Durante su sexenio, Felipe Calderón abonó recursos a su “Guerra contra el narcotráfico” además de los ya establecidos cada año en el Presupuesto de Egresos de la Federación, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, según se muestra en documentos de la Subsecretaría de Egresos, revisados por la periodista Nancy Flores para Contralínea.
Dichos documentos, confirman el traspaso de dinero público de una partida a otra, sin avisar al Congreso, así como sobreejercicios multimillonarios por “ajustes internos” a través de “acuerdos de ministración de fondos”, autorizados por los subsecretarios de Egresos que estuvieron en el puesto: Ernesto Cordero, Dionisio Pérez-Jácome, Carlos Montaño y Carlos Treviño.
Flores destaca que, en el caso del dinero para la guerra de Calderón, llaman la atención los acuerdos de ministración autorizados por la SCHP para la compra de equipo de espionaje y equipo bélico, cuando los secretarios fueron Ernesto Cordero y José Antonio Meade.
A manera de ejemplo, recuerda que en un oficio del 27 de julio de 2011, en el que se revela que el general de división de Estado Mayor, Augusto Moisés García Ochoa, solicitó mil 463 millones 271 mil 703.62 pesos para la compra de:
- Ocho estaciones remotas móviles de radiocomunicación y sistemas de inteligencia – 1 mil 68.5 millones de pesos
- Chalecos antibalas nivel IV – 70 millones de pesos
- Dos servicios de mantenimiento para aeronaves – 97 millones
- Continuar con el mantenimiento a las pistas aéreas – 206.7 millones de pesos
- Mantenimiento a instalaciones de la Sedena – 21 millones de pesos
Estos recursos fueron aprobados por el entonces subsecretario de Egresos, Carlos Montaño Fernández.
Otro oficio, de diciembre de ese mismo año, autorizó “otorgar a la Sedena un acuerdo de ministración por un monto total de 1 mil 769 millones 500 mil pesos con el fin de llevar a cabo la adquisición de equipos de inteligencia y equipamiento militar, mediante la aportación al Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar, los cuales representan compromisos devengados al 31 de diciembre del presente ejercicio”.
También el 20 de junio de 2011, Montaño Fernández aprobó mediante un oficio, la solicitud del general García Ochoa para que la SHCP le otorgara a la Sedena 1 mil 958 millones de pesos.
Lo anterior buscaba que la Sedena comprara “un sistema procesaros electromagnético, la adquisición de bloques balísticos, el fortalecimiento de los servicios médicos integrales de la dependencia y otorgar de refacciones a diversas aeronaves”.
La compra de los medios de comunicación
En 2011, el saldo de la “Guerra contra el narcotráfico” ya superaba los 50 mil civiles asesinados:
- 29.6 ejecutados extrajudicialmente cada 24 horas, al menos mil 226 eran menores de edad
- 3 mil desaparecidos políticos, según cifras de la ONU
- 10 mil “levantados”, más de cinco personas diarias
- 230 mil personas desplazadas por violencia
- 51 mil 500 niños huérfanos
Ante esta situación, 715 medios de comunicación uniformaron sus criterios editoriales para dejar de informar la violencia, violentando el derecho humano a la información y el derecho humano a la verdad. Algunos de estos medios fueron:
- Televisa
- Excélsior
- El Universal
- El Economista
- La Razón
- Multimedios
- Imagen
- Radio Fórmula
- Radio Centro
- W Radio
- ACIR
- Expansión
- Nexos
- Etéctera
- Instituto Mexicano de la Radio
- Canal 11
- Canal 22
Compras irregulares
La SHCP también da cuenta de la entrega de dinero a la Sedena para comprar en las que después se documentaron irregularidades millonarias, por ejemplo, un oficio de julio de 2010, donde el general García Ochoa pedía 867 millones de pesos para “adquirir equipos electrónicos de inteligencia, vehículos HUMVEE blindados y un Sistema Virtual Interactivo de Ambiente de Confrontación”.
Dicho sistema, indicó en 2011 el periodista Zósimo Camacho en Contralínea, que fue comprado a la empresa Broadlink SA de CV, pero ingenieros y técnicos militares hicieron 77 observaciones por errores, omisiones y abiertas discrepancias entre lo que se adquirió y lo que finalmente fue entregado.
Otro oficio, de junio de 2010, menciona la entrega de 633 millones de pesos a la Sedena, con el objetivo de que adquiriera “sistemas de detección molecular, puestos de control móviles que se componen por un vehículo de sistema de inspección no intensiva, equipo de comunicación de análisis especial y la instrumentación de un proceso de administración y actualización del inventario general valorado”.
Esta compra, menciona Flores, ocurrió pese a que en enero de aquel año el gobierno británico prohibió su comercialización y emitió una alerta internacional, tras demostrad que fue ineficaz y generó “falsos positivos” y “falsos negativo” en detección de explosivos y armas.
También firmaron los contratos para la compra de la plataforma Pegasus, el más avanzado malware de espionaje en el mundo.
Entrega a los estados
Felipe Calderón le declaró en 2006 la “guerra” al narcotráfico. Foto: especial.
La periodista también menciona que, entre los oficios consultados, hay algunos que demuestran que se entregaba dinero a los estados para hacer frente a la que sería la principal política pública de Calderón; la “guerra” contra el narcotráfico, que más bien terminó por empoderar al Cártel de Sinaloa.
En el acuerdo de ministración de fondos, Ernesto Cordero ordenó a la Tesofe entregar 500 millones de pesos a las entidades federativas “con el propósito de que se radiquen los recursos destinados a pago del mes de enero de 2007 del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP)”.