Durante todo su sexenio, Felipe Calderón se aprovechó de la prerrogativa para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) manejara miles de millones de pesos al margen del Presupuesto de Egresos de la Federación, según publicó Nancy Flores en el medio de comunicación Contralínea.
Esta práctica, que consiste en transferir discrecionalmente dinero público de una partida presupuestaria a otra era considerada como el delito de peculado, pero en el Gobierno de Vicente Fox fue “legalizada” mediante la normativa interna.
A partir de entonces, la Subsecretaría de Egresos tiene la facultad de autorizar a la Tesorería de la Federación (Tesofe) que envíe dinero público de una partida a otra sin avisar al Congreso, pero también cubrir sobreejercicios, mediante “acuerdos de ministración de fondos”.
Lo anterior se hace mediante solicitudes que hacen las propias secretarías, instituciones y entidades federales, “justificando” como situaciones de emergencia, de urgencia y no prorrogables.
La periodista indica contar con copia de centenar de oficios firmados por Ernesto Cordero Arroyo, Dionisio Arturo Pérez-Jácome Friscione, Carlos Montaño Fernández y Carlos Alberto Treviño Medina, quienes ocuparon respectivamente la Subsecretaría de Egresos entre diciembre de 2006 y noviembre de 2012, que dan cuenta de transferencias individuales que oscilaban entre los 200 mil a los 24 mil millones de pesos.
Entre el uso discrecional que se daba a este dinero público destaca la “guerra contra el narcotráfico” de Calderón, en beneficio de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina.
También transferencias a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para cumplir con acuerdos entre Calderón y Elba Esther Gordillo, en aquel momento líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Destacan centenas de millones de pesos extraídos en 2010 para supuestamente beneficiar a víctimas del incendio de la Guardería ABC y a los 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, que quedaron en la calle luego de que Calderón extinguiera dicha paraestatal con ayuda de la Policía Federal. Sin embargo, ni las víctimas ni los ex trabajadores recibieron recursos.
Asimismo fueron otorgados miles de millones de pesos al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para gastos que debieron contemplarse en el Presupuesto de Egresos de la Federación de cada ejercicio, para temas como:
- Pago de pensiones
- Prestaciones laborales
- Gastos relacionados con la atención médica a los derechohabientes
- Contrataciones
- Entre otros
Flores también menciona que llama la atención los raudales del erario a favor de fideicomisos, por ejemplo los de estabilización financiera y el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), señalados por la ASF como opacos y que no rinden cuentas aprovechando que tienen secreto fiduciario.
En estos casos, agrega, los recursos por hasta 24 mil millones de pesos en una sola exhibición fueron especialmente en el mes de diciembre, cuando se daba por cerrado el ejercicio.
Destacan también autorizaciones de acuerdos de ministración de fondos para que la Secretaría de Economía destinara miles de millones de pesos al rescate de empresas privadas, en el contexto de las crisis económicas de 2008 y 2009.
Fueron entregados, además, miles de millones de pesos a las secretarías de Salud y Turismo para financiar campañas publicitarias supuestamente urgentes, que en realidad implicaron sobreejercicios multimillonarios en beneficio de concesionarios y dueños de medios de comunicación.
Acuerdos de ministración
Los múltiples acuerdos de ministración fueron firmados cuando la Secretaría de Hacienda era encabezada por Agustín Carstens (2007-2009), Ernesto Cordero (2009-2011) y José Antonio Meade Kuribreña (2011-2012).
Según menciona Contralínea, los oficios en su poder amparan la reasignación de parte del Presupuesto de Egresos de la Federación en diferentes ramos del gasto público de los ejercicios de 2007 a 2012.
Según la Secretaría de Hacienda, los acuerdos de ministración se tratan de “ministración de fondos federales a los ramos autónomos, administrativos y generales autorizada para atender contingencias o, en su caso, gastos urgentes de operación, y que se regulariza con cargo a sus respectivos presupuestos invariablemente mediante la expedición de una cuenta por liquidar certificada” o mediante la devolución de los mismos a la Tesofe.
Sin embargo, una auditoría de la ASF demostró que los recursos no eran devueltos a la Hacienda Pública, sino que terminaban contabilizándose como “adecuaciones al presupuesto”, es decir, sobreejercicios.
En 2010, Hacienda encontró que la Tesofe transfirió 109 mil 700 millones 47.8 pesos “correspondientes a los pagos por acuerdos de ministración de fondos”.
Visita Felipe Calderón 202
La auditoría determinó que el Presupuesto de Egresos original autorizado de 2010 ascendió a 2 billones 376 mil 915 millones 33.4 mil pesos, mientras que el ejercido fue de 2 billones 475 mil 629 millones 501.9 mil pesos, es decir, un incremento de 98 mil 714 millones 468.5 mil pesos, es decir, 4.2% más de lo autorizado.
La periodista Flores explica que desde el Gobierno de Vicente Fox, cuando se hicieron las modificaciones que permiten estos traspasos de dinero, la doctora en derecho y entonces directora de Asuntos Jurídicos de la Subsecretaría de Egresos, Lilia Cortés, denunció a funcionarios de Hacienda por el manejo irregular del presupuesto.
Cortés lo calificó como abuso de autoridad y actos de corrupción en su modalidad de peculado, pero de inmediato fue cesada del cargo y amedrentada por daños.
