Manuel Velasco tiembla ante investigación contra Álvarez Puga

La investigación y acusaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del abogado Víctor Manuel Álvarez Puga, —marido de la presentadora de televisión Inés Gómez Mont— ha puesto nerviosos a personajes cercanos al ex gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello, asegura en su columna de opinión, el periodista Leonardo Kourchenko.

El periodista asevera que aunque la FGR ya giró órdenes de aprehensión en contra de diez personajes cercanos a Álvarez Puga, la trama es mucho más amplia de lo que parece y alcanzaría a gobiernos, estados, organismo paraestatales, así como operaciones financieras.

“En opinión de varios investigadores, una auténtica lavadora gigante de dinero, en su mayoría, dinero público”, escribe Kourchenko.

Recuerda que en el 2011 y 2012 existió orden de aprehensión en contra de Álvarez Puga y hay registro de que también se expidió ficha roja a nivel internacional para que se le capturara, pero en ese entonces, fue el ex presidente Enrique Peña Nieto quien lo perdonó, e instruyó se suspendiera la orden de búsqueda y captura.

Se especula, que el hoy senador Manuel Velasco Coello intercedió por él para que no se le arrestara.

La FGR acusa a Álvarez Puga de haberse prestado al desvío de más de 2 mil 950 millones de pesos mediante empresas factureras. La lista de negocios, operaciones, oficinas, y bienes del señor Álvarez Puga y sus asociados es considerable.

En 2008 adquirió el banco BARCO en sociedad con Ernesto Zedillo Jr., (hijo del ex presidente Ernesto Zedillo) que funcionó en Cancún y en Miami con operaciones simultáneas. Desde esa institución se adquirió (2008) un yate Sunseeeker de 73 pies anclado en los muelles de Miami para el solaz de los socios y sus invitados.

Además,  hay un departamento en Jade Ocean (Miami) que guarda historias de esa camarilla de socios y políticos-empresarios. El periodista recuerda que el Miami Herald consignaba las conexiones y negocios del abogado cuando su presencia en ese destino empezó a ser notable por transferencias y operaciones financieras.

Se presume que Álvarez Puga servía como instrumento de desvío de fondos y recursos del gobierno de Chiapas, con la operación de Daniel Sandoval –exmano derecha del gobernador Velasco– y la peculiar presencia de una ciudadana venezolana, Kerr Marrero, que funcionaba como intermediaria. Sandoval fue administrador del Partido Verde (PVEM) antes de que fuera designado secretario de Hacienda en Chiapas, bajo recomendación –sugerencia– de Jorge González Torres (El Niño Verde) y del propio Álvarez Puga.

Otro personaje señalado es Andrés Vidal, secretario de Obras del gobierno de Velasco, quien respondía –señalan los colaboradores cercanos– a las instrucciones precisas de la señora madre del gobernador. Por esa vía, se construían contratos inexistentes para pagar servicios ficticios y desviar fondos a cuentas, empresas y bancos. Algunos de esos contratos incluían a la CFE mediante el engranaje de Jorge Araujo, uno de sus directores y ‘eficiente’ operador.

La trama Álvarez Puga abarca también los servicios legales y de consejería jurídica para la constitución de fideicomisos operados por el financiero Alejandro Rojas –cuñado de Velasco– a favor de su esposa, Fernanda Velasco, y de su suegra, Leticia Coello.

Varios de estos personajes sostienen hoy disputas con el SAT por montos de varios cientos de millones de pesos en declaraciones de asimilados que no corresponden a la realidad. Aparecen en las listas del organismo y se sabe que buscan un acuerdo.

Kourchenko relata que cada semana, tres personajes llegaban a las oficinas del gobernador Velasco para ofrecer ‘asesoría’: Alito Moreno (hoy presidente del PRI), Javier Herrera (hijo del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera) y Mae Álvarez Puga.

La Fiscalía, dice el columnista,  podría emular al FBI y  ofrecer condenas menores y penas reducidas, a todos aquellos quienes compartan información.

“Ellos tienen los nombres, los números de cuenta, las transferencias, la gran operación de desfalco. Lo que sigue es la decisión política de hacerlo, considerando que muchos personajes de partidos y gobiernos saldrían involucrados. Es decir, perfecto para la narrativa de AMLO. Pero las alianzas políticas tienen su precio”, resalta.

El periodista refiere que entre AMLO y Velasco existe una tensión por el bloqueo de que fue víctima el mandatario por parte de maestros y agitadores de la CNTE, durante su última visita a Tuxtla Gutiérrez.  AMLO le adjudicó al senador la responsabilidad de la movilización.

El tema de fondo, agrega,  es si el presidente procederá ante este enorme aparato de desvío y lavado de fondos, “aunque eso implique destruir a algunos de sus aliados e incondicionales para llegar al poder, y para construir sus alianzas parlamentarias”.