Entre 2008 y 2010, el Gobierno de Felipe Calderón extrajo miles de millones de pesos -al margen del Presupuesto de Egresos oficial- para rescatar a los más ricos, según demuestran oficios de la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público revisados por el portal Contralínea.
Bajo el argumento de atender la recesión vivida entre 2008 y 2011 por la crisis de los créditos subprime, y luego por la pandemia AH1N1, del presupuesto público salieron fondos emergentes por 2 mil millones de pesos para “rescatar” empresas con deuda bursátil, aunque, en total, se destinaron más de 15 mil millones para este fin.
La estrategia fue operada a discreción desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al mando de Agustín Carstens y Ernesto Cordero Rubio.
De forma secreta, fueron destinados:
- 1,000 millones al supuesto crecimiento de la iniciativa privada
- 1,000 millones al financiamiento de grandes corporaciones
- 3 mil millones a la industria harinera del maíz y molinera del nixtamal
- 984 millones a la “pequeña y mediana industria”
- 800 millones a “empresas e industria en general”
Contralínea explica que tras estallar la crisis de créditos subprime en Estados Unidos, en septiembre de 2008, el Gobierno de Calderón optó por rescatar a los más ricos en vez de usar los recursos públicos en apoyar directamente a los más necesitados.
El 22 de octubre de 2008, un mes después de que reventara la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Dionisio Péres-Jacome Friscione autorizó a la Tesorería federal entregar mil millones de pesos a la Unidad de Banca de Desarrollo para aportar al Fideicomiso de Contragarantía para el Financiamiento Empresarial.
Dicho fideicomiso se operó mediante Nacional Financiera y el Banco Nacional de Comercio Exterior, destinando el recurso al Programa de Apoyo para Deuda Bursátil, según documentos oficiales.
El funcionario también autorizó un segundo fondo extraordinario por mil millones de pesos sin que se etiquetara por la Cámara de Diputados.
Desde su llegada a la Presidencia, Calderón mantuvo vigente la prerrogativa para que Hacienda manejara miles de millones de pesos al margen del Presupuesto de Egresos de la Federación, lo que hizo que transferir discrecionalmente dinero público de una partida presupuestaria a otra pasara de considerarse peculado y fuera “legalizado”.
Según el Libro blanco de los créditos otorgados al amparo de los programas emergentes del gobierno federal en los ejercicios 2008 y 2009 del Banco Nacional de Comercio Exterior, el programa de rescate a la gran industria con deuda bursátil manejó más de 15 mil millones de pesos.
“En la sesión del 4 de febrero de 2009 se propuso por parte de Bancomext al Consejo Directivo: autorizar una segunda etapa del programa, para apoyar a las empresas a renovar sus emisiones de deuda, durante el periodo enero-junio de 2009; continuar con el límite de 15 mil MDP (7 mil 500 MDP para Bancomext y 7 mil 500 MDP para Nafin) que se había autorizado en la primera etapa, lo que implicaba contar con nuevas garantías para emisiones adicionales de hasta 9 mil 32.97 MDP; permitir que las emisiones cuyo plazo vencía en el mes de enero de 2009 y se renovaron sin garantía, pudieran ser susceptibles de ésta en su siguiente renovación o a la fecha del corte de su primer cupón, así como a emisiones nuevas que deriven de aquellas que se liquidaron en enero y febrero de 2009; permitir que las emisiones que se liquidaron en enero de 2009 y que quisieran volver a acceder, sean elegibles”, menciona el documento.
Detalla que, en la primera fase, se eligieron 10 empresas, aunque no sólo se operó el programa de créditos bursátiles: en 2009 se activó el Programa de Apoyo Emergente para la Reactivación del Sector Turismo y el Esquema de Financiamiento para Resolver el Problema Coyuntural de las Aerolíneas Mexicanas. En total, se manejaron más de 3 mil millones de pesos.
Rescates multimillonarios
Contralínea recuerda que, desde que era líder del PAN, Calderón impulsaba el rescate de la oligarquía con el dinero público mexicano: “en 1998, acompañó al gobierno de Ernesto Zedillo en el gran latrocinio llamado Fobaproa que socializó la deuda de los bancos, con un costo superior a los 3 billones de pesos y se terminará de pagar hasta 2042”.
En 2008 operó sus pequeños Fobaproas sin pedir autorización a la Cámara de Diputados, sustrayendo miles de millones de pesos para empresarios que lo apoyaron en su proceso electoral -señalado como fraude- en 2006.
Como ejemplo se menciona cómo, un 20 de noviembre, día de asueto nacional, el subsecretario Pérez-Jacome firmó la autorización para que la Tesofe entregara mil millones de pesos a la Unidad de Banca de Desarrollo para la capitalización de Nacional Financiera.
Dicho oficio estableció que los recursos serían destinados a “apoyos requeridos al sector privado de conformidad con lo señalado en el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo”.
Luego, en abril de 2009, la llegada de la epidemia AH1N1 generó inestabilidad económica que permitió a Calderón aplicar más beneficios al sector privado.
Así, se firmaron varios acuerdos de ministración de fondos destinados a la Subsecretaría de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía para apoyos de carácter temporal dispersados en 2009 por el Programa de Desarrollo de Industrias de Alta Tecnología:
- Oficio 801.1.-142(09), del 10 de julio, por 300 millones de pesos
- Oficio 801.1.-152(09), del 6 de agosto, por 250 millones de pesos
- Oficio 801.1.-199(09), del 23 de septiembre, por 250 millones de pesos
Israel Jarquín
16 abril, 2023 at 1:25 pm
Miserable CaldeRon, siempre dándoles recursos a los más ricos, a los que lo pusieron en la silla presidencial. Por otra parte, sería bueno que se diga qué empresas recibieron esos recursos, de seguro son las que están contra el actual gobierno.