El pasado 13 de enero asesinaron al periodista Carlos Domínguez Rodríguez. Fue interceptado por un grupo de hombres encapuchados que lo obligaron a bajar de su auto: posteriormente lo apuñalaron. Esto a plena luz del día, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Desde 2001 han sido asesinados en el país a 131 periodistas.
De acuerdo con datos recabados por Artículo 19, el diario El Debate y Animal Político, entre 39 y 41 trabajadores de la comunicación fueron ejecutados solamente en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto.
2017 fue un año muy violento para los periodistas. 12 fueron acribillados. Sus nombres: Javier Valdez Cárdenas, Miroslava Breach, Salvador Adame, Jonathan Rodríguez, Cecilio Pineda Birto, Maximino Rodríguez, Lusiano Rivera Salgado, Edgar Esqueda Castro, Cándido Ríos, Edwin Rivera Paz, Ricardo Monlui Cabrera y Gumaro Pérez Aguilando.
Casos como el de Miroslava Breache, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, y el de Javier Valdez, fundador de Riodoce en la ciudad de Culiacán, no solamente evidencian la violencia desmedida, sino también una compleja trama de relaciones entre gente del crimen organizado y autoridades.
Debido a la violencia, a la falta de apoyo, a la ausencia de protección para reporteros y a la impunidad, ejercer el periodismo se ha convertido en una labor peligrosa.
Según la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, México es el país, que no está en guerra, más violento del mundo para ejercer el periodismo: se encuentra sólo por debajo de Siria.
Si bien es cierto en junio del 2012 se aprobó la Ley de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, ésta parece no garantizar como corresponde la seguridad de los periodistas.
El año pasado se registraron múltiples protestas por parte del gremio de la comunicación que tuvieron lugar en diferentes ciudades de la República, para exigir justicia por el asesinato impune de reporteros. También se denunció la violencia y la represión a la que están expuestos los medios de comunicación.
El periodismo en México se ejerce bajo presión. Y la libertad de expresión, ésa…, ésa se pisotea todos los días.
Algunos datos:
Felipe Báez
22 febrero, 2018 at 7:56 pm
Estas desapariciones tienen un fuerte tufo a Pegasus, SEGOB, PRESIDENCIA, CISEN, Crimen Organizado.