El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum han sido compañeros de lucha durante más de veinte años, sin embargo, la oposición, intelectuales, columnistas y comentaristas de radio y tv, han sido incapaces de entender el movimiento de la 4T y por eso siguen restando mérito a la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, dijo el productor y cineasta Epigmenio Ibarra.
“No opinan sobre la realidad, inventan la realidad o la quieren ajustar a los dogmas en los que se formaron unos y otros”, expresó.
Durante su participación semanal en el programa Por la mañana con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula, el también documentalista consideró que los líderes de opinión no pueden ver la capacidad de Sheinbaum porque tienen una mirada que en el fondo es misógina.
“Claudia tiene una firmeza y una capacidad que ha venido demostrando, no se mueve un ápice, dice es para allá, por eso es la presidenta y seguimos tratando de verla con una mirada que es misógina en el fondo, pero sobre todo es fruto en unos de la soberbia”, dijo.
De la misma forma, comentó, tampoco han podido aquilatar el peso histórico de la relación entre AMLO y Sheinbaum, quienes se han acompañado durante más de veinte años.
“No se ha aquilatado la originalidad y potencia de su pensamiento, tampoco se ha aquilatado suficientemente el peso histórico de la relación entre López Obrador y Claudia. Claudia cumplió 62 años, de esos 62, veintitantos ha estado luchando junto a López Obrador”.
El productor dijo que es por eso que ambos personajes “piensan igual, son autores de ese movimiento, protagonistas de ese movimiento y seguimos (la oposición) queriendo verlos como si fueran dos candidatos priístas”.
Ibarra recordó que el triunfo de Sheinbaum en la pasada elección se nutre de las legítimas aspiraciones de la gente y al mismo tiempo es un ejemplo para las izquierdas del mundo que están sucumbiendo en Europa ante una nueva oleada de la derecha.
“La gente quiere justicia, quiere paz, quiere ser vista con dignidad, quiere ser reconocida, tomada en cuenta. Este movimiento la toma en cuenta, eso es una lección para los movimientos de izquierda del mundo que están siendo avasallados. Europa acaba de caer bajo la bota de la ultraderecha, Francia está a punto de sucumbir, Perú, Ecuador; y México es la diferencia”.
El documentalista resaltó que ni siquiera los intelectuales de izquierda en el mundo pueden concederle a México el peso enorme que tiene, porque aún no conciben que López Obrador vaya a retirarse.
“Eso no lo pueden entender porque no hay dirigente revolucionario en la historia de la izquierda que en el pleno ejercicio del poder, en el colmo de su éxito se retire y yo veo a López Obrador mirar a Claudia con una sonrisa y decir es una giganta y decir es lo mejor que le ha pasado a México”.
El documentalista se dijo sorprendido por la capacidad de invención que tienen algunos columnistas para escribir hasta los supuestos detalles de las reuniones entre López Obrador y Sheinbaum.
“Es un ejercicio cotidiano en la prensa y entonces comparan sin recato alguno a Claudia y a López Obrador con sus antípodas, con Zedillo y con Salinas de Gortari, hay esta cosa de encasillar en viejas categorías lo que está sucediendo que es nuevo”.
Ibarra consideró que en México se está produciendo un fenómeno que cambiaría incluso la historia de la humanidad, pues se diferencia de otros movimientos de izquierda que han resultado fallidos. Explicó que la norma ha sido que están dirigidos por vanguardias ilustradas que al tomar el poder suelen separarse del pueblo, y se aferran a él.
“A ver cómo me reelijo dice Lula, o cómo me reelijo, dice Evo, o el propio Chávez o Maduro y entonces operan cambios constitucionales y la misma figura se queda por años. Lula es un gran presidente, pero su defecto es quedarse y eso habla de que la vanguardia no se renueva, la vanguardia se va haciendo más pequeña y cuando se va haciendo más pequeña se convierte en una élite y al volverse una élite se separa del pueblo, eso ha pasado en todas partes, menos en México”, afirmó.
El productor añadió que una de las características de los movimientos de izquierda es que tienden a fragmentarse, pero eso no ocurrió con Morena, donde se fomentan debates duros.