Proceso criminaliza a la activista Julia Klug por recibir leche Liconsa

Sin ningún tipo de prueba periodística, la revista Proceso criminalizó en una de sus notas a Julia Klug Archila, una de las activistas más combativas del plantón afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra la ministra presidenta Norma Piña y los jueces corruptos.

Con el propósito de manchar su activismo y poner una sombra de duda en su protesta, Proceso exhibió información de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) en la que se señala que Julia Klug “recibe recursos públicos de parte de la Secretaría del Bienestar a través de Liconsa, S. A. de C. V.” como si eso fuese un delito, una especie de “chayote” o algo por lo que debería de ser condenada.

Sin embargo, la nota firmada por la periodista Diana Lastiri nunca aclara que en la PNT aparecen los nombres de las personas que se benefician de los programas sociales federales, el caso de Julia Klug, quien fue beneficiaria del Programa de Abasto Social de Leche Liconsa, con el cual las personas, muchas de ellas adultas mayores, reciben una tarjeta para recibir una dotación de leche de forma mensual.

De forma mezquina y con el propósito de engañar a los lectores, Lastiri señala que “en ningún documento se establece cuánto dinero recibió en los ejercicios fiscales informados”, lo cual es falso, pues en la misma PNT en el apartado del padrón de beneficiarios de los programas sociales, puede comprobarse que muchos de estos supuestos pagos tienen la leyenda de que recibió cero pesos.

La periodista de Proceso da cuenta de que Julia Klug recibe desde el año 2016 “una pensión del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM) por motivo de fallecimiento” de entre 15 mil y 19 mil pesos mensuales, sin mencionar en ningún momento que lo hace porque tiene derecho, pues su hijo Ricardo Martínez Klug, murió siendo piloto de la Fuerza Aérea Mexicana durante el sexenio de Felipe Calderón.

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Inclusive, en un perfil publicado sobre ella en Milenio, Julia Klug dejó en claro que ella no vive del erario público pero sus palabras no le importaron al semanario Proceso para intentar difamarla y manchar su imagen.

“Si a mí me pagaran, no estaría aquí arriesgando mi vida, yo estoy aquí por convicción, yo estoy aquí porque me duele lo que le pasa a México y por lo mismo yo voy a morir de pie luchando por los mexicanos”, puntualizó.

Nacida en Cobán, Alta Verapaz, Guatemala, Julia Klug tiene 69 años de edad, es mexicana desde el año 2001 y se dedica al activismo desde 30 años, especialmente en el Zócalo de la Ciudad de México. Inició protestando en ese lugar, a las afueras de la Catedral Metropolitana para exigir la destitución de sacerdotes pederastas, entre ellos el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.

En redes sociales se ha hecho famosa por aparecer disfrazada de ministra con cara de cerdo y una metralleta o como lo hacía anteriormente, con atuendos confeccionados por ella misma simulando ser el Papa un miembro del Ku Kux Klan.

Julia Klug es también simpatizante del Presidente Andrés Manuel López Obrador desde 1996 y fue una de las destacadas mujeres que vestidas de “Adelitas”, participaron en las protestas por la defensa del petróleo durante el gobierno de Felipe Calderón. 

“Sentí un enlace muy fuerte con la persona y dije pues yo lo voy a apoyar, porque lo que él siente yo lo siento, porque lo que él quiere yo lo quiero y mira, lo quiero tanto que lo traigo tatuado en la piel, o sea soy obradorista de hueso colorado y yo estoy dispuesta a morir por él, si viene un problema fuerte en contra del Presidente yo voy a ir hasta adelante para defenderlo”, según contó en entrevista para Milenio.