El próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha emprendido una política imperialista que no corresponde con el nivel de decadencia en que ha entrado Estados Unidos en los últimos lustros.
Trump piensa que él manda en el mundo, que su país es quien debe decidir todo y que puede violar tratados internacionales e incluso anunciar anexiones a su país, como el intento que está haciendo por convertir a Groenlandia en un territorio estadounidense.
Estados Unidos es un imperio en decadencia que ha perdido su presencia en el mundo y que cada vez más disminuye su potencialidad económica y su capacidad para imponer condiciones a otros países. Donald Trump quiere recuperar eso, pero es prácticamente imposible. Él piensa que gobernará un gran imperio, y lo que gobernará en un imperio en su proceso de decadencia.
Ahora bien, este personaje que pronto será de nueva cuenta el presidente de los Estados Unidos ha lanzado amenazas y ataques a México. Ha amenazado con imponer aranceles a productos mexicanos, cuando eso violaría los tratados que se han signado. Ha difundido la idea de que el gobierno de nuestro país no combate al narco y que incluso es parte de él. Ha criminalizado a nuestros trabajadores mexicanos cuando son ellos los que mantienen a flote a la economía estadounidenses. Y ahora, ha afirmado que el Golfo de México no se debería llamar de México, sino de América.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha sido paciente con estas agresiones y amenazas, pero no se ha quedado callada.
El miércoles en la mañanera respondió a la ocurrencia de Trump de cambiarle el nombre del Golfo de México, y lo hizo con sarcasmo. Dijo la mandataria que a América del Norte se le podría llamar de otra forma: “¿Por qué no le llamamos América Mexicana, se oye bonito, ¿no? ¿Verdad que sí? La Constitución de Apatzingán era de América Mexicana. Entonces vamos a llamarle América Mexicana”.
A Donald Trump hay que saber enfrentarlo y no tenerle miedo. Hoy Estados Unidos precisa más de México que México de Estados Unidos. La decadencia del imperio estadounidense es evidente, y está hoy dando pataleos de niño chiqueado que no acepta su derrota. Y eso lo tiene bien claro nuestra presidenta, que una vez más salió a defender a nuestro país. Eso que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN simplemente no hicieron. Ellos querían entregar al país a extranjeros, no defenderlo.
Poncho el de Detroit
8 enero, 2025 at 7:09 pm
Ya no deberían de hacerle caso a las puntadas y rabietas del Golfo de Mara Lago, el Toasty Trump, y mucho menos engancharse con sus p3nd3jadas. Lo mejor es tirarlo de a loco. Grinch que ladra no muerde!.
Herny
9 enero, 2025 at 12:01 pm
América Mexicana y con una población cada vez más creciente del otro lado de la frontera con verdaderos Mexicanos orgullosos de sus raíces, capaces de levantar la economía de una nación si los juntáramos en un estado de USA, sería el Estado más próspero y autosuficiente
J Eduardo Rivera Parra
15 enero, 2025 at 7:52 am
Me parecen demasiado estúpidos los gringos que sigan votando por un demente buscabullas que dilapida sus impuestos patrocinando guerras y gastandolo en sus locuras caprichos y causas esteriles
Tanivet
15 enero, 2025 at 7:33 am
No debemos olvidar jamás que Estados Unidos llegó a ser una potencia gracias a los mexicanos que se la parten allá. Un mexicano hace el trabajo de 4 gringos. Tenemos la capacidad de ponerlos en su lugar. Solo hay que creerlo y hacerlo. Muy bien por nuestra Presidenta.