Epigmenio Ibarra se dijo asqueado con el desarrollo que tuvo el juicio de García Luna en la Corte de los Estados Unidos, pues los fiscales se rigieron por la “ley del mínimo esfuerzo” y dejaron fuera del proceso, un tema escandoloso que marcó el ejercicio del ex funcionario al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012): el operativo Rápido y Furioso, en el que se permitió la entrada de armas a México para ser rastreadas y poder encontrar a los miembros de grupos delictivos.
“Se rigieron los fiscales por la ley del mínimo esfuerzo. Fue un juicio anti climático, se dijeron muchas inmundicias, salieron a la luz muchas inmundicias, pero se callaron muchas más. Eso a mí me tiene asqueado. Esperaba mucho más de la justicia norteamericana”, dijo el cineasta en su participación semanal con Ciro Gómez Leyva en su programa de noticias Por la mañana de Grupo Fórmula.
Epigmenio señaló que las autoridades estadounidenses siempre “miran afuera”, pero “son incapaces de mirarse en el espejo”.
Ante esto, el fundador de la productora Argos Comunicación planteó que el supuesto olvido del operativo Rápido y Furioso — así como de otros más — en el juicio, habría buscado evitar que el Gobierno de EEUU quedara “en el banquillo de los acusados”.
“No se dijo nada de las armas de Rápido y Furioso. De todas esas cosas que son incómodas para la justicia americana porque ponen en el banquillo de los acusados a su propio gobierno”, resaltó.
Para Epigmenio Ibarra, los 24 testimonios que presentó la Fiscalía de EEUU — entre los que destacaron El Rey Zambada o Édgar El Diablo Veytia — así como la defensa, jugaron a favor de los intereses de Washington.
“Hay una cosa que tenemos que entender. Los que testificaron contra García Luna, el propio García Luna, los mencionados ahí … todos son testaferros sirvientes de Washington, son la escoria que necesira ese imperio para funcionar y digo que escoria son, Vicente Fox y Felipe Calderón y escoria es Enrique Peña Nieto”, afirmó.
Después de lo planteado en el juicio, Ibarra planteó tres escenarios: absolución, condena o pacto para reducir la sentencia.
Dijo que la justicia norteamericana acotó los temas, y no pudo saberse más de la fortuna amasada por García Luna y su actuar como ejecutor de las políticas estadounidenses en territorio nacional.
De igual manera, resaltó el desdén que los medios norteamericanos le dieron al caso, negándose de esta manera a profundizar en el fracaso de las políticas antidrogas que impulsa su nación. En este sentido, subrayó que Estados Unidos siempre ha buscado tener un enemigo externo, y ya fueron los italianos, rusos, irlandeses, afroamericanos, colombianos, y ahora son los mexicanos, cuando su verdadero enemigo está adentro.
“Otra vez, ni un solo apellido norteamericano en el juicio”, dijo.
No obstante, recordó que García Luna aún tiene pendientes con la justicia mexicana, independientemente de lo que proceda en la Corte de Nueva York.
“A nosotros nos corresponde, aunque solamente sea un deseo, no quitar el dedo del renglón, la política norteamericana contra la droga significa sangre, desolación, es fracaso, es un fracaso sangriento, sobre todo fuera de las fronteras de Estados Unidos”, remarcó.
Durante la transmisión del programa, el reportero Marco Silva se enlazó en comunicación con Ciro y confirmó lo que había dicho Epigmenio anteriormente; que no se ha mencionado el nombre de algún estadounidense en esa trama de corrupción y tráfico de droga.
El cineasta añadió que Fox facilitó la expansión del crimen organizado y Calderón emprendió su guerra que cobró la vida de miles de personas inocentes.
Ibarra definió a García Luna como un personaje “oscuro y siniestro” que es emblemático del régimen, algo que no le gustó a Ciro, quien reviró: “esos son adjetivos tuyos”.
“Son descripción de un personaje”, insistió el cineasta.
“Son descripciones tuyas”, replicó Ciro, quien dio por terminado el debate.
