Así es la licencia de conducir permanente que aprobó el Congreso de CDMX

El Congreso de la Ciudad de México, aprobó que regrese la licencia permanente para conducir que había sido revertida desde 2008.

Con 44 votos a favor y 14 en contra, el pleno del Congreso capitalino decidió aprobar una de las principales propuestas de campaña de Clara Brugada, Jefa de Gobierno de la CDMX.

La iniciativa fue avalada en lo general por la mayoría de la 4T en el legislativo.

El debate fue presidido por Martha Ávila, diputada de Morena, quien se caracterizó como catrina en esta sesión donde se discutió la adición de un inciso B al artículo 229 del Código Fiscal de la CDMX. Tras la aprobación en lo general, continúa la discusión de los artículos reservados.

De acuerdo con la iniciativa aprobada este miércoles en el Congreso capitalino, al artículo 229 Código Fiscal se le añade un inciso que dice establece las licencias “Tipo A, para conducir vehículos particulares, con licencia permanente“, misma que tendrá un costo de mil 500 pesos. 

El gobierno de la Ciudad de México ya publicó en la edición 1477 Bisd e la Gaceta Oficial el dictamen recientemente aprobador para que la licencia permanente de conducir ya sea una realidad.

Los artículos transitorios proponen un fideicomiso para administrar los recursos que se reciban de la expedición de esta licencia, con la finalidad de destinarlos al transporte público y la movilidad. 

Asimismo, la iniciativa también modifica el artículo 126 de la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, donde se se especifica que habrá una licencia tipo A: “para la conducción de automóviles particulares, con vigencia de tres años, o en su caso, permanente, misma que es válida para conducir”.

Ernestina Godoy, Alejandro Encinas, Clara Brugada y Omar García Harfuch. Foto: Graciela López Herrera / Cuartoscuro

Los requisitos para poder tramitarla son:

• Contar con una licencia tipo A, que haya sido expedida de manera previa.
• En caso de no contar con licencia, acreditar las evaluaciones correspondientes.
• Nunca haber sido sancionado por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas.
• No haber estado involucrado en hechos de tránsito.