Echan a CTM de Fábrica de Matamoros y crean sindicato independiente

En la planta de autopartes Tridonex, en Matamoros, en la frontera con Estados Unidos, los trabajadores votaron este lunes en una aplastante mayoría a favor de crear un sindicato independiente que los represente.

Esta se trata de la segunda victoria en contra de los sindicatos antidemocráticos de la vieja escuela que durante muchos años se han encargado de mantener los salarios en los niveles más bajos de nuestro país.

Pese a que este tipo de votaciones son aún escasas, podrían significar la fuga de empleos manufactureros estadounidenses a México, pues las empresas encontrarán más complicado garantizar salarios bajos debido a los contratos de “protección” con los sindicatos tradicionales de México.

Al respecto, la abogada y Diputada federal, Susana Prieto, fundadora del sindicato, elogió este martes la votación y aseguró que representa el inicio de una “nueva era” entre los sindicatos mexicanos.

El pasado mes de febrero, los trabajadores de una fábrica de General Motors ubicada en Silao, Guanajuato, votaron para expulsar a la antigua Confederación de Trabajadores de México (CTM) y sustituirla con un sindicato independiente.

“(Es) una nueva era de un sindicalismo libre, democrático, donde no los roben, donde no los estafen, donde les den, les rindan cuentas de en qué se gastan sus cuotas sindicales, donde los llamen a tomar decisiones de manera plural en lo que se necesita”, mencionó Prieto.

También la Secretaría del Trabajo se refirió al caso, detallando que de los mil 313 empleados que votaron en la planta, mil 126 lo hicieron a favor de un sindicato independiente.

El sindicato de la CTM sólo recibió 176 votos y, al respecto, el líder Jesús Mendoza, aseguró que hubo irregularidades y prometió apelar la votación.

La empresa estadounidense Cardone, que opera la fábrica de Tridonex, dio a conocer a través de un comunicado que está “comprometida a apoyar los derechos de los trabajadores a la libre asociación y a la negociación colectiva”.

“Agradecemos a los empleados que participaron ayer en las elecciones en nuestras instalaciones de Tridonex y que ejercieron su derecho a emitir su voto libre, secreto y personal por el sindicato de su elección en el lugar de trabajo”, manifestó la empresa.

Agregó que “estamos preparados para asociarnos con el sindicato confirmado y seguir entregando piezas y productos de calidad a nuestros clientes”.

Antecedentes y denuncias

Tanto la planta de Tridonex como la de General Motors recibieron denuncias laborales en el marco del tratado de libre comercio celebrado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

Dicho tratado contiene las cláusulas de protección que exigen que México permita a los trabajadores elegir libremente los sindicatos que les representan.

Lal denuncia a la planta de General Motors fue interpuesta por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, luego de que el sindicato de la vieja escuela supuestamente destruyera papeletas durante la elección de 2021.

Por su parte, en la planta Tridonex grupos sindicales estadounidenses y mexicanos presentaron reclamos en 2021, luego de que trabajadores que luchaban por unirse al nuevo sindicato fueran acosados y despedidos.

Prieto señaló que unos 600 trabajadores de la planta de Tridonex fueron despedidos en represalia por apoyar al nuevo sindicato.

Ella misma mencionó que fue encarcelada, acosada y se le prohibió viajar a Tamaulipas.

En agosto, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, llegó a un acuerdo voluntario con Cardone.

En aquel entonces, la oficina señaló que “el acuerdo alcanzado con Tridonex para proporcionar indemnización, salarios vencidos y un compromiso de neutralidad en futuras elecciones sindicales muestra nuestra determinación de aprovechar las innovadoras herramientas de aplicación del T-MEC para abordar problemas laborales de larga data y apoyar la implementación de las recientes reformas laborales de México”.

Por ello, Prieto auguró que la votación de Tridonex sería la primera de una serie de victorias en las plantas de ensamblaje fronterizas.

“Así como lo vamos a hacer en Matamoros y lo vamos a hacer también en Reynosa, Tamaulipas, esperamos hacerlo en toda la República”, dijo.

Larga lucha

En 2019, los trabajadores de Matamoros comenzaron con una huelga masiva de cerca de 25 mil trabajadores de 48 plantas de ensamblaje en esa ciudad.

Ese movimiento logró aumentos salariales del 20% en las 48 fábricas “maquiladoras” de Matamoros, así como una bonificación única por valor de unos mil 685 dólares al tipo de cambio actual.

Durante muchos años, las federaciones sindicales corruptas, como la CTM firmaron “contratos de protección” de bajos salarios a espaldas de los trabajadores, frecuentemente incluso antes de la apertura de las plantas.

Las votaciones sindicales se hacían a mano alzada o simplemente no ocurrían. Los trabajadores de muchas fábricas mexicanas no sabían que tenían un sindicato hasta que veían que se les descontaban las cuotas de sus nóminas.

El CTM era apoyado por el Gobierno y formaba parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI).