Fue una bomba: durante la mañanera de ayer, en la conferencia de prensa matutina de Andrés Manuel López Obrador, se habló del financiamiento que recibe de Estados Unidos Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la asociación fundada por Claudio X. González y donde aún manda, aunque formalmente ya no la dirija.
No es cualquier cosa. Veamos.
Estados Unidos o alguna de sus agencias pueden financiar organizaciones sociales sin fines políticos ni de lucro. Sin embargo, no pueden financiar a organizaciones que tienen claros intereses políticos y partidistas, porque hacerlo es una forma de intervención.
Estados Unidos, vía una agencia, ha financiado a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, y ésta organización ha sido una plataforma para que, Claudio X. González, se adentre en la política e incluso encabece hoy una de las opciones electorales. Eso, sin duda, es intervencionismo.
Muchas personas (comentaristas, periodistas, activistas…) han criticado lo dicho por AMLO, pues afirman que MCCI no violan ninguna ley, y que es muy común que gobiernos financien a organizaciones de la sociedad civil.
Pero a esas personas se les olvida que MCCI no es una simple asociación: es la plataforma que le ha servido a Claudio X. González para posicionarse políticamente. Es decir, el dinero estadounidense está interviniendo en la política interna de nuestro país y en el actual proceso electoral. Eso es inadmisible.
Deberían entenderlo, no es cuestión de atacar a Claudio X. González, es una cuestión de soberanía nacional.
Lo que ha hecho MCCI es inadmisible. Y debe haber una explicación: el intervencionismo estadounidense ha sido letal para muchos países de América Latina y otras naciones del mundo. Debemos de parar eso. De buena forma, educadamente, pero ser implacables.