Carlos Loret de Mola es considerado por miles de personas como un periodista poco confiable. Además, se le considera un genio en eso de los montajes, y es que su historia profesional está manchada por eso: por montar sus “trasmisiones desde zonas de guerra” o capturas de secuestradores, y así, muchos casos.
A Loret lo convirtieron en el “periodista” que sería el gran crítico de AMLO. Por eso, antes de iniciar el sexenio, le metieron muchísimo dinero a su imagen, le contrataron a Brozo para que fuera su “amigo”, y le montaron un portal web costosísimo.
Loret, además de estar en Latinus, tiene su programa de radio y escribe en El Universal. En este último medio, Loret se explaya mucho en sus mentiras. En sus inventos. En sus montajes.
Por ejemplo, hoy afirma que el abasto de medicinas con Andrés Manuel López Obrador se “acrecentó”, y que hoy, tan sólo en el IMSS, 10 millones de personas no tienen ninguna medicina.
¿Cuáles son las fuentes de Loret para hacer estas afirmaciones?: a) “según fuentes de primer nivel en el gobierno federal” y b) “según los datos del propio IMSS”.
De los primeros no dice quién ni nada, y por ende, entendemos que esas “fuente” se las inventó. De la segunda “fuente”, que parece muy seria, en realidad no lo es, pues no menciona cuáles son esos “propios datos del IMSS”, dónde los obtuvo, cuáles son las variables que se establecieron, si fue en un informe o se consiguieron vía transparencia. No dice nada. Nada.
Así pues, aunque ponga esas “fuentes”, lo que queda claro con la columna de Loret es que sus datos son muy debatibles, y muy engañosos. Un periodista con ética, aunque sea en un artículo de opinión, no puede mentir como lo hace Loret de Mola.
Y este ejemplo es uno de cientos. Porque eso lo que más hace Loret: mentir.