El excandidato presidencial del PAN, del PRD y de Movimiento Ciudadano en el 2018, Ricardo Anaya Cortés, huyó del país ante acusaciones de corrupción.
Este panista pasó por todos los escalones de su partido: diputado local en Querétaro, presidente del PAN en esa misma entidad, subsecretario en el gabinete de Felipe Calderón, diputado federal, secretario general del PAN, presidente del PAN nacional y finalmente candidato presidencial en el 2018. Es decir, nos encontramos ante un verdadero panista, no solo por su afiliación sino por su trayectoria política.
Las acusaciones en contra de Ricardo Anaya no son nuevas. Sus compañeros del PAN fueron los primeros en hacerlas: hay que recordar a Ernesto Cordero y sus duras declaraciones en contra de Anaya. Después vinieron las de pasado proceso electoral de 2018, que lo involucraron en lavado de dinero y triangulación de recursos y que fueron expuestas por Javier Lozano. Hace poco más de un año, el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, reveló haber sobornado a Ricardo Anaya con más de 6 millones de pesos para aprobar la reforma energética.
Recordemos que Ricardo Anaya fue diputado federal en la legislatura que inició en 2012 y en la que fue destacado promotor, aplaudidor y gestor de todas las reformas estructurales que presentó Peña Nieto. Ahora sabemos a cambio de qué: en sus declaraciones Emilio Lozoya explica el modo y forma en que Anaya recibió el dinero y menciona los nombres de los testigos que participaron en el entramado que entre Peña Nieto y su secretario, Luis Videgaray, armaron para sobornar a legisladores y lograr la aprobación de las reformas constitucionales, particularmente la energética.
Así cae Ricardo Anaya, y deja huérfanos a panistas y perredistas que tendrán que armar una candidatura que los represente en el 2024. El descalabro para el panismo es fortísimo. Y es que su siguiente “liderazgo” (así lo muestran sus encuestas internas) es el remedo político llamada Lilly Téllez.
Ricardo Anaya era el representante de la oposición más visible a Andrés Manuel López Obrador y a Morena. Y es que era el personaje mejor posicionado en las encuestas. La oposición se ha quedado huérfana una vez más y es una clara prueba de que, si los grupos políticos conservadores no se refrescan con gente honesta, lidiarán con el hecho de que la ley irá alcanzando uno a uno a sus arcaicos y corruptos representantes.
Manuel Hernández Orta
25 agosto, 2021 at 7:52 am
Una vez más, estamos frente a la farsa de una oposición que carece de proyecto político y social. Una oposición que utiliza su dinero en propagar mentiras y promoverla, sin moral y ética alguna. Espero que la FGR tenga bien documentados los expedientes de Anaya y compañía, para apresarlos y acallar las voces de personas que, o bien viven engañadas, o forman parte de la misma postura ideológica no sólo conservadora, sino francamente fascista.
Es tiempo de poner a mucha gente en su lugar, han sido décadas de crímenes que no han sido castigados.
Ate. Manuel Hernández Orta.