Hasta el tercer trimestre de 2020 -la última fecha desagregada hasta hoy-, los grandes contribuyentes aportaron cinco de cada 10 pesos que el Gobierno federal recibió a través del cobro de impuestos; esto significa 1 billón 294 mil millones de pesos pagados en nueve meses.
Según revisó SinEmbargo, si los pagos de los grandes contribuyentes mantuvieron su proporción (52%) como parte de todos los ingresos tributarios del sector público durante 2020, al cierre de ese año habrían erogado un aproximado de 1 billón 736 mil millones de pesos, que tendrían que ser corroborados con los datos del cuarto trimestre del SAT y la SHCP.
Esto significa que los grandes contribuyentes habrían aportado el 7.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de México en el último año fiscal.
Esta suma alcanza, por ejemplo, para pagar las pérdidas acumuladas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos cinco años, o para duplicar el gasto federalizado (el presupuesto que la Federación le otorga a estados y municipios) de 2021.
El dinero que generan los grandes contribuyentes es muy grande, pero se vuelve aún mayor si tomamos en cuenta que se trata de un grupo muy pequeño de personas físicas (individuos) y morales (empresas).
Actualmente sólo el 0.02 por ciento de los contribuyentes activos con obligaciones fiscales está inscrito en la lista de grandes contribuyentes, lo que representa 11 mil 730 personas físicas y morales nacionales y extranjeras que incluyen agentes adinerados, como Carlos Slim, o grandes conglomerados industriales, como Coca-Cola.
Entre las compañías consideradas grandes contribuyentes, están aquellas con ingresos iguales o mayores a mil 250 millones de pesos, así como las que tienen acciones colocadas en la bolsa.
Asimismo, las instituciones públicas y privadas del Sistema Financiero Mexicano, las empresas productivas del Estado y otras instancias nacionales y extranjeras que forman parte del catálogo establecido en el apartado B del Artículo 28 del Reglamento Interior del SAT.
En medio de las dificultades económicas que los países en todo el mundo enfrentan derivado de la pandemia por Covid-19, el colchón económico de los grandes contribuyentes ha ayudado a amortiguar el desplome de los ingresos del Gobierno de México.
Aunque el 70 por ciento de los pagos hechos por los grandes contribuyentes fue de forma voluntaria, el Gobierno federal, de la mano de la exjefa del SAT, Margarita Ríos Farjat y su sucesora, Raquel Buenrostro Sánchez, tuvo que perseguir a una parte de los pertenecientes al 0.02 por ciento que no cumplió con sus declaraciones y pagos de forma oportuna o con adeudos fiscales.
Entre los que conforman el 0.02% que habrían pagado adeudos se encontrarían grandes contribuyentes, como las empresas Fomento Económico Mexicano (Femsa) y Walmart, que lograron un acuerdo con el SAT para cubrir casi 17 mil millones de pesos entre ambas, en 2020.
También el año pasado hubo 892 grandes contribuyentes que pagaron 215 mil 659 millones de pesos fuera de tiempo o correspondientes a deudas fiscales de antaño, de los cuales, 91 mil 252 millones de pesos fueron recaudados en efectivo y 123 mil 407 millones de pesos en cobros virtuales.
Según la SHCP, el monto en efectivo de cobros atrasados y adeudos de grandes contribuyentes fue 135% superior al recuperado en 2019, cuando se obtuvieron 39 mil 281 millones de pesos.
Esto es producto de una estrategia fiscal, así como de la condonación de multas y recargos por adeudos (a los contribuyentes en general) a cambio de la liquidación de saldos pendientes de pagos.
