Laurie Ann Ximénez-Fyvie, la afamada dentista que los medios corporativos han convertido en una eminencia sobre pandemias, no sólo permitió que dos de sus estudiantes presentaran trabajos similares para titularse, sino que la tesis de ella misma presenta coincidencias con la de Óscar Francisco L. Gamiz Hernández, a quien también asesoró para que obtuviera el título de cirujano dentista en el año de 1996.
Ximénez Fyvie obtuvo el mismo grado en 1994 con la tesis denominada Evaluación de un Método Experimental para Medir la Microfiltración Endodóntica.
En tanto, el trabajo de Óscar Francisco lleva por título Influencia de los Procedimientos de Laboratorio sobre la Confiabilidad de los Estudios de Microfiltración Endodóntica.
En Polemón repetimos el ejercicio que hicimos anteriormente con las tesis que entregaron las estudiantes de Laurie, sólo que esta vez aplicamos el cotejo al trabajo de la odontóloga y su asesorado Óscar Francisco.
Ambos trabajos presentan similitudes desde la introducción hasta os materiales, métodos y análisis estadísticos.
En la página 10 de la tesis de Laurie que corresponde precisamente a la introducción se señala lo siguiente:
“Diferentes autores sugieren que la microfiltración es la causa más importante de fracasos endodónticos (1-4). En los años 50’s se realizó un estudio en la Universidad de Washington en donde se evaluaron las tasas de éxitos y fracasos en endodoncia (5). En dicho estudio se tomaron más de 1,500 casos de tratamientos de conductos, los cuales fueron observados durante dos y cinco años. Los resultados de esta investigación sugieren que la endodoncia tiene una tasa de éxitos de más del 90 por ciento y que más del 60 por ciento de todos los fracasos de deben a causas relacionadas con la filtración”.
También en la página 10, pero de la tesis de Óscar, se detalla algo parecido:
“La microfiltración ha sido considerada como la principal causa de los fracasos endodónticos por más de 40 años (1,2). En los años 50’s surgió este concepto de fracaso endodóntico tras la publicación de dos estudios (3,4). El primero de estos fue realizado por Dow & Ingle en 1995 (3). En dicho estudio se demostró por primera vez que existe filtración hacia el interior de los conductos radiculares defectuosamente obturados y se planteó la primera teoría de filtración como causa del fracaso endodóntico clínico. El segundo estudio se realizó en la Universidad de Washington (4). En dicha investigación se evaluaron las tasas de éxitos y fracasos en la terapia endodóntica, tomando un total de 1,229 y 302 tratamientos de conductos, los cuales fueron observados durante dos y cinco años respectivamente. Los resultados de esta investigación sugirieron que la terapéutica endodóntica tiene una tasa de éxitos por arriba del 90 por ciento y que más del 60 por ciento de los fracasos se deben a la filtración apical”.
El mismo patrón vuelve a repetirse en la página 3 de la tesis de Laurie y la 6 de su asesorado en donde hablan del Tiempo de Inmersión y Tiempo de Inmersión empleado respectivamente.
“La mayoría de los autores que han realizado estudios de filtración, utilizan tiempos de inmersión de entre 48 y 72 horas (6, 10, 14, 21, 29, 37, 39, 40, 42, 44, 46-49, 51, 52). En 1982 Delivanis y Chapman (43) descubrieron, por medio de un estudio electroquímico de la filtración, que existe un marcado aumento de la filtración durante los primeros diez días de inmersión, obteniendo máxima filtración de los 11 a los 14 días; después de ese tiempo la filtración permanece constante. Tomando como premisa esos descubrimientos, se debe considerar que un tiempo de 48 o 72 horas de inmersión resulta ser inadecuado puesto que no permite que se complete el lapso de tiempo durante el cual continúa habiendo filtración hacia el conducto radicular”, dice la tesis de Laurie.
En tanto, la de Óscar Francisco menciona lo siguiente: “En la mayoría de los estudios de filtración se utilizan tiempos de inmersión de 48 ó 72 horas (5,23, 25). En 1982 Delivanis & Chapman (26) descubrieron, por medio de un estudio electroquímico, que existe un notable aumento de la filtración durante los primeros diez días de inmersión, obteniendo la máxima filtración entre los 11 y 14 días, después de este tiempo la filtración permanece constante. Tomando como premisa ese descubrimiento se debe considerar que un tiempo de inmersión de 48 ó 72 horas resultar ser inadecuado debido a que no permite que se complete el lapso de tiempo durante el cual sigue habiendo filtración hacia el interior del conducto”.
Líneas más abajo, en la página 4 del trabajo de Laurie, y la 6 de su estudiante, vuelve a aparecer otra coincidencia. Se trata de un apartado que prácticamente lleva el mismo título:
Sellado de superficie externa de las raíces en la tesis de la académica, y Sellado de las superficies radiculares en el trabajo de Óscar.
“En la mayor parte de los estudios de microfiltración se aísla la superficie externa de las raíces a excepción de una extensión entre 1 y 3 mm en la porción apical (1, 6, 7, 10, 12, 14, 16, 18-20, 22, 24-30, 34, 36, 39, 39-44, 46, 47, 50, 53-55). Esto se realiza generalmente con barniz para uñas debido a que se ha demostrado en muchas ocasiones que funciona como un aislante perfecto (47, 56)”, señala la tesis de Laurie.
La de Óscar refiere lo siguiente: “En la mayor parte de los estudios de filtración se aísla la superficie externa de las raíces a excepción de 1 a 3mm en la porción apical (35, 46). Esto se realiza generalmente con barniz para uñas debido a que se ha demostrado que es un aislante con características satisfactorias de sellado (31, 47)”.
Ambos trabajos hablan sobre la microfiltración dental y el método que emplearon es prácticamente el mismo. De acuerdo a académicos de la UNAM consultados esto no representaría un problema, sin embargo, evidencian que la redacción presenta muchas similitudes.
Tal es el caso del apartado donde hablan de ‘Materiales y Métodos’. Los siguientes párrafos son una muestra de lo que se expone:
Tesis de Laurie: “Inmediatamente después de la extracción, los dientes fueron colocados en una solución de cloruro de benzalconio al 1% y mantenidos en refrigeración”.
Tesis de Óscar: “Inmediatamente después de la extracción, los dientes se colocaron en suero fisiológico y se mantuvieron en refrigeración”.
Tesis de Laurie: “Las coronas fueron seccionadas a nivel de la unión cemento-esmalte con discos de diamante finos (Konet, Germany), alta velocidad y enfriamiento por agua (Fig. 1). Los cortes se hicieron perpendiculares al eje longitudinal de los dientes en sentido horizontal. En el caso de los molares, se seccionaron las raíces por utilizar de la misma manera que las coronas, en sentido horizontal, pero a nivel de las furcas (Fig. 2). Se limpió la superficie externa de todos los especímenes cuidadosamente con una hoja de bisturí del número 15 (Aesculap Surgical Industries, Malaysia) con el fin de eliminar los restos de cualquier tejido que pudiera encontrarse adherido a ellos. Posteriormente, los especímenes fueron enjuagados varias veces con agua corriente y cada uno fue colocado dentro de uno de los 48 pozos de placas para microtitulación (Costar, Cambridge, MA, U.S.A.) (Fig. 3)”.
Tesis de Óscar: “Las coronas se seccionaron en la unión cemento-esmalte con discos de diamante finos (Komet) alta velocidad y enfriamiento por agua (Fig. 1). Los cortes se realizaron perpendicularmente al eje longitudinal de las raíces. En el caso de los molares y premolares se seccionaron las raíces de la misma manera que las coronas, pero a nivel de las furcas. Se limpiaron las superficies radiculares de todos los especímenes con una hoja de bisturí del número 15 (Aesculap) con el fin de eliminar los cálculos dentarios y tejido blando (Fig. 2). Posteriormente los especímenes se enjuagaron varias veces con agua corriente y cada una se colocó dentro de uno de los 48 pozos de las placas para microtitulación (Costar). Cada categoría de especímenes se colocó en una placa distinta.
Tesis de Laurie: “Se examinaron cuidadosamente todos los especímenes iniciales utilizando un estereomicroscopio 60x, para verificar que ninguno presentara defectos o microfracturas radiculares y que los ápices se encontraran completos y bien formados. Para comprobar que ningún espécimen presentara calcificación apical, se introdujo una lima tipo Flex-R No. 10 (Union Broach, New York, NY, U.S.A) en cada conducto, la cual se pasó a través del foramen apical hasta que la punta fue visible en la superficie externa. Cualquier conducto que presentara calcificación fue descartado como espécimen de estudio”.
Tesis de Óscar: “Se examinaron todos los especímenes utilizando un estereomicroscopio (Nikon SMZ-2T) para verificar que ninguno presentara defectos en el cemento radicular, microfracturas, y que los ápices se encontraran maduros y bien formados (Fig.4).
Para comprobar que ningún espécimen presentara calcificación apical, se introdujo una lima tipo Flex-R No. 10 (Union Broach) dentro del conducto radicular la cual fue pasada a través del foramen hasta que la punta se encontrara a 1 mm de la superficie externa del foramen apical (Fig.5). Los conductos que presentaron calcificaciones fueron descartados como especímenes de estudio”.
Estas coincidencias o similitudes mencionadas se encuentran en la página 21 de la tesis de Laurie y la página 12 del trabajo de Óscar, donde a lo largo del texto se van sucediendo de forma simultánea.
La redacción de párrafos de lo que llaman “criterios de inclusión” y “criterios de exclusión” en la página 22 del texto de Laurie y la página 13 de la tesis de su estudiante es casi idéntica.
El patrón vuelve a repetirse en la página 27 de la tesis de la académica y la página 16 del texto de Óscar donde hablan del Método Experimental y el Periodo de Inmersión respectivamente.
Se aprecian párrafos con redacción semejante y la misma bibliografía compartida.
Tesis de Laurie: “En cada pozo, las placas para microtitulación, los especímenes quedaron colocados en posición vertical sin que los ápices tocaran el fondo. Esto se logró recubriendo la porción más profunda de los pozos con una capa de papel filtro Whatman 1 (Whatman Ltd., Maidstone, England), lo cual garantizó el libre paso del líquido hacia los forámenes apicales”.
Tesis de Óscar: “En cada pozo, las placas para microtitulación, los especímenes quedaron colocados en posición vertical sin que los ápices tocaran el fondo. Esto se logró recubriendo la porción más profunda de los pozos con una capa de filtro Whatman # 1 (Whatman Ltd., Maidstone, England), lo cual garantizó el libre paso del líquido hacia los forámenes apicales”.
De acuerdo con el reporte de producción académica del Sistema Integral de Información Académica (SIIA) de la UNAM, Laurie Ann Ximénez ha sido tutora o sinodal en 17 tesis de licenciatura, maestría y doctorado desde 1996, todas relacionadas con la odontología, sin embargo, las autoridades de la máxima casa de estudios nunca han puesto en entredicho la honorabilidad de la académica.
“Por haber incurrido en causas graves de responsabilidad, así como en faltas de probidad y honradez en el desempeño de sus labores como académica y directora de tesis profesionales”, explicó la UNAM en un comunicado.
Distinguir una cita de un plagio
Para distinguir una cita de un plagio, y orientar a los estudiantes que realizan algún trabajo, la Biblioteca Centra de la UNAM publicó una infografía que se encuentra en su portal de internet.
Señala que se considera plagio cuando “cambias palabras por sinónimos y atribuyes las ideas como propias” o “copias información de otro documento sin reconocer al autor”.
Si esto no fuera suficiente, el 1 de julio del 2015, el Consejo Universitario aprobó el Código de Ética de la UNAM con lineamientos claros hacia el cuerpo académico, docentes y estudiantes para conducirse con principios y valores dentro y fuera de la institución.
Los estatutos hablan de tolerancia, respeto, libertad de pensamiento y expresión, laicidad, transparencia, objetividad, integridad, responsabilidad social, entre otros.
En lo que concierne al principio de integridad y honestidad académica el Código de Ética menciona que todos los miembros e la comunidad académica deben apegarse en todas sus actividades al “rigor académico en la búsqueda, ejercicio, construcción y transmisión del conocimiento, así como ser honestos sobre el origen y las fuentes de la información que empleen, generen o difundan”.
Resalta además que la integridad y la honestidad académica implican: “Citar las fuentes de ideas, textos, imágenes, gráficos u obras artísticas que se empleen en el trabajo universitario, y no sustraer o tomar la información generada por otros o por sí mismo sin señalar la cita correspondiente u obtener su consentimiento y acuerdo”.
Comité a modo
Tras la publicación del reportaje en el que Polemón evidenció que las tesis de Valentina García y Nadia Edna Páez Galeana presentan similitudes, la Dra. Laurie Ann, quien fue asesora de ambas estudiantes en la maestría en Ciencias Odontológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), acusó ser parte de una “cacería de brujas” y mediante insultos descalificó no sólo a la publicación, sino también a los integrantes de la revista.
“Pero la escoria que ahora prevalece en nuestro país no entiende de límites, de decencia ni de leyes. Al fin, la escoria no es más que eso: basura. Exigen —encima de todo— respuestas prontas y de botepronto a acusaciones que deben ser analizadas con la mayor seriedad”, escribió en su cuenta de Twitter.
También apuntó contra Hernán Gómez Bruera, conductor en La Octava y columnista de El Universal, Jairo Calixto Albarrán, conductor en Milenio, las revistas digitales El Soberano y Los Reporteros MX y el economista Alberto Ruiz Orcí, entre otros más.
Aparentemente, la publicación de Polemón orilló a que el Comité de Ética de la Facultad de Odontología tomara cartas en el asunto y sometiera a revisión las tesis publicadas por las estudiantes de Laurie Ann.
“En lo personal, considero vergonzoso que se me orille a tener que negar que cometí un crimen. Con gusto daré —en su momento— la respuesta que merece esa escoria que ahora pretende arrastrar mi nombre por el lodo”, destacó la académica en sus redes sociales.
https://twitter.com/lximenezfyvie/status/1618844335046557698
También aseguró que la “acusación” sería revisada de forma independiente, algo que no es del todo cierto, pues la secretaria del CIE-FO, Argelia Almaguer Flores, fue su colaboradora y alumna.
De hecho, Laurie Ann fue su asesora para que obtuviera el grado de Doctora en Ciencias Médicas Odontológicas y de la Salud con la tesis denominada Identificación de microorganismos resistentes a diferentes antibióticos en muestras de placa dentobacteriana subgingival de sujetos mexicanos.
Para situaciones como esta, el Código de Ética de la UNAM también establece un principio basado en la Objetividad, honestidad e imparcialidad en las evaluaciones académicas.
“Los miembros de la comunidad universitaria que participen en procesos de evaluación académica se comprometen a conducirse con objetividad, honestidad e imparcialidad y a declarar si tienen conflicto de interés, en cuyo caso deben renunciar o abstenerse de participar en un proceso académico o disciplinario. Por su parte, los universitarios que se sometan a las diversas instancias de evaluación. Deben conducirse con absoluto apego a la veracidad en cuanto a la documentación y la información que proporcionan para sustentar su participación en dichos procesos”.
Si se aplica tal principio al pie de la letra, la Dra. Argelia Almaguer Flores tendría que excusarse de participar en la revisión del trabajo que hicieron las estudiantes bajo la dirección de Laurie Ann.
Han pasado poco más de tres meses desde que el posible plagio en las dos tesis dirigidas por Laurie fue turnado al Comité de Ética de la Facultad de Odontología de la UNAM y su cuerpo colegiado aún no tiene un dictamen.
Caso contrario al de Yasmín Esquivel, donde el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón determinó que la tesis profesional de la ministra es una copia de la presentada por el ex alumno Edgar Ulises Báez Gutiérrez.
Tras la publicación del reportaje en el que Polemón evidenció las semejanzas existentes entre ambas tesis, la odontóloga ofreció su versión de los hechos al periodista Guillermo Ortega Ruiz, conductor del programa Con Ortega a las 10, a través de la televisión de paga de El Financiero-Bloomberg, un espacio de charla en donde se le da voz a las figuras del antiobradorismo.
Con evidente tiemblo en su voz, Laurie Ann negó haber solapado un presunto plagio entre sus estudiantes.
“Digo, con toda la franqueza, la apertura y la confianza de que tengo la absoluta certeza de que no existió tal plagio como están diciendo. Mis alumnas no plagiaron, yo dirigí esas tesis, no tenemos ningún antecedente de nada que siquiera se le parezca y bueno, finalmente lo que hacen estas personas es sembrar una semilla de mala fe en donde es una cacería de brujas, ¿no? A uno le dicen plagiador y no hace falta mas que lo señalen para que entonces uno se quede con esa sombra encima por siempre”, dijo.
La investigadora no se limitó a hacer su réplica, sino que además, consideró que lo expuesto por la revista Polemón debería silenciarse y perseguirse, contraviniendo otros de los principios del Código de Ética de la UNAM como la libertad de pensamiento y expresión, y el Respeto y tolerancia. Este último postulado, invita a la comunidad académica a “comprender el contexto de la pluralidad en el que vivimos y la responsabilidad de aceptar la relatividad de las propias convicciones, prácticas e ideas”.
Sin embargo, Laurie Ann fue muy tajante en su demanda:
“Creo que estos señalamientos infundados deben ser perseguidos y callados porque están repercutiendo sobre la vida y el prestigio y la trayectoria profesional de gente inocente, ¡Como yo!, entonces eso es lo que me está pasando, que se me ha acusado de un montón de cosas que no se pueden demostrar porque son falsas desde luego, pero la simple acusación entonces pone esto ahí, para que la gente haga, elabore y toda una serie de teorías de conspiración y quede manchado mi nombre en balde porque a alguien se le ocurrió que esta era una forma expedita de dejar de hablar de la Ministra de la Suprema Corte de la Justicia y mejor echarme la bolita a mí. Creo que es muy grave, muy grave que se hagan acusaciones falsas y que esto pueda ocurrir de una forma tan frecuente, tan grave, sin ninguna repercusión”.
Ortega Ruiz inició su conversación retomando los tuits que la propia Laurie escribió en sus redes sociales, sin contrapuntear en ningún momento su versión y al final de la misma le concedió la razón, calificando su denuncia como “hechos reprobables”.
La odontóloga se refirió a Polemón como “una revista de muy baja circulación, qué tiene una fama terrible, que poquísima gente lee, qué sé yo”.
Insinuó que, de no haber sido por Hernán Gómez, quien retomó el reportaje y lo comentó en La Octava, el tema habría pasado de largo.
“Hay otros comunicadores que toman, un comunicador en especial que lo puso en su programa, en la televisión abierta, hacen videos en Youtube al respecto y toda esta situación, pero con mucho cuidado. Estas personas están levantando una acusación que no ha sido investigada formalmente, que no se tienen evidencias en ningún sentido para creer que son ciertas”, dijo.
La dentista afirmó que desde que comenzó el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha resistido ataques, muchos de ellos “violentos”, pero “en donde ya no perdono es en donde embarran a mis alumnas”, comentó.
E insistió en que Polemón y el autor del reportaje merecen una repercusión legal, sin explicar exactamente en qué consistiría.
“Ahí es donde yo pienso que sí hay repercusiones legales que deben de ir en contra de estos comunicadores y medios de comunicación que hacen algo que es realmente tan bajo, tan ruin, como tratar de destrozar el prestigio y la vida profesional de dos jóvenes académicas intachables que están haciendo carrera dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México como académicas, como profesoras y como científicas, que no han incurrido nunca en ninguna falta y ahora sus nombres están siendo pisoteados gracias a que estas personas no han tenido el pudor para ser cautelosos en términos de nombrarlas e identificarlas, e incluso su sitio de trabajo y de posición en el trabajo”.
La odontóloga aseguró además que en el trabajo de investigación se había violado la privacidad de sus estudiantes, pero esto es algo erróneo pues los trabajos de los egresados de la UNAM se pueden consultar de manera abierta en su repositorio. Polemón tampoco se refiere en ningún momento a la vida íntima de esas personas, sino al trabajo académico que hicieron ambas estudiantes para titularse, y que como se mostró anteriormente presenta similitudes técnicas y de redacción.
En el caso de Nadia Edna Paez Galeana, únicamente se menciona que se desempeña como profesora en la Facultad de Odontología de la UNAM, una institución educativa de carácter público, y no privada como el ITAM o el ITESM.
Algunos usuarios de Twitter, como el divulgador de la ciencia, Martín Bonfil Olivera, salieron en defensa de la Dra. Laurie, calificando el reportaje de Polemón como “paupérrimo” y “deshonesto” y justificando que las tesis de las estudiantes se parecieran porque “están estudiando distintos aspectos de un mismo problema”.
“¡Todas parten exactamente del mismo marco conceptual! Éste, naturalmente, se copia y pega en cada tesis. Son antecedentes iguales. Lo mismo ocurre con la metodología. ¡Es la misma!”, escribió el divulgador en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, académicos consultados por este reportero, consideran que lo correcto hubiera sido que, al tratarse de un mismo tema con muchas semejanzas en redacción y metodología, las estudiantes y su tutora lo dejaran en claro para que no se prestara a malas interpretaciones.
“Se puede hacer la misma metodología, pero para respetar el derecho de intelectualidad se debe escribir de diferente manera”, dijo uno de los investigadores al que pedimos su opinión.
“¿Qué fácil sacársela con que ellos si son científicos y los demás una bola de qué? ¿De infrahumanos?”, comentó un investigador de la Universidad de Guadalajara, que prefirió reservar su nombre.
La situación es completamente distinta cuando se analizan otros trabajos de tesis en la misma Facultad de Odontología de la UNAM. Tal es el caso de Milca de la O García y Luz Karina Velasco Calderón, dirigidas por la Dra. Gabriela Elisa Mercado.
Académicos consultados al respecto, comentan que ambas universitarias se titularon en el 2022 con una temática semejante, pero su estilo y redacción son originales. La primera con el trabajo denominado Análisis Metataxonómico de Saliva como Indicador de Salud Bucal en Población Pediátrica y Variables Asociadas a la Calidad de Datos de Secuenciación en Estudios de Metataxonómica.
Entrevistados en calidad de anonimato, los académicos comentan que ese tipo de situaciones los afectan y ponen en tela de juicio la credibilidad del posgrado, que pertenece al Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) del que han salido las tesis dirigidas por Laurie Ann.
La recurrencia de casos en donde se presentan trabajos de titulación con redacción idéntica o semejante data al menos desde el 2005. Polemón detectó tres tesis entregadas en el 2005 con un título prácticamente idéntico. Lo único que cambia es el antibiótico analizado: Porcentaje de resistencia a la clindamicina y descripción microbiológica de la placa dentobacteriana subgingival en sujetos mexicanos con periodontitis crónica, presentada por Jazmín Yunuen Moreno Borjas.
Porcentaje de resistencia al metronidazol y descripción microbiológica de la placa dentobacteriana subgingival en sujetos mexicanos con periodontitis crónica, de Araceli Reyes Godinez y Porcentaje de resistencia a la eritromicina y descripción microbiológica de la placa dentobacteriana subgingival en sujetos mexicanos con periodontitis crónica, de Marco Antonio Sánchez Reyes.
Los tres egresados de la Facultad de Odontología, coincidentemente también fueron dirigidos por Laurie Ann Ximénez- Fyvie.
La situación llegó a tal escándalo, que el pasado 14 de abril, el Consejo Universitario aprobó una serie de modificaciones y adiciones a la legislación de la UNAM para garantizar la integridad y honestidad académicas.
Con ello, la Máxima Casa de Estudios del país podrá anular exámenes, títulos y grados de estudiantes y egresados que no hayan cumplido los requerimientos para hacerse merecedores de los mismos.
Sin embargo, hasta antes de esa fecha, y de que se pusiera en entredicho el trabajo de la ministra, las copias de tesis no habían sido un tema que preocupara a la UNAM. De acuerdo con un reportaje del diario Milenio, firmado por el reportero Gaspar Vela, en más de 40 años, la institución académica únicamente detectó dos plagios, del 1 de enero de 1980 al 6 de enero del presente año: uno en la Facultad de Filosofía y Letras y otro en la Facultad de Ingeniería.