Por: Hermann Bellinghausen*
Condenado a la vía del aprendiz
no encuentro la manera de decir
ya terminé
No me atrevo a pretender
que sé qué cosa
Miro lo que encuentro
y hago lo que puedo
que nunca es mucho
y si lo que se puede
es la medida del poder
tengo menos que ninguno
Pronto renuncié a la escuela
En otras partes también
hubo maestros
Ando y anduve en jubón
de pupilo
y mis dos rocinantes
orejas de burro
Hube de aplicarme en serio
Levantarme temprano
Vivir despertando
Elegí no dormir
no estarme quieto
dejar atrás las trancas
de la paciencia
que no merecían respuestas
Me incliné a un lado
como trompo que aspira a caer
en cierto sitio
Y me llené de años
me puse duro
me volví indolente
renuncié al destino
Hoy que sé tan poco
no sé ni lo que digo
Foto de Portada: Frank Hemme/Flickr
*Periodista y escritor. México DF, 1953. Articulista y corresponsal de La Jornada, director del suplemento Ojarasca y miembro del consejo de redacción de Desinformémonos. Verbos comunes forma parte de su poemario más reciente: Trópico de la libertad (desInformémonos ediciones, 2014)
ana galvan
30 mayo, 2015 at 2:08 pm
Pues aprendiz de poeta…