Una mujer de aproximadamente unos 70 años de edad, intentó reventar la presentación del libro El Cambio Democrático en México, Retos y Posibilidades de la Cuarta Transformación, que hacían en un salón de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) John Ackerman, Sergio Zermeño, Jorge Gómez Naredo y el padre Alejandro Solalinde.
La obra, editada bajo el sello de Siglo XXI es una compilación de ensayos escritos por cerca de tres docenas de plumas relevantes que explican en un plano intelectual el triunfo arrollador de Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio del 2018.
Habían transcurrido apenas unos 25 minutos de la presentación del libro, y fue durante el turno del sacerdote, que la mujer lo increpó en un par de ocasiones. El motivo: no estaba de acuerdo en que Solalinde se refiriera a la administración de AMLO como la primera en sostener un verdadero acercamiento con la gente.
Los asistentes le pidieron que guardara silencio y permitiera la continuación del evento, pero en lugar de eso, se levantó de su asiento y se dirigió a la mesa en que se encontraba Solalinde para provocarlo y lanzarle una serie de improperios.
Le señaló que sus ideas no eran propias de un cristiano y que por ello había sido expulsado de la Iglesia Católica, pero también lo acuso de “pederasta”. Solalinde se limitó a escuchar, y en ningún momento cayó en la provocación. Sonrió y le arrojó un beso con la yema de sus dedos.
Sin embargo, la mujer —que se identificó con el nombre de Carmen Terraza Padilla, oriunda de Ciudad Juárez— no logró conservar la cordura y seguía insultando al padre. Fue tal su enojo y desmesura que ni los responsables de atender a los panelistas supieron qué hacer en el momento.
Al percatarse de la situación, el personal de seguridad llegaron a pedirle de forma amable que se saliera del salón, pero la mujer opuso resistencia y se quedó en el umbral de la puerta sin despegar su mirada al sacerdote.
Después de unos diez minutos en los que la mujer forcejeó con el personal de seguridad y repartió invectivas a los demás asistentes, la presentación del libro pudo reanudarse.
A John Ackerman alcanzó a lanzarle una última sentencia: “¡Te vas a ir a Guantánamo!”.
Antonio Díaz
3 diciembre, 2019 at 9:57 pm
No le hagan caso, venía de combeber con el tomandante borolas y pos estaba igual que éi, bien peda
Enrique anaya
3 diciembre, 2019 at 10:46 pm
Que triste llegar a esa edad y prestarse o venderse para hacer esos ridículos *HAY QUE SABER ENVEJECER CON DIGNIDAD*
Francis
3 diciembre, 2019 at 10:51 pm
Qué coraje!! Porqué no la sacaron? Porqué no evitaron que se acercara tanto a John? Por ser mujer?
merarik vasconcelos
3 diciembre, 2019 at 10:54 pm
Ridícula, igual una tipa le hizo a Claudia Shermbaun en una colonia de la CDMX, son panistas ignorantes y desesperadas, porque ahora “están pobres”, aunque siempre lo han sido, aunque hayan tenido dinero.
Lulu
3 diciembre, 2019 at 11:20 pm
Vieja loca, se nota que le pagaron por su show de quinta!,,
T. Delgadillo
4 diciembre, 2019 at 2:55 am
La doñita histérica e ignorante. Pobre, vean si ya le llegó su pensión de adulto mayor, tal vez no tiene qué comer y le pagaron 100 pesos para hacer ese teatro.
Luis
4 diciembre, 2019 at 8:23 am
En la época de Borolas o Peña la hubieran sacado a chingadazos… en fin oposición pedorra.
Raquel Muñoz Flores
5 diciembre, 2019 at 8:18 am
Siguen haciendo sus numeritos los Pianistas dando patadas de ahogado pues eran unos mantenidos del gobierno y del pueblo y como ya se les cerraron la llave, ahora consiguen gente ignorante para estar jodiendo cualquier evento, ya nadie los toma en cuenta es más que ovio la ignorancia de éstos fanáticos que no se resignan aceptar que estamos en un cambio importantísimo de la vida Pública de México.
Jara
5 diciembre, 2019 at 4:29 pm
Pinché loca desgraciada cuando la vea le romperse el hocico es lo que pide a gritos
Juan Carlos Garcia
5 diciembre, 2019 at 4:51 pm
El padrecito es un grillo lame botas de la 4ta T y Akerman el mayor de todos…
José Martín
5 diciembre, 2019 at 8:51 pm
Que manera tan burda para hacerse publicidad.
Claudia
5 diciembre, 2019 at 9:41 pm
Un claro ejemplo del fanatismo religioso y según eso ellos son los buenos…es todo lo contrario, son intolerantes y como se creen tan buenos, se atreven a juzgar y a decirles a los demás qué pueden o no pueden hacer para ser buenos cristianos