Por: Redacción (@revistapolemon)
28 de marzo 2017.- Diego Gabriel Cruz Alonso, uno de los llamados “Porkys” acusados de de violar a la menor de edad Daphne Fernández, podría salir de la cárcel tras el amparo otorgado por un juez bajo el argumento de que no hay evidencias suficientes para sostener el juicio en su contra por el delito de pederastia.
La orden de absolverlo y liberarlo fue dada por el juez Tercero de Distrito de Veracruz, Anuar González Hemadi, quien de acuerdo al amparo 159/2017, consideró que la Fiscalía de Veracruz no logró acreditar el estado de indefensión de la víctima, el abuso sexual y la intención lasciva por parte de Cruz Alonso de satisfacer un apetito sexual.
En otras palabras, el “Porky” nunca tuvo la intención de “copular” con la menor y ni siquiera llegó a perpetrar el acto sexual, pues según el juez, si bien la menor declaró que le tocó los senos, le metió las manos debajo de la falda y le introdujo sus dedos por debajo del calzón y después se los introdujo en la vagina, apenas tuvo un “roce o frotamiento” con ella.
“En el delito de pederastia (…) el abuso sexual debe entenderse como cualquier acto libidinoso (el cual puede ser desde un roce, frotamiento o caricia), que se ejerza con la intención lasciva del sujeto activo en el sujeto pasivo, sin su consentimiento y que no se tenga el propósito de ejecutar la cópula. Esta intención lasciva, elemento subjetivo conformador del ‘abuso sexual’, es el que no se acreditó en el presente asunto, pues no existe prueba alguna que compruebe eficazmente la lascivia en la conducta del quejoso”.
González Hemadi también señaló en la sentencia que no hay evidencias para sostener que Diego Gabriel Cruz Alonso hubiese tenido la “intención de satisfacer placeres sexuales o el erotismo propio del activo, o de un apetito carnal inmoderado” al tocar a la menor de edad.
Por si fuera poco, el juez indicó que si no fuese por el hecho de que la víctima era menor de edad, no hay pruebas del delito de pederastia, pero la conducta del “Porky” pudo haber sido sancionada bajo el delito de “abuso erótico sexual”.
“Debe ponderarse que la conducta atribuida al disconforme, por la mecánica de los hechos se traduciría en un delito diverso, si no fuese la pasivo menor de edad, esto es, se estaría en presencia de una clasificación delictiva del delito de abuso erótico sexual y no de pederastia”.
Aunque el juez dictó la sentencia a su favor, Diego Gabriel Cruz Alonso no podrá salir inmediatamente de la prisión. Al ser acusado por un delito grave, todavía necesita que un tribunal colegiado revise y confirme la sentencia.
El Caso
Enero de 2015. Afuera de un bar en Boca del Río, Veracruz, Enrique Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez Acosta, cuatro jóvenes hijos de empresarios, suben a la fuerza a Daphne Fernández de 17 años a un automóvil. En el trayecto a la casa de uno de ellos, la violan por primera vez. Después, al llegar al domicilio, la arrastran hasta la recamara y la meten al baño. Por segunda ocasión abusan sexualmente de ella.
Antes de interponer una denuncia ante las autoridades, el padre de la menor acuerda con los padres de los agresores que el agravio quedará saldado si se disculpan en video (pues la joven se encuentra traumatizada tras el abuso sexual), asisten a terapia con un psiquiatra y se mantienen alejados de su hija.
Meses después, circulan videos en redes sociales en los que se registran las disculpas de los jóvenes y sus padres por la violación cometida contra la menor.
“Daphne, desde el más fondo de mi corazón te pedimos una disculpa. Sé que no lo podemos cubrir, pero estamos muy arrepentidos (…) Estábamos muy mal y fue un error”, se le escucha decir a uno de los presuntos responsables.
Tras esta situación, se desata una campaña de desprestigio en contra de la menor, lo cual provoca que el padre de Daphne presente una denuncia ante las autoridades al considerar que los padres no cumplieron con sus condiciones para no proceder legalmente.
El caso toma relevancia en los medios y se registra una pequeña manifestación para exigirle a las autoridades justicia y castigo a los responsables. Los jóvenes huyen cuando el Gobierno de Veracruz comienza a realizar las primeras pesquisas.
En mayo de 2016, Enrique Capitaine es capturado. Gerardo Rodriguez, quien conducía el coche en el que abusaron a Daphne Fernández, queda libre de cargos. En junio de 2016, Diego Cruz fue detenido en Madrid, España y en enero pasado fue extraditado a México y recluido en “El Penalito” del Puerto de Veracruz.
El único de los jóvenes llamados “Porkys” que se encuentra prófugo es Jorge Cotaita, acusado también por el delito de pederastia agravada.
Este es el amparo otorgado por el juez: