Desde que comenzó el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Ricardo Salinas Pliego se empeñó en construirse una imagen que lo hiciera parecer cercano y popular a la gente. Para tener esa cercanía, decidió tomar el control de sus redes sociales, y fabricarse un personaje, bautizado por él mismo como ‘El Tío Richie’, un ricachón desaforado que mienta madres, insulta a sus críticos, y se muestra generoso regalando automóviles, casas o motocicletas.
También intentó llevar la fiesta en paz con el mandatario al haber sido incluido ene el inicio del sexenio en el Consejo Asesor Empresarial que reúne a los principales magnates del país. Pero nada de eso le funcionó, pues la tensión entre ambos personajes llegó a su punto álgido el pasado 3 de noviembre, cuando por primera vez, el titular del Ejecutivo mencionó al empresario por su nombre y lo acusó de orquestar una campaña en su contra mediante la televisora de su propiedad, TV Azteca, la cual, dijo, se ha dedicado a denostar la atención que su gobierno ha desplegado para atender el desastre que ocasionó el huracán Otis en el Puerto de Acapulco.
La animadversión de Salinas Pliego en contra de la administración de López Obrador y de los gobiernos de izquierda que arribaron al continente suramericano en los recientes años como producto de elecciones democráticas no es desconocida, pero es la primera ocasión que se ha volcado abiertamente en contra de las políticas implementadas por el tabasqueño, a quien había evitado mencionar por su nombre.
Por eso es que mientras juega a hacerse el benefactor y trata de aparentar una cercanía con la gente, simultáneamente se ha convertido en uno de los arietes de la ultraderecha mexicana y regional para destronar a gobiernos de izquierda.
Recientemente, el magnate estableció un vínculo de sociedad con Atlas Network, una organización estadounidense que está financiada por poderosas firmas trasnacionales como la farmacéutica Pfizer, las petroleras Shell y Exxon, la cigarrera Phillip Morris, y Procter & Gamble, la cual se ha encargado de impulsar políticas neoliberales para colocar a presidentes de ultraderecha en países latinoamericanos. Tales son los casos de Jair Bolsonaro en Brasil, Guillermo Lasso en Ecuador, y el candidato presidencial Javier Milei de Argentina. Se estima que la organización posee un presupuesto anual para sus operaciones que asciende a los 910 millones de dólares.
De acuerdo con el periodista estadounidense Lee Fang, la organización Atlas Network, buscaba tener una presencia más consistente en América Latina, y en marzo del 2017 cuando reunió a exponentes de la nueva derecha política, social y empresarial regional en el Foro para la Libertad en Latinoamérica, que se llevó a cabo en el hotel Brick de Buenos Aires, acordó establecer una ruta que dio su primer avance con el nombramiento de Roberto Salinas León, primo de Ricardo Salinas Pliego, como director de su sección para América Latina.
Eso ocurrió a finales del 2018, cuando López Obrador se disponía a iniciar su mandato, y justo a principios de este año, el Centro Ricardo B. Salinas Pliego (CRBSP) y la Universidad de la Libertad (UL), ambos propiedad del magnate, firmaron un acuerdo de asociación con Atlas Network para promover “los principios del libre mercado y los negocios. desarrollo e innovación”.
La organización estadounidense se comprometió a enviar panelistas a la UL y dar a acceso a todos sus estudiantes a becas y pasantías para que puedan estar “más empoderados para abogar por sociedades libres que ofrezcan dignidad y movilidad social para todos, especialmente en México”.
En tanto que el compromiso con el CRBSP fue para expandir su programa “Lights, Camera, Liberty” (LCL) en toda la región mediante financiamiento de cortometrajes, películas y producción de videos. En la firma de ese convenio se estableció que a finales de este año se realizaría en México la primera “Cumbre de Tecnologías Descentralizadas”.
Durante la firma de ese acuerdo, hubo un pronunciamiento de ambos lados. Brad Lips, director ejecutivo de Atlas Network, dijo que la asociación ayudaría a hacer de América Latina “una región más libre y próspera en las próximas décadas” para luchar contra las ideologías “antiliberales”.
“A través de nuestra nueva asociación, los estudiantes latinoamericanos obtendrán una comprensión más profunda de los valores liberales clásicos y lucharán contra las ideologías antiliberales que se han arraigado en gran parte de la región. Trabajando juntos de esta manera, podemos sentar las bases para una nueva era de libertad y prosperidad inclusiva”, destacó.
Salinas Pliego respondió de su parte, que “Atlas Network ha sido un verdadero campeón de la libertad en América Latina y esperamos continuar esa tradición”.
Pero además agregó: “Con el fuerte apoyo de Atlas Network, la Universidad de la Libertad revolucionará la academia y dará forma a la próxima generación de defensores de la libertad. Es importante que dejemos atrás nuestros miedos y reunamos el coraje para comprometernos a construir una sociedad más libre”.
Unos meses después de que la Red Atlas, en agosto del 2018, nombrara a Roberto Salinas como su director de la sección de América Latina, este escribió un amplio artículo en la página web de la organización donde se apropia del apodo que utilizó el historiador Enrique Krauze para referirse a AMLO como el “mesías tropical”, y de aquella frase acuñada por el escritor Mario Vargas Llosa para referirse a Morena como una versión recargada de la “dictadura perfecta” que encarnó el PRI por más de 70 años.
En su artículo, el primo del magnate describe a López Obrador como un político caracterizado por la intolerancia y la demagogia.
“Su actitud hacia el disenso es desdeñosa, típica del fanatismo populista: el acuerdo se recibe con una celebración nacionalista, mientras que el desacuerdo se tilda de ocultar un interés creado o ser parte de un grupo de identidad cuyo objetivo es explotar a los pobres”, escribió Salinas León.
El periodista uruguayo Daniel Gatti del semanario Brecha, señala en un artículo que La Red Atlas, como se le conoce en español, había permanecido en una “zona oscura”, hasta que, a mediados del 2017, el periodista estadounidense Lee Fang publicó una detallada investigación en la revista digital The Intercept que comenzó a arrojar luces a la estructura de la organización, sus definiciones, vínculos y crecimiento exponencial en América Latina.
“El modelo de Atlas que se disemina por América Latina se basa en un método perfeccionado durante décadas en Estados Unidos y Reino Unido, en el que los libertaristas se esforzaron por contener la marea favorable al Estado de bienestar que se dio tras la Segunda Guerra Mundial”, escribió Fang como resultado de su investigación.
Cuando se puso en funcionamiento en la década los 80, la Red Atlas contaba con 27 instituciones asociadas y presencia en 17 países. Actualmente son más de 500 en 98 naciones. Atlas Network fue fundada por el empresario británico Antony Fisher en 1981, para llevar al límite los postulados del premio nobel de economía, el austríaco Friedrich Von Hayek, quien propugnaba sacar al Estado de sus funciones sustantivas como la protección social a través de un modelo llamado neoliberalismo.
Esto en términos prácticos significa la reducción al máximo del pago de impuestos, una idea con la que congenia el propietario de TV Azteca, para supuestamente crear empleo; la privatización de empresas públicas y de los sistemas de salud y educación, así como el desmantelamiento de sindicatos.
Los agremiados a la Red Atlas defienden la desigualdad y consideran como algo natural el que unos cuantos sean ricos y que la mayoría de la población viva en la pobreza. Gatti resalta el documento que tiene en su página web la Fundación Ecuador Libre, creada por el actual presidente de ese país, el banquero Guillermo Lasso, donde se afirma que los ricos son víctimas de odio y que la única vía posible para reducir la pobreza es la acumulación de riqueza.
“Lamentablemente, en nuestra idiosincrasia latina, el odio a los ricos es muy común. […] El discurso de nuestros políticos mueve fibras sensibles que exacerban el odio a los ricos y a la riqueza, explotando la lucha de clases para la obtención de votos y/o popularidad. […] El odio a los ricos y a la riqueza parece ser parte del ADN latinoamericano y contribuye enormemente al retraso de nuestros países. […] Ojalá entendiéramos que la acumulación de la riqueza es positiva y es la única vía segura hacia la disminución de la pobreza”, señala ese artículo, escrito por Paola Ycaza, a quien describe el periodista como una milipili ecuatoriana que dirigió el Centro de Estudios Económicos y Sociales para el Desarrollo de la Universidad Espíritu Santo de Quinto.
El término ‘milipili’ proviene de la unión entre los nombres Milagros y Pilar, utilizado para referirse a las jóvenes de clase alta que presumen de tener mucho dinero. Lo particular es que su “riqueza” no proviene de fuente propia, sino que es heredada por sus padres.
Según algunos artículos publicados al respecto, Roberto Salinas León, primo de Salinas Pliego, es uno de los tres referentes de la Red Atlas, junto con su director ejecutivo Brad Lips y el empresario chileno y presidente de la Fundación para el Progreso, Nicolás Ibáñez Scott.
Ellos tres entraron al relevo del argentino Alejandro Chafuen, quien fue director de la Red y que como empresario sostuvo fuertes vínculos con las dictaduras militares de su país. Fue en marzo del 2017, en el marco del Foro para la Libertad en Latinoamérica, que Chafuen pidió a los presentes la continuación de su trabajo, consistente en la desacreditación de los movimientos sociales y los gobiernos de izquierda en América del Sur y América Central, para impulsar, em palaras de Gatti “una versión business-friendly” del libertarismo.
De hecho, en los primeros días de junio del 2022, el CRBSP fue coordinador y sede del Foro de Libertad en América Latina de Atlas Network, con representantes de 24 naciones. Salinas Pliego fue el anfitrión y de acuerdo con la programación del evento, participó como orador en una conferencia magistral durante la inauguración.
“A medida que las fuerzas antiliberales de la izquierda y la derecha políticas ganan fuerza en toda la región, el evento se centró en cómo los socios de Atlas Network pueden hacer frente de manera efectiva a la marea estatista”, enuncia un comunicado de la organización en su página web que daba la bienvenida a ese evento.
Sin embargo, el del 2017, fue el primero de varios foros que se han hecho hasta la fecha con la presencia de ex mandatarios ligados a la derecha, entre ellos los expresidentes mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox; los colombianos Iván Duque y Andrés Pastrana; el boliviano Jorque Quiroga; el argentino Mauricio Macri y los españoles Mariano Rajoy y José María Aznar, además del escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien es presidente de la Fundación Internacional por la Libertad, y el ex ministro de Hacienda del dictador chileno Augusto Pinochet, Hernán Buchi.
En uno de esos foros, realizado el pasado mes de septiembre, también participó la candidata del Frente Amplio por México a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, quien se asumió como víctima de persecución por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debido a su ascendencia indígena y a que es una empresaria exitosa.
Para alcanzar sus objetivos, los asociados de Atlas Network no tienen recato en recurrir a campañas negras, como la que organizaron a mediados del 2020, con la etiqueta #AmloVeteYa, que pretendía la salida del presidente mexicano. De acuerdo con la plataforma Pandemia Digital, medios de comunicación, influencers, trolls (cuentas anónimas) y periodistas como Carlos Loret de Mola, Joaquín López Dóriga, la intelectual Denisse Dresser y organizaciones ligadas a la Red Atlas, entre ellas, Caminos de la Libertad, IMCO, IPEA, México Evalúa y Promoción de la Libertad y Familia, han hecho eco de las campañas orquestas contra el mandatario.
En su artículo, el periodista Lee Fang, exhibió los lazos de la Red Atlas con el golpismo hondureño, venezolano y brasileño; con el fujimorismo, en Perú, la Fundación Ecuador Libre, el macrismo, en Argentina, y el trumpismo, en Estados Unidos.
Hablando de Donald Trump, el expresidente norteamericano que por segunda ocasión busca la Presidencia de su país, Salinas Pliego le hizo una aportación de 6 mil 600 dólares para su campaña en noviembre del 2020. Aunque, de acuerdo con un reportaje de la revista Proceso, en los cuatro años previos, Grupo Salinas había hecho donativos por un total de 570 mil 300 dólares a campañas del Partido Republicano.
Y según el mismo artículo, el propietario de TV Azteca otorgó un monto de 289 mil 500 dólares a candidatos del Partido Republicano a distintos cargos durante la administración de Trump, a pesar de que estos se caracterizaron por un recurrente discurso en contra de los migrantes.
Otra de las características de la Red Atlas con sus fundaciones, es que casi todas llevan en su nombre la palabra libertad. De ahí que a Salinas Pliego se le ocurriera bautizar su centro académico como la Universidad de la Libertad.
Se acabaron las prebendas
Los tiempos en que al magnate Ricardo Salinas Pliego le condonaban impuestos ya se acabaron. La última ocasión en que sucedió esto fue entre el 2013 y 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando el SAT le perdonó adeudos fiscales por 6 mil 833 millones 52 mil 002 de pesos de siete de sus empresas.
De su padre Hugo Salinas Price, Salinas Pliego heredó el oficio para evadir impuestos y se acostumbró a no pagarlos. El dueño de TV Azteca no sólo debe en México, sino también en los Estados Unidos, donde enfrenta una demanda por parte de sus acreedores que asciende a los 480 millones de dólares, que equivalen al pago de bonos y otros daños.
Pero al igual que sucede en territorio nacional, también se niega a pagar en el país vecino. Tan evasor es, que pertenece a un grupo de millonarios mexicanos que decidieron esconder parte de sus fortunas en paraísos fiscales, tal como lo han evidenciado diversos reportajes basados en los Pandora Papers, una filtración de casi 12 millones de documentos que revelan riqueza oculta, evasión de impuestos y, en algunos casos, lavado de dinero por parte de algunas de las personas más ricas y poderosas del mundo.
Una investigación exhaustiva en la que participó la revista Proceso detalla que el patriarca de la familia Salinas, el abuelo Hugo Salinas Rocha, diseñó en la década de los 90 un plan de transmisión de bienes en las Isas Vírgenes Británicas que estaban vinculados a cuentas bancarias en Pictet, en Suiza, para transferir parte de su fortuna a sus hijos.
Por otra parte, fue el propio padre de Salinas Pliego, Hugo Salinas Price, quien confesó abiertamente en su libro de memorias Mis años con Elektra, que dicha compañía surgió con la finalidad de evadir el pago de impuestos, es decir, para no pagar las cuotas del Seguro Social de los trabajadores de Radiotécnica, S.A., la fabricante de radios que fundó Hugo Salinas Rocha, el patriarca antes mencionado.
En el mismo libro, el padre del dueño de TV Azteca asevera que destruyeron toda la papelería existente hasta que lograron borrar el rastro de Radiotécnica, con lo que lograron su cometido de no pagar impuestos.
Libertad sólo la mía
El propietario de TV Azteca se ha fabricado una imagen de adalid de la libertad, pero en los hechos es un empresario sumamente intolerante a la crítica, tal como lo demuestran los procedimientos legales que ha interpuesto para evitar que se le mencione o señale en presuntos actos de corrupción.
Uno de esos procedimientos, es una demanda por daño moral en contra de la revista Proceso y su periodista Mathieu Pierre Olivier Tourliere, quien ha seguido el rastro del magnate que lo involucran en actos de corte ilícito, como la estafa Pemex-Fertinal en donde con documentos se exhibe su participación en la venta de Grupo Fertinal mediante sociedades de papel, una operación por la que obtuvo más de 400 millones dólares en ganancias.
Asimismo, son constantes sus insultos hacia la senadora de Morena, Citlalli Hernández Mora, a quien ataca por su aspecto físico, al igual que a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
Esta última decidió confrontar al empresario en su programa Martes del Jaguar haciendo la parodia animada Moches de Chayon A la Torre en la que se caricaturizaba al conductor estelar de los noticieros de TV Azteca, Javier Alatorre, quien en su papel de entrevistador siempre hacía preguntas incómodas a su patrón, Salinas Pliego, personificado este como una sirena.
Sin embargo, esa sección dejó de transmitirse porque el magnate obtuvo una suspensión provisional con el argumento de que se vulnera su integridad, dignidad y vida privada.
“Claro, también me dice que era la perra más fea de la 4T, eso estuvo horrible, pero luego seguía, muy enojado y termina dando insultos, así como el insulto más grave ¡Bailarina comunista! y eso sí que me dolió, porque no entendí nada y ahora qué me dijo el señor, desde entonces estoy que no duermo, qué será bailarina comunista, como el peor agravio que me han dicho en la vida, pero entonces él sí nos puede insultar, nos dice perras, cerdas, pero él se ofende porque le dices que paga sus impuestos”, ironizó la gobernadora en su transmisión del pasado 20 de octubre.
En una de sus columnas, el periodista Álvaro Delgado, considera que tras ser mencionado por el presidente López Obrador en una de sus conferencias mañaneras, el empresario estampó su derrota y tendrá que pagar los miles de millones de pesos que adeuda por concepto de impuestos, pues hasta su tentativa de ser protegido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación tampoco le funcionó.
Alberto Colunga
12 diciembre, 2023 at 10:34 am
QUE PAGUE SUS IMPUESTOS !!!
ADEMÁS, UNA NOTICIA PARA ESTE SEÑOR Y SU RED DE LIBERTARIOS EVASORES Y CORRUPTOS:
EL PUEBLO DECIDIÓ EL FUTURO DE MÉXICO EL 2018 Y DECIDIRÁ EN 2024 LA CONTINUIDAD DE LA 4T !!!
EL PUEBLO MANDA !!!