Hay periodistas que pierden todo su prestigio por un error de precisión. Por una fuente que mintió. Por no corroborar un dato. Por afectar a una persona. Periodistas buenos, que durante años practicaron esta profesión, ven sus carreras desmoronarse. Periodistas que cargan con ese error toda su vida y nunca se olvida. Nunca se va.
Así pasa.
Por eso impresiona el video que ayer difundió Carlos Loret de Mola, donde dice: “cometí un error, pero ya, olvídenlo”.
No cabe duda: Loret es un cínico.
Ayer martes 27 comparecí en el asunto conocido como el montaje/Florence Cassez. Me fue muy bien. Pude dejar clarísimo que si bien cometí el error de no darme cuenta, nunca organicé, planeé o me coludí con nadie para hacer algo por lo que ofrecí disculpas desde hace 15 años. pic.twitter.com/5wjVbM4VAU
— Carlos Loret de Mola (@CarlosLoret) October 28, 2020
Carlos Loret afirma que un montaje como el que hizo con el caso Cassez-Vallarta no debe afectar su credibilidad periodística. Dice que sí, que cometió un error, pero que no sabía que era un error. Afirma que prestarse a un montaje, o ser parte de él, u organizarlo, no debe mancharlo. Que él es puro.
Y lo peor es que, en ese mismo video, Carlos Loret de Mola piensa que la crítica a su proceder (en ése y en muchos otros montajes) es impulsada por los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y no por audiencias que buscan (y exigen) mejores contenidos periodísticos.
Loret piensa que su participación en el montaje fue un “error” y que lo “corrigió”. Pero no. Eso es una mentira (o un nuevo montaje). Loret de Mola estaba al tanto de lo que hacía: engañaba a sus audiencias en coordinación con Genaro García Luna.
Afirmar -como lo hace Loret- que quienes lo critican están “influenciados” por AMLO o son “sus huestes” significa una verdadera agresión a las audiencias, a la inteligencia de la gente. Es una falta de respeto. Un insulto.
Y que no se victimice: hacer montajes y crearlos marcará su carrera periodística siempre. Se lo merece. Así de simple. Porque las audiencias precisan de parte de los periodistas respeto; y la profesión periodística, dignidad.
Que no diga que fue un “error” o un “engaño” de García Luna, y que tenía muchas notas y se le fue “corroborar”. No, el caso Cassez-Vallarta fue un montaje que se planeó, y en el cual él participó. Y lo perseguirá siempre, porque eso no se borra, porque Carlos Loret de Mola siempre será #LordMontajes.

Rafael Méndez
15 febrero, 2022 at 6:11 am
Y la famosa película de La Princesa recién casada la maistra E. Esther Gordillo, película que supuestamente fue para prepararle el terreno a los planes Peña Nieto?