Unos cuatro mil migrantes hondureños llegaron este viernes al filo de las 13:00 horas a la frontera entre México y Guatemala en su afán por llegar a Estados Unidos. Ayer, Donald Trump pidió frenarlos.
Ante esto, el canciller Luis Videgaray negó hacerle el “trabajo sucio” al mandatario estadounidense.
El jueves pasado Trump solicitó al Gobierno de México frenar el “ataque” de migrantes, y este viernes agradeció a las autoridades por el despliegue de elementos de la Policía Federal para contener la caravana. De acuerdo con algunos medios, los migrantes fueron recibidos con gases lacrimógenos tras haber saltado el cordón policial establecido en Tecún Umán, Guatemala.
Imágenes de Pie de Página –un colectivo de periodistas mexicanos– mostraron a niños y mujeres restregándose los ojos, aunque según Luis Videgaray, la prioridad era defenderlos a ellos.
Foto: Pie de Página.
La caravana de migrantes, compuesta por unas cuatro mil personas, entre las que se contaron hombres, mujeres y niños, salieron este viernes del parque de Tecún Umán, en el departamento de San Marcos, y se dirigieron a la frontera, donde los esperaba una fuerte presencia militar de lado de Guatemala.
Diversos medios consignaron que desde el miércoles por la mañana arribaron a ese punto de la frontera unos 240 agentes de la Policía Federal a bordo de dos aviones Boeing 727 de la institución que aterrizaron en Tapachula, lo que provocó el “agradecimiento” del presidente de EU. Donald Trump.
La tensión, el sofocante calor y el hacinamiento, hizo que la multitud sobrepasara el cordón policial y se limitara a cruzar la frontera ante la mirada pasiva de los agentes. Momentos después, los policías federales se abalanzaron en contra de ellos arrojando gases lacrimógenos.
Foto: Pie de Página.
El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, justificó la acción de los elementos policíacos pues aseguró que los hondureños entraron “por la fuerza” y “lastimaron” a policías mexicanos. Según el funcionario, las autoridades mexicanas habían llegado a un acuerdo con los migrantes para que entraran a México de manera “ordenada” en grupos de entre 50 y 100 personas para ser revisados, pero la caravana “incumplió” el acuerdo.
“Ellos lo aceptaron, pero hace unos minutos, de manera violenta, un grupo de cientos de personas hondureñas trataron de entrar a México por la fuerza y han lastimado a policías mexicanos”, dijo Navarrete, después de que la caravana atravesara la valla fronteriza.
La caravana atravesó el puente sobre el río Suchiate y se dispersó por territorio mexicano con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Algunos migrantes se arrojaron al río, mujeres y niños subieron a jeeps militares, y otros aceptaron la oferta del gobierno mexicano para solicitar una entrada documentada vía visa de ingreso o solicitud de asilo por razones humanitarias.
Foto: Pie de Página.
En los últimos días, los migrantes han llegado de manera continua a esta ciudad y no son sólo ciudadanos de Honduras, sino también de El Salvador y Guatemala.
Desde el jueves pasado el presidente Trump envió una cadena de mensajes a través de Twitter, y amenazó con cerrar la frontera con México y enviar a la guardia nacional a custodiarla si el gobierno saliente de Enrique Peña Nieto no lograba cerrar el paso a los inmigrantes ilegales.
“Debo, en los términos más enérgicos, pedir a México que detenga este ataque, y si no puede hacerlo, llamaré a los militares de EE. UU. Y CERRARÁ NUESTRA FRONTERA SUR”, escribió.
Foto: Proceso/ Octavio Gómez.
Horas más tarde, durante un acto de campaña de cara a las elecciones de mitad de periodo en Estados Unidos, felicitó a México por el despliegue de policías federales en la frontera con Guatemala, al tiempo que ha culpado a la oposición del Partido Demócrata por la inmigración ilegal.
Previamente, el mandatario amenazó con cortar los millones de dólares que su gobierno envía a Honduras, El Salvador y Guatemala si esos gobiernos no lograban impedir que la caravana continuara su marcha.
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