Salinas de Gortari convirtió el agua en una mercancía

El 1 de diciembre de 1992, el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari aprobó la Ley de Aguas Nacionales y, con ello, cedió a las empresas privadas los derechos de las presas y canales, así como permisos para explotar fuentes acuíferas.

También bajo mandato de Salinas fue creada la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que se convertiría en la única y discrecional autoridad, encargada de otorgar concesiones y asignaciones.

Desde entonces, al frente de esta dependencia ha habido varias “casualidades”.

Como ejemplo, está Cristóbal Jaime Jáquez, quien también se ha desempeñado como directivo en Femsa (Coca-Cola), en la Corporación Industrial Escorpión (integrada por empresas embotelladoras) y en Lala.

Asimismo, la institución se ha utilizado para el beneficio de las industrias y de los amigos, algunos de ellos cercanos a Salinas, como Bachoco o los parques temáticos de Xcaret. Incluso, una publicación de La Jornada, de agosto de 2006, indica que Jaime Jéquez permitió a Lala explotar 250 pozos en Cuatrociénegas, Coahuila.

El año pasado, durante el foro El derecho humano al agua: avances y retos en el Senado, la subdirectora general de Administración del Agua de la Conagua, Elena Burns Stuck, explicó que desde 1992 y hasta ese día se habían otorgado 518 mil concesiones.

“Los tribunales dicen, no importa si hay veda, no importa si hay daños a terceros o si no hay disponibilidad del liquido, la Conagua está obligada a otorgar permiso. En este momento, en toda la nación y en nuestras oficinas centrales, se están otorgando concesiones al mayoreo en acuíferos y cuencas sobreexplotadas. (La Conagua) está obligada a otorgar concesiones en acuíferos y cuencas sobreexplotadas por órdenes de tribunales que nos dan 24 o 72 horas para otorgarlas, y si no lo hacemos nos aplican sanciones que van desde multas descontadas del salario del funcionario, inhabilitación o prisión”, explicó.

Como resultado, ahora hay problemas de sobreconcesioramiento de más 200 cuencas y acuíferos, hay compradores que apartan metros cúbicos por año sin un estudio de campo de por medio y pozos fantasma para adquirir recursos públicos a diestra y siniestra.

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La crisis no afecta a la industria

Actualmente, millones de mexicanos no tienen ni una sola gota de agua y se ven obligados a contratar pipas o comprar garrafones para poder sobrevivir.

No obstante, las empresas extranjeras siguen viéndose beneficiadas. Un ejemplo es cómo hasta 2017, agua.org estimó que las marcas con mayor venta en México eran Bonafont, con 2.5 millones de litros al año y las estadounidenses Ciel, con 2.3 millones de litros anuales y E-Pura, con más de 2.1 millones de litros.

En conjunto, estas transnacionales controlan una 730 mil millones de litros de agua. Además, empresas como Coca-Cola, Pepsi, Danone, Nestlé, Bimbo y Aga controlan otros 133 mil millones de litros de agua al año.