Taibo II augura patiza a la oposición en 2024: “no van a ver ni el aire”

En su nueva novela Los alegres muchachos de la lucha de clases Paco Ignacio Taibo II se propuso echar una mirada a los últimos 70 años de su vida (él tiene 74) trascurrida entre su país natal, España, y México, adonde llegó cuando apenas era un niño.

El reto del escritor fue narrar la historia de tal manera que pudiera engarzar a generaciones distintas entre sí, pero que comparten el denominador común de la lucha social, y que sobrevivieron a un país dominado por una clase política rampante que comenzó a diluirse a partir del 2018.

“Quería hacer una historia de mi generación, entonces mezclé elementos autobiográficos de todo tipo con historias que no son mías, me las contaron, las viví de segunda mano, me tropecé porque esa era la intención final, la intención final era decir, llevamos 70 años resistiendo y nos la pelan, no van a poder”, dijo con su habitual sarcasmo.

Se refirió entonces al proyecto de transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) del que él ha sido una parte fundamental.

“Somos la generación que peleó y peleó y peleó y estuvo en mil y un batallas y perdió algunas y ganó otras y empató muchas, y luego ganó la gran batalla de la 4T y el 2018, la gran batalla”.

Sin embargo, dijo, el triunfo del 2018 fue apenas el principio de un proyecto que debe continuar y profundizarse.

“¿Esa es una victoria? No, es el ser el principio de una pequeña victoria que hay que llevar mucho más allá, mucho más a fondo y el libro se va volviendo un champurrado de historias chicas, grandes, medianas”.

Anuncio publicitario. Siga deslizando para continuar leyendo

Los alegres muchachos de la lucha de clases tuvo una cálida recepción de decenas de lectores que acudieron a uno de los salones más amplios de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en donde estaba programada su presentación.

Antes de iniciar el evento, el escritor se dio el tiempo de firmar algunos ejemplares y continuó con ello en el stand de la Editorial Planeta al finalizar su conversación.

Taibo II se refirió a su libro como un retrato hecho de forma arbitraria que incluye lo que se le vino en gana para describir sucesos que marcaron su vida, y recordar con “cariño” a aquellas generaciones que resistieron a un régimen corrupto y  violento que ha robado la Presidencia de la República en tres ocasiones, porque en la siguiente elección se les va a poner una “patiza”.

“A lo largo del libro está repleto de momentos en que digo, aquí ganó la voluntad, la necedad, la terquedad, el no me rindo, el me vale madres que esté apostando diez contra uno para perder y se cuenta, y se cuenta, y se cuenta, y hubo tres fraudes nacionales para elegir a un presidente y nos robaron el derecho sacro a los mexicanos para elegir la figura máxima, no importa, la que viene, la que sigue, y ahora la que viene es la más divertida, porque la patiza que les vamos a poner (en 2024) no van a ver ni el aire, el polvo les va a resultar grato. Pero qué chiste, chiste cuando tenías detrás a un aparato corrupto, virulento, violento, que no sólo compraba votos a punta de colchones, también a punta de amenazas, miedo, tiroteos, o sea, honor a quien honor merece, esta generación que resistió pues merece por lo menos ser recordada con cariño, he ahí la génesis de un libro como este, que no quiere ser enciclopedia ni historia de la izquierda de los años 60 a nuestros días, ni biografía, ni autobiografía”, dijo, desatándo risas y aplausos de los asistentes.

La nueva obra del escritor es también una compilación de más de  200 personajes, algunos mencionados por su nombre, apodo o cercana descripción, y llamados por el propio autor como “transas y tránsfugas”.

“Es una especie de retrato de familia compartido, también hay algunos retratados que les va de la fregada en el libro, porque Vicente (Fox) se volvió asqueroso, traidor, culero, gandalla, miserable, vendido, corrupto, entonces bueno, hay un pase de torero al respecto de los transas y tránsfugas de nuestra generación, que afortunadamente no son tantos. Hacen bastante ruido, pero no son muchos”. 

Dentro de esas historias se encuentran también aquellos personajes encumbrados en los medios de comunicación que han vivido de la “corrupción periodística”. El escritor recordó el caso de uno de ellos, jefe de una sección del diario El Universal, a quien no mencionó por su nombre,  fiel parroquiano de un bar en la Avenida Bucareli en la Ciudad de México que a la hora de pagar tenía la costumbre de sacar su cartera repleta de billetes.

Anuncio publicitario. Siga deslizando para continuar leyendo

“Dice textual porque yo estaba ahí, inocente porque yo no tomo alcohol como ustedes saben, estaba echándome una coca cola de oquis, aprovechando la situación y el tipo dice, ‘menos mal que me llegó la corta de Gobernación porque si no, ni para tehuacanes les alcanzaba’, o sea, reconocía explícitamente que su cartera llena de billetes era producto de una  corta, entre comillas, que no debía ser tan corta, que le daba la Secretaría de Gobernación, en corto les diría su nombre y apellido porque sigue  siendo alto funcionario de esta prensa”.