El Frente Nacional Anti-AMLO (Frenaaa) nació inflado. Trataron de mostrarlo como un movimiento multitudinario, de millones de personas en todo el país, un movimiento que estaba destinado a derrocar a Andrés Manuel López Obrador.
Así lo presentaron. Era una narrativa mentirosa que nos querían imponer.
Pero Frenaaa, desde un principio, fue un movimiento pequeño, que encabeza un tipo completamente impresentable: Gilberto Lozano.
Frenaaa les sirvió a los verdaderos opositores a Andrés Manuel, pero les sirvió un ratito nada más. No mucho. Y es que se mezclaron ahí católicos recalcitrantes, fascistas, y gente que no podía jamás representar a una oposición mínimamente presentable.
Por eso ya no fue funcional a los opositores a AMLO. A los que tienen el dinero, y a quienes sí han sido afectados por las políticas anticorrupción de la actual administración.
Hoy Frenaaa es ya prácticamente historia. La oposición ha optado por un movimiento menos “radical”, más “presentable”, y que sí puede unir a expresiones partidistas. Esa nueva apuesta es Sí por México.
Así pues, Frenaaa se desmorona. La poca gente que realmente participaba en él es poquísima, y el ridículo que hicieron con sus casas de campaña fue brutal.
Para los verdaderos opositores a AMLO, Frenaaa ya no les es funcional. Y ya no lo van a financiar.
Así pues, Frenaaa se extingue, y todos van a apoyar a Sí por México.
Son lo mismo, pero con diferentes siglas.