La “oposición” sigue sin entender nada.
No se trata sólo de estar en contra de algo o alguien, se trata de estar en contra por las razones correctas. Para estar en contra de una determinación, hay que conocer a fondo las políticas que llevaron a algún funcionario a tomar una decisión u otra.
Hay que elaborar juicios, reflexiones, entender las lógicas de determinada administración, comprender los fines últimos, discernir en los discursos, deducir sobre los planes y proyectos trazados. En fin, que ser oposición, o al menos ser una oposición responsable, es un trabajo arduo y complejo.
En el mismo tenor, la crítica no necesariamente tiene que ser destructiva, sino de propuestas.
Ayudar a plantear los grandes problemas nacionales desde una visión distinta, también es una manera constructiva de criticar. Manifestar el desacuerdo es válido, siempre que se encuentre acompañado de una propuesta. Lo mismo las opiniones, declaraciones, planteamientos y más. Se trata de tender puentes y buscar el bien general de los mexicanos.
La oposición, desarticulada y dividida en varios frentes es incapaz de instrumentar una sola idea viable. Y lo que es peor, se han vuelto la burla de propios y extraños en las redes sociales.
FRENAAA se ha convertido en el “payaso de los pastelazos”. Los primeros dan risa (y mucha), pero después de un tiempo dejan de ser graciosos y (al menos en mi caso) me hace sentir mal verlos humillados y sin un atisbo de dignidad.
Cada que responden preguntas a ciudadanos de a pie o reporteros destilan su esencia: Odio. Mucho. Dirigido de manera quirúrgica a la figura de Andrés Manuel López Obrador. ¿De dónde nace esa animadversión? De la hermana menor del odio: la ignorancia. Ignoran todo –literalmente– de quien gobierna este país. No son pocos los videos donde los entrevistados, o las mantas y cartulinas cambian hasta el nombre del presidente. No saben ni siquiera el nombre de la persona a la que odian.
También se asoma ahí el analfabetismo. Curiosamente resulta que los que se definen a sí mismos como fifís y presumen con menosprecio sus títulos universitarios son los que escriben pancartas llenas de faltas de ortografía. Analfabetas funcionales, pues.
Son también oscurantistas. Sus gritos de “Viva Cristo Rey” me erizan hasta la nuca. Cristeros modernos que rezan 3 veces al día hincados ante un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe suplicando por la renuncia del presidente.
Pero no se quedan ahí, en los años 30 del siglo pasado, sino que van más atrás y personajes como Francisco Martín Moreno añoran la Inquisición y comenta en una entrevista, que si pudiera quemaría vivos a todos y cada uno de los que votamos por Andrés Manuel López Obrador. Así, sin más. Asesinar a 30 millones de personas por no pensar como él. La evocación de una de las peores barbaries. El atraso y el desconocimiento absoluto de la época en que se vive.
Muestran también su total incapacidad e inexperiencia para manifestarse de manera más menos exitosa. Sus campamentos vacíos y desocupados son fiel reflejo de sus ideales. Una nulidad.
A pesar de todo, representan un peligro. En primer término, para ellos mismos y después para todos los que no concuerdan con su –reducida– visión del mundo. ¿Cómo podemos ayudarles? ¿Qué información útil podríamos compartirles?
Tal vez deberíamos de empezar por ubicarlos en Tiempo-Espacio. Hacerles saber que ya desapareció la Inquisición. Que Plutarco Elías Calles falleció en 1945. Que el Muro de Berlín cayó en 1989 y que todo el Bloque Soviético desapareció en 1991. También, enterarlos de que ya no existe el “Comunismo” y que el presidente Donald Trump no hubiera firmado un Tratado de Libre Comercio con nosotros si estuviéramos gobernados por un presidente “comunista”, como pontifican en todas sus manifestaciones.
Ese sería un comienzo.
¿Deberíamos de enseñarles a manifestarse?
No creo que llegar a ese extremo sea sano para ninguna de las partes. Sin embargo, no puedo dejar de sentirme mal al verlos tan humillados y sin dignidad.
Por lo pronto, me han invitado a unirme a la Petición que circulará en los próximos días: Solicitar a las autoridades correspondientes de la Ciudad de México que, por respeto a la libertad de tránsito, se desaloje o reduzca el campamento de FRENAAA en el Zócalo.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha pedido a los organizadores del campamento que definan si su estancia de carpas vacías es una Manifestación o un Performance.
Tal vez sea momento de obligarlos a retirarse para que puedan replantear su supuesta lucha. Les hacemos un favor a ellos, pues dejarían de ser; por un tiempo el “payaso de los pastelazos”.
Nos hacen un favor a nosotros, pues desocuparían la principal plaza del país en favor de la libertad de tránsito de todos ciudadanos que tenemos derecho de disfrutar de nuestro espacio público.
No bajemos la guardia y al mismo tiempo, no caigamos en provocaciones. También, procuremos, en la medida de lo posible no burlarnos de ellos.
Ellos también tienen derecho a manifestarse, aunque estén equivocados.
