Grupo México fue construido por Germán Larrea con el apoyo del poder político, que le ayudó a posicionarse como el segundo hombre más rico del país, con una fortuna de 29 mil millones de dólares, diversificados entre ferrocarriles, carreteras, minas, petróleo, energéticas e incluso cines.
Según una publicación de Álvaro Delgado para SinEmbargo, únicamente en el negocio ferrocarrilero, Larrea posee 11 mil 131 kilómetros de vías férreas en 24 estados del país, además de Texas y Florida.
Tomando en cuenta esta cantidad, la “expropiación” de 121 kilómetros de vías férreas que decretó el viernes pasado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, parecería una longitud casi insignificante.
Además, Larrea presume estar construyendo un hospital en Oaxaca, financiar proyectos de cine y proyecta películas en las comunidades marginadas mediante su empresa Cinemex.
No obstante, no menciona nada sobre los nulos esfuerzos que ha hecho para rescatar a los 65 trabajadores de la mina de Pasta de Conchos desde febrero de 2006, ni ha reparado los daños que ocasionó el derrame de 40 millones de litros de desechos tóxicos en los ríos Sonora y Bacanuchi, en 2014, afectando a más de 22 mil personas.
Como si esto no formara parte de su historia, Larrea hoy pretende la compra del grupo financiero Banamex, para agregarla a su grupo financiero donde también están sus subsidiarias Southern Copper Corporation y ASARCO, que poseen las mayores reservas de cobre del mundo.
Delgado menciona que, según información corporativa de Grupo México, movió 62 mil 811 millones de toneladas en la red ferroviaria de su propiedad.
Y, por si fuera poco, también posee una división de Infraestructura con empresas como México Compañía Constructora, Grupo México Servicios de Ingeniería (GMSI) y Controladora de Infraestructura Petrolera México (Pemsa).
Mediante Controladora de Infraestructura Energética México (CIEM), Larrea genera y vende energía eléctrica, y a través de la Concesionaria de Infraestructura del Bajío se dedica a la construcción de carreteras, como la autopista Salamanca-León, en Guanajuato.
Delgado apunta que, durante años, Larrea ha estrechado sus relaciones con gobiernos priístas y panistas, como Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Su amistad con Salinas, por ejemplo, fue clave en el crecimiento del emporio de Larrea, pues el ex mandatario le entregó la compañía minera de Cananea, la principal productora de cobre que luego se convirtió en Grupo México, y luego compraron las acciones gubernamentales de la mina de La Caridad, a un precio bajo.
Luego Zedillo le otorgó una red ferroviaria, Calderón le brindó concesiones de minas e, incluso, su ex secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont es ahora su abogado corporativo y, su portavoz, Héctor Villarreal Ordóñez, tuvo cargos importantes en el Gobierno de Fox.
Durante su campaña presidencial, en 2018, Andrés Manuel López Obrador explicó que muchos magnates mexicanos se rehusaban a un cambio en el poder en nuestro país, pues se han beneficiado durante años de esos gobiernos neoliberales.
“No quiere el cambio porque le ha ido muy bien. Él, antes de salinas, no aparecía en la lista de los hombres del mundo (…) Aparece desde que Salinas le entregó la mina histórica de Cananea, en Sonora”, mencionó AMLO, refiriéndose a Larrea.
Incluso, en mayo de 2018, Grupo México hizo llegar una carta a sus empleados para asegurar que las concesiones mineras, ferroviarias y carreteras que opera no son producto de corrupción como “injustamente” lo acusó el tabasqueño.
“El término ‘concesión’ no es sinónimo de corrupción ni de compadrazgo como se ha insinuado recientemente (…) como empresario creo en un modelo capitalista de libre mercado con un alto contenido de responsabilidad social”, dijo el empresario.
Armando G. Lagos Barba
27 mayo, 2023 at 12:28 pm
No exite en la humanidad, un gran capital que no tenga en su historia un episodio obscuro deshonesto, aunque después se quiera dar “baños de pureza” y legalidad.