Ayer fue día del niño. Uno especial, pues se vivió en tiempo de una pandemia. La orden era no de divertirse o salir a jugar, sino de: “quédate en casa”.
Nada de ir a comer a un lugar especial. Nada de acudir al cine. Nada de divertirse en donde hay juegos mecánicos. O hacer fiesta.
Nada de eso.
Estar en casa y punto.
Hace una semana, aprovechando sería día del niño, el Gobierno de México organizó una dinámica que se llamó “Pregúntale al Dr. Gatell”. Los niños enviarían sus mensajes grabados, o sus dibujos, y además, harían videos en vivo que, como si fueran reporteros, le cuestionarían al subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud todo lo relativo al Covid-19.
La estrategia tenía sus riegos, pues podía caer en clichés y lugares comunes, y ser algo soporífero. O insustancial.
Nada de eso sucedió. La conferencia vespertina de ayer fue espectacular, y muchas de las intervenciones de las y los niños sacaron a muchísima gente varias lágrimas.
Conforme los niños iban preguntando, Hugo López-Gatell mostraba sus dotes de gran comunicador, y con un lenguaje accesible para todo público, iba contestado cada una de las preguntas que le hacían.
Hubo varias intervenciones que causaron que el público que veía la conferencia sacara grandes sonrisas, como cuando pasaron el video grabado de Alexandra:
Hola, doctor Gatell, son Alexandra, tengo seis años. Le quiero hace una pregunta, si no está ocupado. ¿El coronavirus se va a resolver en cuánto tiempo? Es que yo espero que en mayo 7, es que en mayo 8 es mi cumpleaños, entonces quiero hacer una fiesta con mis amigos, así que puede intentar resolverlo hasta mayo 7.
La respuesta de López-Gatell fue sensible y responsable, pues le dijo a Alexandra:
No te puedo garantizar que tu cumpleaños lo puedas festejar con tus amigas en presencia, pero como ya tenemos los medios electrónicos, puedes hacer una videofiesta y así por lo menos que no pase desapercibido tu cumpleaños, pero definitivamente no se va a poder que la tengas invitando a tus amigas y tus amigos.
Esta pregunta causó tanto furor que, en Twitter, el nombre de Alexandra se hizo tendencia.
Después vinieron intervenciones que hicieron que muchos lloraran, como la de Sofía, una niña que estaba sentada en una silla de ruedas, y que preguntó algo muy directo:
“Hola, doctor Gatell. Me llamo Sofía Monserrat Melo y vivo en el Estado de México. Mi pregunta es: ¿cuándo podré volver a mis terapias?”.
Otras preguntas causaron risotadas, como la de Daniela Sabina Saavedra, quien le cuestionó a Gatell con una lógica impresionante:
“Si el jabón mata el coronavirus, ¿por qué no hacen vacunas de jabón?”
Esa misma pregunta la hizo Donald Trump hace unos días, cuando le pregutó a los médicos estadounidense si, inyectando cloro, no se “moría” el virus.
La respuesta de Gatell fue muy buena:
Ahora, las vacunas no se pueden hacer de cualquier cosa, el jabón no puede estar en la sangre y las vacunas se ponen inyectadas, algunas pocas son tomadas, como la de poliomielitis, pero las vacunas se hacen de otro tipo de cosas, de virus muertos o virus atarantados, pero no se hacen de jabón.
Una intervención que también fue muy sentida fue la de Zuelma, que dijo en vivo:
Buenas tardes, doctor Gatell. Soy Zulma, tengo 10 años, vivo en Xalapa, Veracruz. Entiendo muy bien que todos nos podemos enfermar por COVID-19, que puede ser hasta mortal, también he escuchado que a la gente mayor le puede afectar mucho peor que a los niños y considerando que la diabetes tipo uno no se previene, no se contagia, no se puede curar y no tiene nada que ver con la obesidad. Mi pregunta es que, como niña con diabetes tipo 1, llevo un buen control de mi glucosa, ¿aun así estoy en mayor riesgo de complicación por el COVID-19 o estoy en las mismas condiciones que un niño sin diabetes?
Gatell, con mucha sensibilidad, contestó:
Aquí cada día en las conferencias hemos puesto énfasis en la diabetes tipo 2, que es la diabetes que, como tú bien sabes, generalmente da en los adultos.
La diabetes tipo 1, como también sabes tú muy bien, suele ocurrir en la juventud o incluso en la niñez y puede también ser más difícil de controlarse.
Si llevas un buen control, se reduce importantemente el peligro de que tu sistema inmune, tu sistema de defensas estén limitado o está apagado en cierta manera y no pueda defenderse del coronavirus, pero de todos modos las niñas, niños y jóvenes, hombres y mujeres, que tienen diabetes tipo 1 deben considerarse con mayor probabilidad, mayor peligro de complicarse del COVID.
Entonces, hay que tener las mismas precauciones adicionales que se tienen con los adultos mayores y también con las personas que tienen otras enfermedades que hemos mencionado en la edad adulta.
Cuídate mucho, mantente lavándote las manos continuamente, a sana distancia, que no te visiten hasta que pase por lo menos esta primera ola de la epidemia.
La pregunta de Yaretzi fue también una de las que sacaron lágrimas:
“Mi nombre es Yaretzi, y le quiero hacer una pregunta al doctor López-Gatell. Yo tengo asma, y quiero saber qué me pasaría si me da COVID-19”.
Hubo los niños que, sabiendo que López-Gatell los iba a escuchar, aprovecharon para decirle que querían ser como él. Fue el caso de Jorge, de Guaymas: “Tengo ocho años. Y mi pregunta es si el virus puede mutar. Y de grande quiero ser epidemiólogo”.
También sucedió con Isabel, quien dijo: “Antes que nada, le quiero decir que usted me inspiró para ser una gran doctora”.
Cuando Giuseppe Mallia le preguntó a López-Gatell:
¿qué enseñanza nos va a dejar esta pandemia como país y como niños? ¿cómo enfrentaremos el futuro a partir de ahora, por ejemplo, en cuestiones de salud? ¿es cierto que el mundo será diferente después del COVID-19?
La respuesta de Gatell fue una clase de solidaridad, e incluso de socialismo:
“Excelente, pregunta Giuseppe. Qué importante pregunta que nos debemos hacer todos, todas, niños, adultos, jóvenes, adultos mayores, todos. Esta es una pandemia, una epidemia que ha afectado a todo el mundo como no había antecedente en los últimos 100 años, exactamente hace 101 años, en 1918 y 19 se presentó la pandemia de influenza que afectó muchísimo, mucho al planeta. En ese momento había guerras, estaba la Primera Guerra Mundial, había hambrunas y había unas condiciones muy difíciles.
Hoy en el mundo sigue habiendo muchos de estos problemas, existe la guerra, existe la desnutrición, existe la injusticia y todas estas situaciones son indeseables. Y el mundo puede aprender, entre otras muchas cosas después de una pandemia, que tenemos que lograr una sociedad más justa para que todos tengamos los recursos que necesitamos para alimentarnos, para conservar la salud, para una vivienda digna, para un trabajo respetado y bien remunerado. Esas son enseñanzas que surgen cuando en un país, y más en todo el mundo, existe un choque tan importante como puede ser una pandemia.
Otra de las cosas que podemos aprender es la importancia de tener un sistema de salud fuerte, un sistema que le alcance para que todos y todas tengamos la posibilidad de ser cuidados desde la prevención, la atención y la rehabilitación. Esto también depende de que haya una buena voluntad de los gobiernos de invertir, de utilizar el dinero en las cosas que necesita la población y distribuirlo de una manera justa. También podemos aprender que para responder a una pandemia necesitamos estar siempre preparados. Tenemos que tener a los médicos y médicas, enfermeras y enfermeros y demás personal de salud. Tenemos que tener las instalaciones, tenemos que tener los laboratorios de salud pública, nuestro sistema de vigilancia epidemiológica, nuestras brigadas de salud pública, que son siempre indispensable y tienen que estar en todo momento listas.
Y otra enseñanza que creo que podemos tomar, es como cuando se es niño se aprenden las mejores prácticas, prácticas de cuidado a uno mismo, desde la higiene básica, como decíamos hace rato, comer adecuadamente productos nutritivos, sobre todo los productos naturales y lavarnos las manos.
Y además también ayudar a otros, la capacidad de ayudar a otros se puede poner a prueba en una epidemia como esta, y eso para los niños y niñas debe dejar una huella imborrable, que les haga ser generaciones más solidarias, más amables, más incluyentes, más respetuosas, no solamente de las personas, también del planeta y el medio ambiente.
Son algunas de las experiencias que nos pueden dejar huella y nos pueden aprender a ser mejores como personas y como sociedad.
Muchas gracias Giuseppe por tus preguntas.
También estuvo la pregunta de Alexis, que le mostró una gran preocupación: “Mi nombre es Alexis. Me gustaría hacerle una pregunta. Cerca de mi casa hay un árbol que tiene murciélagos y a mí me da mucho miedo. Si se me acercan o me muerden, ¿me podría dar el coronavirus?”
López-Gatell le respondió así:
hay que tener precaución con los murciélagos, porque los murciélagos pueden transmitir otras enfermedades, incluida la rabia. No quiere decir que hay que ir a eliminarlos, los animales son seres vivos y hay que respetarlos a todos, hasta a las arañas, pero lo que sí, mantenerse a una sana distancia de ellos.
Y así, terminó la conferencia de prensa vespertina que mostró esa relación tan especial, sincera y potente que ha construido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el pueblo de México, algo que jamás había existido.
Aquí el video completo de la conferencia: