José Ángel Gurría, conocido como “El Ángel de la Dependencia” fue elegido para armar el proyecto de nación de la derecha, de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Conocido por su afición por el “capitalismo salvaje”, la ideología neoliberal y su servicio a los intereses de la minoría oligarca, su nombramiento también deja ver las intenciones de la derecha de que el Gobierno y las políticas públicas estén en manos del empresariado transnacional, sin importar que la población se vaya a la pobreza.
La periodista Nancy Flores reveló en Contralínea cómo Gurría fue el encargado de operar el Fobaproa, contribuir a las grandes privatizaciones de los bienes de la nación y cómo ahora se beneficia viviendo a costa del erario nacional.
Cada mes, Nacional Financiera (Nafin) le paga una pensión vitalicia de 124 mil 187 pesos, es decir un millón 490 mil 244 pesos este 2023, luego de que la institución decidiera “jubilarlo” a los 43 años.
Su “pensión vitalicia por retiro” se autorizó en abril de 1994 por el entonces director general de Nafin, Arturo Ortiz Hidalgo, único facultado para aprobar el beneficio “cuando lo estime conveniente”, mientras los trabajadores “tengan por lo menos 40 años de edad y 20 de servicios”.
El primer año de su pensión, Nafin le entregó 246 mil 131 pesos, correspondientes a un periodo de abril a diciembre. En 1995 recibió 361 mil 494 pesos en total y, en 2001, su benefició ascendió a 855 mil 263 pesos. Por su parte, en 2007, aún cuando Gurría encabezaba la OCDE, recibió de Nafin 870 mil 947 pesos.
A la par de su pensión, Gurría recibe anualmente otras prestaciones con cargo al erario: un arcón navideño, un pago por “caja de ahorro”, un reembolso deportivo, un subsidio de artículos alimentarios y, en ocasiones, un reembolso de gastos médicos.
Además, la periodista indica cómo, sin importar que el resto de los mexicanos vieran cómo perdían sus derechos sociales por las constantes privatizaciones, Gurría rogaba en 1973 que Nafin le pagara una beca para estudiar su maestría en aspectos financieros de desarrollo económico en la Universidad de Leeds, en Inglaterra. Y la consiguió.
Lo anterior le permitió ascender en los cargos públicos hasta llegar a Secretarías de Estado, donde benefició a banqueros y empresarios, y aprovechó para enriquecerse a él mismo con dinero público.
Al servicio de unos cuántos
Fue funcionario en los gobiernos de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, en puestos instituciones como Nacional Financiera, el Fondo Nacional de Fomento Ejidal y la Secretaría de Hacienda. Además, con Salinas fue Director del banco Nacional de Comercio Exterior.
Como subsecretario de Asuntos Financieros Internacionales, Gurría negoció la reestructuración de la deuda de México en el contexto de la llamada crisis de la deuda externa, que para miles de familias en México significó la pérdida de sus bienes, por el aumento excesivo de las tasas de interés en hipotecas y créditos bancarios.
En 1992, en Bancomext, financió a la iniciativa privada en el marco de las negociaciones de la firma del TLCAN y, aunque se dijo que así se protegería a las micros, pequeñas y medianas empresas, ejidatarios y pequeños productores del campo, fueron los primeros en desaparecer cuando se permitieron las importaciones de Estados Unidos y Canadá.
Como director de Nafin, a partir de 1993, Gurría volvió a entregar cientos de créditos a las empresas, con el pretexto de impulsar su participación en los mercados internacionales.
Luego, Zedillo lo nombró en 1994 titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), por lo que encabezó las negociaciones internacionales del gobierno luego del llamado “error de diciembre”.
Fue llamado el “Ángel de la Dependencia” por su contribución al sometimiento de las políticas públicas de México a los intereses de Estados Unidos y de los organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Flores menciona como ejemplo la asociación de Gurría con Herminio Blanco, secretario de Comercio y Fomento Industrial de Zedillo, para impulsar el Acuerdo Desregulatorio de la SRE en octubre de 1996.
Según la investigadora Carmen Silvia Zepeda, este acuerdo permitió a extranjeros recibir concesiones para explotar minas y aguas, comprar bienes inmuebles en territorio nacional o constituir fideicomisos fuera de la zona restringida del territorio nacional.
Entre enero de 1998 y hasta noviembre de 2000, Gurría fue designado por Zedillo como secretario de Hacienda, desde donde él mismo indica que se encargó de “mantener la disciplina financiera en un momento en el que aún se resentían las secuelas de la profunda crisis del ‘error’ de diciembre de 1994”.
Para lograrlo, la periodista recuerda que Gurría afianzó los acuerdos entre Zedillo y Felipe Calderón, en aquel momento presidente del PAN, para que el Congreso legalizara la socialización de las deudas privadas de banqueros y empresarios.
En su biografía, Gurría menciona que desde Hacienda, operó en 1998 la incorporación de dos instituciones al sistema financiero: al amparo de la Ley de Protección Al Ahorro Bancario, y en sustitución del Fobaproa, la creación del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario y la Comisión Nacional para Protección y Defensa delos Usuarios de Servicios Bancarios.
Esto, agrega Flores, se trató de “la legalización de uno delos atracos más grandes al pueblo de México y, para cometerlo, el Congreso sesionó de forma extraordinaria el 12 de diciembre de 1998”.
Además, el Fobaproa-IBAP implica muchos agravios al pueblo mexicano, comenzando por la privatización de 3 billones de pesos, el quiebre de bancos y empresas, la pulverización de los ahorros de cuentahabientes, la pérdida de millones de empleos, un alza desmesurada de las tasas de interés, el estancamiento de la economía y la aceleración de otras privatizaciones.

Israel Jarquín
15 diciembre, 2024 at 12:52 pm
Esa mierdaaaa no tiene madreee, miserable ladrón, saqueador de los recursos del Estado, buitre carroñero, hipócrita hijoe putllaa, ese qe está en contra de los apoyos sociales al pueblo, pero a favor de los más ricos de este país, ojalá y este podrido en todos los sentidos, seguro en dinero lo está…
Víctor Zamora Rosales
20 diciembre, 2024 at 7:28 pm
Otra más que debe el borolas.
Ordenó a sus diputados (PAN), que votaran a favor de socializar las monstruosas perdidas de los banqueros y empresarios.
Es decir, el ahora Fobaproa, el cuál todavía seguirán pagando nuestros tataranietos.