Tras la jornada electoral del pasado domingo en el Estado de México y Coahuila, fueron el PAN y el PRD los grandes perdedores, al sumarse en alianza con el PRI.
Según narra el periodista Témoris Grecko en Milenio, esta acción restó la efectividad electoral de los partidos, pues entre 2021 y 2023, el PAN perdieron en dichas entidades 15 y 77% respectivamente, mientras que el PRD lo hizo en 22 y 19%.
Por su parte, el PRI tuvo un crecimiento marginal en tierras mexiquenses, con 5% más respecto a los últimos dos años y, en Coahuila, logró retener la gubernatura e incrementar su porcentaje de votación en 30%, respecto a las elecciones de hace seis años.
Así, las cifras demuestran que el partido del Sol Azteca y el blanquiazul fueron los únicos con representación nacional que entraron en la zona de negativos, pues Morena, PT y PVEM aumentaron su cantidad de votantes, aún con la pérdida en Coahuila.
En el caso del PT, en alianza con Morena en el Estado de México e independiente en Coahuila, ganó 110 y 413% respectivamente, mientras que el PVEM avanzó 87 y 75% y, Morena, creció 15 y 152% en dichos estados.
La alianza, en cambio, no le benefició al PRD para lograr ni siquiera el 3% en ninguna contienda, lo que lo llevó a perder el registro en ambas entidades.
Y, el PAN, pese a que jugó en alianza con el PRI, partido ganador, aportó apenas el 6.8% de los votos, mientras que en el Estado de México apoyaron a la alianza perdedora, lograron 11.2% de los votos registrados.
Pequeñas ganancias
Aún con la derrota histórica en el Estado de México, las coaliciones con candidato propio beneficiaron al PRI en las elecciones, aunque a sus socios les perjudicó.
Según Grecko, esto es contrario a lo que la alianza obradorista ha fomentado, en la que los partidos menores cosecharon amplios beneficios al sumarse a la candidatura ganadora en la mayor entidad del país, así como por presentar aspirantes propios en Coahuila.
En el caso de Morena, tuvo un aumento considerable de apoyo en ambos estados, pese a no ganar en Coahuila.
Ahora, con la ganancia en el Estado de México, Morena pasará de gobernar a una población de 73 millones a una de 90 millones, y pasó de gobernar en 22 entidades, a encabezar 23.
Y, aunque en la votación del pasado domingo no se igualaron los históricos resultados que obtuvo en la jornada electoral de 2018, Morena registró un salto sobre los que obtuvo su candidata, Delfina Gómez.
En 2017, la morenista alcanzó 1.8 millones de votos, al igual que en 2021, cuando Morena enfrentó por primera vez la alianza opositora.
Este no es el caso de sus partidos aliados, quienes solo han experimentado un ganar-ganar:
El PT pasó de 60 mil votos en 2017, cuando fue en solitario, a 200 mil en alianza en 2018 y, este domingo 460 mil sufragios a favor; mientras que el PVEM creció de 270 mil en 2018 a los 620 mil de la última elección.
Lo mismo ocurrió con el PRI, que aún con la derrota en el Estado de México, elevó su votación, lo que Grecko adjudica posiblemente a que Alejandra del Moral fue el eje alrededor del cual debieron girar sus aliados PRI y PAN.
En 2017 el PRI logró 2 millones de votos para Alfredo del Mazo, pero en 2018 lograron solo 1 millón 400 mil votos y, en 2021, el total fue de 1 millón 600 mil. No obstante, en 2023 fue le único partido en coalición en lograr 5% más votos, alcanzando 1 millón 740 mil.
Eso no quita que tanto el Estado de México como Coahuila fueran grandes pérdidas para el PRI, pues eran considerados bastiones propios y, en el caso mexiquense, le dejó sin un importante número de población gobernada, pasando de 21 millones a apenas 4 millones de personas.
Por su parte, con la victoria en Coahuila, harán que en 2029 sea el único estado de Mélico que en cien años no haya tenido otro partido en el poder.
“Si en las elecciones locales de 2017 y 2020, el PRI se mantuvo estable en los 430 mil votos, la alianza alrededor de su candidato Manolo Jiménez lo elevó en 20%, hasta los 565 mil”, menciona Grecko.
