El Presidente Andrés Manuel López Obrador desmintió al embajador estadounidense en México, Ken Salazar, pues este afirmó que se construye un muro en el Istmo de Tehuantepec para frenar la migración ilegal.
“No queremos un muro en nuestro territorio” afirmó el mandatario mexicano.
Después de ser cuestionado en su conferencia matutina sobra las afirmaciones de Ken Salazar el mandatario aclaró que desconocía el tema. Pero aseguró que no está de acuerdo con la construcción de un muro para contener la migración.
“Yo no sabía, por adelantado, no queremos muro en la frontera, mucho menos en nuestro territorio, para que no se especule”, respondió de inmediato AMLO.
Al contrario de lo afirmado por el diplomático estadounidense en mayo de este año, López Obrador sostuvo que el problema de la migración no se atiende con muros, sino desde las causas.
“Lo que ayuda es que se apoye a los países con población pobre que no tienen empleo y que tienen como opción migrar para buscarse la vida.” Aseguró el mandatario.
El tabasqueño explicó que este tipo de problemáticas son el ejemplo de la enorme desigualdad que hay en el mundo, pues pocos millonarios tienen fortunas inmensas, mientras la gran mayoría sobrevive al día.
“No puede ser que haya 800 millones de pobres en el mundo que perciben, viven o sobreviven con un dólar diario habiendo una minoría que tiene fortunas inmensas. (…) Es un asunto de desigualdad que eso es lo que provoca —junto con la corrupción—, porque eso va a acompañado de la usura, del saqueo de recursos naturales, eso es lo que produce pobreza, migración, problemas de salud, violencia”, enfatizó.
Asimismo, el presidente López Obrador aprovechó para destacar que la administración de su homologo Joe Biden, ha sido la única que no ha manejado en su discurso la construcción de un muro fronterizo con México.
“El que dijo: ‘no construir’ fue el presidente Biden y eso se reconoce porque también es propaganda, con todo respeto, publicidad y no ayuda en nada eso”, señaló.
En mayo de este año el embajador Ken Salazar aseguró que ambos gobiernos trabajaban en un plan en la franja del Istmo para frenar el flujo de migrantes centroamericanos y el contrabando de drogas, el cual contemplaba supuestamente la construcción de un muro de 300 kilómetros al sur del país.
“Allí en el Istmo por 300 kilómetros, 180 millas, es más fácil ver lo que está pasando en la frontera de 180 millas y no de dos mil millas en el desierto, entonces, es parte de la solución de migración. También es parte de la solución de la seguridad”, explicó el embajador norteamericano.