.

“Acabas de mentir flagrantemente, yo no tengo contratos con el gobierno federal y te reto, porque acabas de mentir”, le reviró el productor que se encontraba en el estudio.

En realidad, la que sí tiene contratos con el gobierno de López Obrador es Xóchitl Gálvez, pues sus dos empresas han recibido contratos millonarios por parte de varias dependencias del gobierno federal.

La empresa OMEI ha obtenido contratos con Banobras, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, el Servicio  Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación por un monto total de 8 millones 673 mil pesos.

High Tech Services, que sólo ha suscrito dos convenios con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, cobró un total de  432 mil 870 pesos.

En total, la senadora panista se ha embolsado del gobierno que jura aborrecer, 9 millones 105 mil 767 pesos.

Xóchitl Gálvez lo niega pese a las pruebas

Los conflictos de interés y la manera en que Gálvez Ruiz amasó su fortuna al amparo de contratos con los gobiernos neoliberales no pasaron inadvertidos para sus opositores cuando compitió por la alcaldía de la Delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México.

Su entonces contrincante de Movimiento Ciudadano (MC), Vanessa Villarreal Montelongo, incluso presentó una denuncia en su contra ante lo que se llamaba anteriormente Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), por presunto peculado y enriquecimiento ilícito.

Villarreal Montelongo aseguraba que la actual senadora había obtenido al menos 29 contratos para sus empresas durante las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, y según sus cuentas, al corte de la fecha en que presentó su denuncia, las ganancias de la panista ascendían a poco más de 25 millones de pesos.

“Cuando tú eres funcionario público no puedes beneficiarte, ni a una persona, ni a un pariente, porque ello, dijo, es una violación a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y la Ley de Obras Públicas y Servicios”, dijo Montelongo, quien a pesar de sus señalamientos fue derrotada en la contienda.

El tema incomodaba a la panista, y cada vez que se le recordaba en los debates o entrevistas, se apresuraba a responder de forma cortante.

“No hice contratos con el gobierno, mi empresa firmó el contrato a partir de 2007 y es totalmente legal porque no era funcionaria”, dijo en un debate organizado por vecinos de La Voz de Polanco.

Lo mismo respondió cuando Villarreal Montelongo la confrontó en un debate celebrado en el programa de radio del conductor de MVS, Luis Cárdenas.

“Mi empresa High Tech Services, no tuvo un solo contrato durante el sexenio que yo estuve”, afirmó.

Estas no han sido las únicas ocasiones en que Gálvez Ruiz ha negado la existencia de esos contratos. En una entrevista que concedió al periodista de Proceso, Arturo Rodríguez García, en febrero del 2019, la candidata a la Presidencia de la República volvió a insistir en que desde el segundo semestre del 2011 sus empresas ya no obtuvieron contratos.

“Yo no formé parte de ningún consorcio. Di dos asesorías técnicas: una para hacer el proyecto de la fibra oscura y otro para evaluación de tecnologías. No le he hecho ningún otro contrato a CFE. Puede haber una confusión con otra empresa, ya ha pasado”, dijo al periodista, quien reveló contratos de Hightech Services con la CFE.

Según lo dicho por Gálvez a Rodríguez García, esa empresa coincide en nombre con la suya, pero no son la misma, cuyo nombre tiene los vocablos separados, High Tech Services.

La senadora con licencia le aseguró al periodista que ese año sólo había obtenido dos contratos por servicios de administración de redes de telecomunicación y asesoría técnica por la cantidad de 2 millones 970 mil pesos, cuando no desempeñaba ningún cargo público ni estaba impedida por disposición legal alguna.

Rodríguez García también destacó la participación activa de la senadora en el escrutinio a las personas que fueron propuestas por AMLO para renovar cuatro espacios en la Comisión Reguladora de Energía.

Aunque no pertenece a la Comisión de Energía del Senado, Gálvez justificó su presencia en la ronda de observaciones como parte de su función legislativa, y no como empresaria del sector eléctrico.

A la panista no le ha sido suficiente negar sus intereses en la industria energética, sino que además se ha encargado de borrar todo rastro de sus nexos comerciales en documentos oficiales, tal como se muestra en su declaración de situación patrimonial entregada al Senado de la República el 27 de mayo del 2022.

En ella, Gálvez omite deliberadamente la información que corresponde a sus ingresos por la actividad de sus empresas, a las que ni siquiera se toma la molestia en mencionarlas.

La renuencia de la senadora a llenar el formato es tan evidente que dejó en blanco el espacio que corresponde a sus propiedades, vehículos, bienes muebles, cuentas bancarias, inversiones y adeudos, pero el colmo es cuando se le pregunta si ha obtenido beneficios privados o participación en empresas, sociedades o asociaciones y su respuesta es “ninguno”.

Xóchitl, la apuesta desesperada del PRIAN

El pasado martes 5 de julio, Xóchitl Gálvez se registró como aspirante para disputar la candidatura a la Presidencia de la República por el llamado Frente Amplio por México. Durante el acto, la senadora panista admitió que no estaba en el “radar de nadie”, y antes de que la postularan, rogaba al dirigente del PAN, Marko Cortés, para que le diera la candidatura por la Ciudad de México.

“Hoy estoy aquí diciéndole a Marko Cortés, mi querido presidente, yo sé que no estaba en el radar de nadie, o sea, hasta hace un mes yo te reclamaba que quería ser candidata a Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, pero pues ni modo”, dijo la panista con una sonrisa evidentemente nerviosa.

De acuerdo con información del portal La Política Online, Gálvez no entraba en los planes para entrar en la contienda, pero fue a sugerencia de los intelectuales orgánicos Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, que convencieron a los magnates -encabezados por Claudio X. González- de que tenían que encontrar a una mujer para competirle a Claudia Sheinbaum, y aunque Lilly Téllez había levantado la mano, se decantaron por Xóchitl Gálvez.

La razón de esa decisión, según LPO, obedece a que su historia de vida es más “apasionante”, pues se trata de una mujer proveniente de una familia indígena que logró sobreponerse a las carencias y que a través de su coraje y persistencia se convirtió en una empresaria exitosa.

El fervor inusitado por la senadora panista ha sido objeto de severas críticas que cuestionan su linaje y no precisamente porque sea indígena, sino porque aseguran que nunca ha tenido afinidad con los reclamos de los pueblos originarios.

Particularmente un cartón del monero Rafael Barajas Durán ‘El Fisgón’, en el que ilustra a la aspirante con un huipil y un recipiente de incienso y un globo de texto que reza: “Yo, gran jefa botarga inflada, ser candidata pueblos originarios… Mi madre, india de los Concanacos, mi padre, raza de Concamines… de tierra de Coparmex”, causó gran irritación entre los simpatizantes de la mujer.

A Fisgón lo acusaron de racista y misógino, sin embargo, el propio monero explicó en su cuenta de Twitter que el cartón fue entendido a conveniencia de los opositores, pues “ni una sola voz auténtica de otros pueblos originarios se alzó contra la imagen. Sólo los whitexicans del PRIAN se molestaron”.

“Entre los usos y costumbres de los whitexicans prianistas se encuentran la hipocresía y el cinismo. Se escandalizan a conveniencia. Para ellos, los términos ‘morenaco’ y  ‘chairo’ son aceptables, pero denunciar que una empresaria panista simula que es indígena es racismo”, destacó.

También el cineasta Epigmenio Ibarra le dio una repasada a la panista durante la emisión del programa Por la mañana que conduce Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula.

Ibarra comentó que la oposición viene otra vez con el mismo cuento del 2000, cuando Vicente Fox ganó la Presidencia de la República, y encontraron en Gálvez un perfil semejante, pues ambos son mal hablados y creen que con decir groserías simpatizan con la gente.

“La historia de un personaje folclórico, bravucón, campechano, cuya grosería empata con la gente”, dijo.

Epigmenio lanzó una severa crítica a la panista, quien no pudo responder ninguno de sus planteamientos, entre ellos su alianza con personajes como el empresario Claudio X. González, a quien se le ha señalado como el verdadero artífice de la llamada Alianza Va x México.

“Yo te estoy preguntando a ti, ¿Qué haces en el PAN?  ¿Qué haces con el PRI? ¿Qué haces con Alito?  Tú que acabas de decir que tienes un pasado de izquierda, que eres defensora de la causa indígena ¿Qué haces con los neoliberales? ¿Por qué vas a sus fiestas? ¿Por qué fuiste empleada de un hombre que decía que las mujeres eran lavadoras de dos patas?”, le recordó Ibarra, luego que se reviviera un video de ella en una fiesta de Diego Fernández de Cevallos, ocurrida en el 2016, donde también se encontraba Felipe Calderón, Carlos Salinas de Gortari, Ricardo Anaya, y José Antonio Meade, entre otros personajes a los que AMLO ha denominado “La mafia del poder”.