Clase de cómo usa la pobreza con fines electorales impartida por el PRI

Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo)

6 de mayo de 2015. Enfrente de él hay alrededor de quince niños de pie y unas sesenta personas más entre mujeres (mayoría) y hombres. El sol pega duro. Fuerte. Él, con micrófono en mano y sombrero en la cabeza, está enojado. Mira que no hay mucha gente reunida ahí en su mitin en esa comunidad de Fresnillo que se llama San José de Lourdes. Se siente impotente. Por eso habla duro. Habla con sinceridad. Habla quizá sintiéndose de esos personajes que se dedican a la superación personal. O quizá psicólogo. O algo así.

Él se llama Benjamín Medrano Quezada y es candidato del PRI al distrito 1 de Zacatecas. También es alcalde de Fresnillo con licencia. Su nombre se hizo de algo de fama a nivel nacional cuando varios medios de comunicación lo anunciaron como el primer alcalde de México en hacer pública su homosexualidad.

Benjamín está ahí, habla duro. Le dice a los niños, a las mujeres, a los hombres:

¡Estoy verdaderamente decepcionado! Cómo es posible que la comunidad más grande de Fresnillo, a la que más pavimento les hemos dado, a la que más techos. Quiten a la gente de [la comunidad de Monte] Mariana y a la de Seis de Enero que viene acompañándome y quedan cien gentes de San José de Lourdes. Esto no puede ser. O sea ni a su familia trajeron.

Benjamín quería que las cosas hubieran sido distintas. Que el día no fuera como lo fue. Él estaría contento y sonriente si los habitantes de la comunidad San José de Lourdes hubieran llevado en lugar de “cien” personas, a mil, o a dos mil. Eso sería para él algo bueno.

Pero no fue así. Se siente tiste, acongojado. Decepcionado. Y por eso decide repetir y repetir y seguir repitiendo eso bueno que ha hecho por la gente. ¡Para que la gente entienda que está mal, que está haciendo las cosas mal! Para que quede claro que los de San José son unos malagradecidos.

Aquí perdí como presidente municipal, aquí yo no gané y sin embargo les trajimos pavimentos para las calles, les trajimos agua potable, les trajimos techos, drenajes, y algunos beneficios. Sé que son muchas las necesidades, sé que es mucha gente la que tiene la necesidad, pero voy a volver, voy a regresar y quiero comprometerlos a que sí traigan aunque sea a su familia.

Él, Benjamín, les echa en cara a los habitantes de San José de Lourdes lo mucho que ha hecho por ellos. Lo bien que se ha portado con ellos. Porque a pesar de haber perdido ahí para la presidencia municipal de Fresnillo, él dio recursos (como si de su bolsa salieran) para que hubiera “beneficios”

[Los “beneficios” recibidos en San José de Lourdes] no se comparan en lo más absoluto [con] los beneficios que le hemos dado a [la comunidad de Monte] Mariana y hay más gente o hubo más gente en Mariana o en el Seis de Enero. Creo que tenemos que pasar la voz. Creo que tenemos que decirle a la gente que tenemos que comprometernos. Comprometernos con el partido que hoy en día gobierna, y que ha dado la facilidad sin críticas sin herir a nadie sin hablar de nadie, pero sí lo más importante trabajando por los que menos tienen.

Benjamín habla fuerte. Sincero. Rudo. Y muestra que no es rencoroso. Dice que irá otro día a la comunidad, y espera que no se repita la poca asistencia. Espera que de verdad muestren agradecimiento los pobladores de ese lugar:

Yo les quiero agradecer mucho su presencia y voy a volver otro día si Dios me da licencia a San José de Lourdes para que entonces estemos todos unidos. Que verdaderamente veamos que el pueblo está aquí. Que así como se trajeron beneficios, la gente también se puede comprometer. Hoy quiero pedirles ese compromiso. Su voto, el de su familia, el de sus amigos. Para que nosotros podamos seguir mandando recursos.

Remata el candidato a diputado con una frase que pretende convencer a la gente ahí presente que debe tener agradecimiento:

Porque hay que venir, hay que traer a la gente, así como les traemos espectáculos, así como les traemos beneficios, también así tenemos que corresponder a nuestro partido y a nuestro gobierno.

Los “beneficios” que Benjamín Medrano Quezada dio durante su administración como alcalde de Fresnillo. FOTO: Prefil de Facebook de Benjamín Medrano.

La cultura política

El discurso de Benjamín Medrano evidencia la forma cómo piensa buena parte de quienes “nos gobiernan”. Él no asume que una población debe tener lo mínimo indispensable: calles dignas, seguridad, sueldo digno, empleo digno, ocio, respeto, libertad de pensar lo que le dé la gana pensar a uno, es decir, una calidad de vida que permita pasar por este mundo con dignidad. No, para él, eso no es algo que el Estado debe garantizar. Para él eso es algo que los mexicanos deben ganarse vía acarrear gente a los mítines y votar por un partido.

Es poco común observar con tal nitidez la forma en cómo piensa buena parte de la clase política mexicana. Benjamín nos regaló una “joya”. Una joya que evidencia la forma en cómo el PRI (y el PAN y el PRD y el Verde) usan la pobreza para fines electorales. Y eso es lo más ruin que puede existir, porque es aprovechar la ignorancia y la pobreza de la población para sacar votos que permitan seguir expoliando a esa misma población.

Benjamín está indignado porque el mitin, su mitin, no se llenó, porque la gente no le agradece los muchos “beneficios” (drenaje, agua potable, techos) que él desde la presidencia de Fresnillo les dio. Benjamín está enojado.