El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la voluntad de llegar a la verdad en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y sin su intervención, no habría sido posible abrir nuevos espacios en la investigación.
Así lo considera el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), quienes dieron una rueda de prensa en la que anunciaron la petición de un mes más de prórroga para seguir analizando el caso Ayotzinapa.
“¿Hay voluntad del gobierno federal? Estoy segura que sí, porque nos lo han manifestado pero además también, hay que hacerlo en claro, abrieron espacios que no habrían sido posibles sin la voluntad del gobierno federal” declaró Ángela Buitrago.
Sobre la prórroga, Carlos Martín Beristáin señaló que usarán ese tiempo para evaluar las pruebas y ver lo que sucede en la Fiscalía General de la República.
Asimismo, el integrante del GIEI señaló que hay tres tareas claves: tener un mecanismo de seguimiento, fortalecer la Unidad de Investigación del Caso Ayotzinapa y replantear la relación de la Comisión de la Verdad y la Justicia con los familiares de los normalistas desaparecidos.
“Se han tratado de frenar las investigaciones, se ha dado órdenes de no judicializar y no ir a audiencias, cuando comenzó a judicializarse al centro donde se identificaron a presuntos torturadores”.
Respecto a la filtración realizada por la periodista Peniley Ramírez en el diario Reforma, Buitrago señaló que este tipo de acciones “son muy peligrosas, la filtración tiene una intención y son parte de un elemento fundamental y se dieron después de la judicialización”.
Normalistas habrían estado vivos hasta el 4 de octubre
Los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa que desaparecieron la noche del 26 de septiembre del 2014, habrían seguido con vida hasta el 4 de octubre de ese año, según dio a conocer Carlos Beristain, uno de los integrantes del GIEI.
Además, los expertos dieron a conocer que encontraron conversaciones telefónicas que evidencian “una relación cercana” entre autoridades y el grupo delictivo Guerreros Unidos, lo cual se demuestra en los propios archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En las llamadas, según el GIEI, los criminales y las autoridades hablaban sobre los jóvenes, a dónde había que mandarlos y qué hacer con ellos, lo cual revelaría que hasta el 4 de octubre del 2014, aún seguían con vida.
Además, Beristain explicó que según los reportes militares, el Ejército tuvo conocimiento desde el 12 de octubre de 2014 sobre la ubicación del basurero de Cocula donde según la “verdad histórica” de Jesús Murillo Karam, los estudiantes habrían sido asesinados y quemados.
No obstante, el experto Carlos Martín, también integrante del GIEI, aclaró que la “llamada anónima” en la que se basa la verdad histórica del sexenio pasado, nunca existió.