Margarita González Saravia, la líder de Morena que transformará Morelos

La historia de Margarita González Saravia se aleja de los relatos convencionales. No es como la de Xóchitl Gálvez, quien ha tratado de forzar al imaginario colectivo a que la vean como una mujer indígena y pobre que vendía gelatinas para ayudar a su familia, hasta que logró convertirse en una empresaria exitosa.

No, no es esa historia, sino una que podría contarse al revés. González Saravia nació en una familia económicamente privilegiada, propietaria del icónico parque natural Las Estacas, localizado en el municipio de Tlaltizapan, Morelos, un lugar donde brota el río Yautepec, y se puede practicar buceo, snorkel, o recorrer el propio río en kayak o balsa.

Sin embargo, su posición acomodada no fue un impedimento para que se involucrara con los movimientos sociales ni a las luchas sociales de izquierda. Fue en la década de los 70’s que comenzó una larga carrera en el activismo social, cuando el aparato represor del partido hegemónico dominaba cada aspecto de la vida cotidiana.

Esta mujer que buscará convertirse en la sucesora del actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se forjó en una época álgida de la política social de México como el año de 1968, lo que sin duda, fue una experiencia reveladora para la morenista, pues ahí comenzó a germinar su visión social progresista.

“No estudié en la universidad; mi universidad fue el campo”, aseveró en una entrevista que concedió al diario La Jornada.

Desde muy joven, con apenas 15 años de edad, comenzó a involucrarse en las causas sociales, optando por comunidades campesinas y zonas rurales en lugar de los lujos de su entorno. Mientras su padre se iba a jugar a los campos de golf, ella prefería acudir a las comunidades campesinas, a las colonias populares y a las zonas rurales, con la intención de mejorar la situación de vida de sus habitantes.

A los 18 años abandonó la casa materna y supo que se dedicaría de tiempo completo al activismo social, una idea que volvería a ratificar en términos ideológicos al conocer en una escuela campesina de Comala, Colima, a refugiados argentinos que huían de la dictadura de su país.

También formó parte de movimientos políticos de izquierda como el Movimiento Revolucionario del Pueblo, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, el Partido Mexicano Socialista, el Partido dela Revolución Democrática (PRD) cuando era una verdadera izquierda y Morena.

En el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, Margarita González Saravia Calderón dirigió con dedicación la Lotería Nacional, fortaleciendo una institución olvidada durante el periodo neoliberal, logrando en ella un verdadero renacimiento e impulso.

Tras terminar su tarea, Margarita González presentó su renuncia para contender por la coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Morelos y trabajando desde abajo con miles de morelenses, finalmente ganó la precandidatura al quedar mejor posicionada en el proceso interno de selección que recurrió al método de encuestas.

A López Obrador lo conoció cuando fundó el Partido Socialista Mexicano (PSM). Por aquel entonces, el mandatario trabajaba en una dirección del Instituto Nacional del Consumidor, en la que se encargaba de revisar el precio de los productos.

Aunque desde siempre ha estado involucrada en movimientos sociales, Margarita Saravia no es ajena a la iniciativa privada. Ha sabido conjugar su actividad empresarial y sus preceptos ideológicos.

En los años 90, asumió la responsabilidad del negocio familiar después de participar en movimientos sociales y en las campañas de los principales liderazgos de la izquierda.

“Yo vengo de una familia de recursos económicos importantes, pero a los 18 años tomé la decisión, a través de los comités de la teología de la liberación de los años 70, de incorporarse a los procesos sociales que me fueron llevando a los movimientos sociales. Me tocó apoyar la campaña de Valentín Campa, de Eberto Castillo, las 3 campañas de Cárdenas y las 3 de AMLO, pero luego en los 90’s me tuve que hacer cargo de la empresa familiar, lo que me llevó a conocer el otro sector”, comentó en una entrevista que concedió al periodista Alejandro Páez Varela en el programa Los Periodistas.

Antes de ocupar la dirección de la Lotería Nacional, Margarita González ejerció como titular en la subsecretaría de Turismo de Morelos; la secretaría de Desarrollo Económico y Turismo de Cuernavaca; también fue secretaria de Desarrollo Social de Cuernavaca; y secretaria de Turismo y Cultura de Morelos.

González Saravia destaca que es la primera vez que la izquierda gobierna el país, lo cual en el caso de Morelos es una gran oportunidad para demostrar que el proyecto de nación y la Cuarta Transformación también se puede concretar en lo local. En su opinión, la gente sabe ahora hacer una diferencia entre los gobiernos de izquierda y de derecha.

La precandidata morenista asegura que su participación social se centró en el campo y destaca la importancia de invertir en el campo morelense, no solo por reivindicación social, sino porque de él dependen 65,000 familias. Y con una visión clara, busca transformar la economía de Morelos a través de inversiones estratégicas.

“Yo tuve la suerte que mi participación social política fue en el campo, estuve en la Unión de Trabajadores del Campo. Morelos sigue siendo un estado rural en un gran porcentaje, he estado trabajando con la base campesina de Morelos que es extraordinaria y es a donde le vamos a apostar la inversión al campo morelense, no solo por reivindicación social, sino porque de él dependen 65, 000 familias. Cada estado tiene una vocación diferente, en el caso de Morelos es agraria, turística, ciencia y tecnología (hay más de 30 institutos de investigación científica) podemos hacer un proyecto interesante para sentar las bases en 6 años de un cambio profundo de la parte económica de Morelos, tener un buen portafolio de inversiones que nos permitan potencializar estos sectores”, dijo a Páez Varela.

Con esta postura, González Saravia podría convertirse en la primera mujer que gobierne el estado de Morelos, con un proyecto colectivo histórico, que refleja las necesidades de las comunidades agrarias populares.

Su historia, lejos de ser convencional, es un testimonio de congruencia y compromiso social en el escenario de transformación que vive México.