AMLO da orden histórica: se abrirán los archivos militares

“Este día se abre el gran cuartel”, resonó  la voz de Alicia de los Ríos Merino. Hoy es la primera vez que la activista e historiadora pisa el suelo del Campo Militar número 1 donde su mamá fue encarcelada, por quien lucha desde hace más de 20 años, de quien heredó el mismo nombre y a quien el Estado mexicano desapareció el 5 de enero de 1978. Ella era militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

“Hoy venimos a decirle al país, sin duda de por medio, lo que pasó en estas instalaciones de la nación. Aquí fueron interrogados, torturados y mutilados nuestros padres y madres; nuestros hermanos y hermanas; los hijos e hijas de cientos de mujeres que no dejaron de buscarlos. Aquí fueron desaparecidas y desaparecidos”, dijo Alicia de los Ríos durante el inicio de actividades de la Comisión para la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia por las Violaciones Graves a los Derechos Humanos ocurridas entre 1965 y 1990.

Alicia de los Ríos Merino, originaria de San José Bachíniva, Chihuahua, madre de una bebé con su mismo nombre y militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

El gran cuartel

“El gran cuartel” o Campo Militar número 1, ubicado en Naucalpan, se convirtió en las paredes de la tortura en la llamada “guerra sucia”, caracterizada por la creciente persecución política contra quienes se consideraba que pensaban distinto al Estado que gobernó el país entre los años de 1965 y 1990.

En esa época cometieron graves violaciones a los derechos humanos como la desaparición forzada de personas, la tortura y la ejecución extrajudicial, tal como ha documentado la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Para ello, utilizaban los campos militares de México, especialmente el que este 22 de junio sirvió de sede para la memoria, la verdad y la justicia de las y los luchadores sociales.

Anuncio publicitario. Siga deslizando para continuar leyendo

En 1964, cuando Gustavo Díaz Ordaz era Secretario de Gobernación, mandó construir una “prisión preventiva para reos del fuero federal”: la localizada en el Campo Militar número 1, que a más de 40 años de emanar injusticia, fue el centro de un reconocimiento a los y las luchadoras sociales desaparecidas y a quienes no pararon de buscarles.

AMLO en las instalaciones del Campo Militar No. 1 en Naucalpan, Estado de México

“Estamos en un acto muy fuerte y al mismo tiempo muy lleno significados y de dolor, pero también es un acto de esperanza, es un acto para buscar entre todos cerrar una etapa, una historia negra de sufrimiento, de represión y dar inicio a una etapa nueva que ya, podría yo decir, comenzó desde hace un poco más de tres años”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El proyecto de la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico por hechos ocurridos entre 1965 y 1990, busca reactivar las 245 carpetas de investigación sobre la Guerra Sucia y abrir las puertas tanto de ese, como de otros campos considerados en la historia mexicana como sitios de tortura y desaparición a perseguidos políticos.

Aprender a caminar en un campo militar

Micaela Cabañas Ayala, hija del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, tenía apenas dos meses de edad cuando fue recluida, junto con su familia, en la prisión del Campo Militar número 1, un lugar al que tuvo que volver pero en un contexto radicalmente diferente: libre y con la certeza de la justicia.

Micaela Cabañas, en imagen

“En algún lugar de este edificio aprendí a caminar, aprendí a correr y a decir mis primeras palabras. En este lugar y con el cobijo de mi madre y de toda la familia Cabañas que aquí nos encontrábamos en la clandestinidad, porque así lo dijo el gobierno de ese entonces, sufrimos tortura, tortura física, moral, y psicológica y muchas otras violaciones incluida la sexual, puesto que mi madre salió de aquí embarazada del gobernador de ese entonces del estado de Guerrero (Rubén Figueroa), que, a mí, disculpen, me da hasta asco pronunciar su nombre”, narró la activista.

Como los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, Lucio Cabañas fue profesor normalista rural de Ayotzinapa, dirigente de la Federación de Estudiantes y Campesinos Socialistas de México, detenido por encabezar una lucha a nivel rural en la búsqueda de una transformación social. A los 35 años, un 2 de diciembre de 1974, murió en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano en El Otatal, Guerrero, refiere un artículo de la UAM Cuajimalpa.

“Nos están dando esa voz, porque no están dando ese paso para poder acceder a la justicia”, dijo la hija de Lucio Cabañas tras agradecer al Presidente AMLO.

Lucio Cabañas

Los archivos militares

El Presidente López Obrador instruyó así la apertura del Archivo General de la Nación, con mil 653 legajos relacionados con los movimientos sociales y políticos del pasado con el propósito de fomentar la transparencia y evitar “la simulación”.

En su gobierno Vicente Fox Quesada creó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), pero la dependencia se desintegró en 2007 y la información obtenida no fue revelada hasta que el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas presentó la versión pública del Informe Final de la extinta Femospp.

https://twitter.com/a_encinas_r/status/1403408770601041924

Todos los movimientos sociales reprimidos, fueron documentados y la injusticia revelada en el informe con el que Fox encubrió el genocidio de sus antecesores.

Anuncio publicitario. Siga deslizando para continuar leyendo

“El populismo les valió que los sectores radicales tuvieran un grado muy alto de dificultad para implantar la guerrilla. El salvajismo con el que actuaron no resta inteligencia a la forma como combatieron para destruir los movimientos estudiantiles y a la guerrilla. Estratégicamente, esta política sumió al país en una dependencia estructural en el mundo globalizado, y obstaculizó los esfuerzos por hacer un país más justo y digno”, dice el informe elaborado en 2006.

Hasta el 11 de junio del 2022 el Gobierno de AMLO reveló el informe que en 2006 ocultó Vicente Fox

Sobrevivir a la tortura

Mario Álvaro Cartagena López, “El Guaymas”, murió el 13 de julio del año pasado sin obtener justicia. Él había sido el único sobreviviente de la tortura en el Campo Militar número 1. El 5 de abril de 1978, tal como narró en varias entrevistas, “El Guaymas” fue detenido por policías que le dieron siete balazos. Gracias a la mínima atención que recibió, Mario Álvaro Cartagena perdió su pierna izquierda.

“El Guaymas” fue la última persona que vio con vida a Alicia de los Ríos. Ambos militaban en la Liga Comunista 23 de Septiembre, cuyo ideal político socialista los volvió blanco del gobierno para la represión.

Mario Álvaro Cartagena logró salir de la cárcel clandestina gracias a la lucha de su madre, y la de María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra, del Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, quien murió el pasado 16 de abril tras toda una vida de luchar por obtener justicia para su hijo Jesús Piedra Ibarra, víctima de desaparición forzada acusado de formar parte de la mencionada liga guerrillera.

En la esquina inferior izquierda, la foto de “El Guaymas” cuando era perseguido político

La verdad

“El Guaymas”, la ex Senadora Rosario Ibarra, y más familiares víctimas de la “guerra sucia” han muerto con sed de justicia. Organizaciones, activistas, defensores de derechos humanos llevaban años solicitando algo que hoy es una realidad: la apertura de los campos y archivos militares que esconden la historia de un país que había sido históricamente reprimido.

“Esa es la instrucción: el que no ocultemos nada, absolutamente, cero impunidad. Y que podamos entre todos aclarar esta situación y que podamos, yo espero que no en mucho tiempo, tener ya un relato completo con recomendaciones con acciones que se deban de tomar para que de esta manera honremos la memoria de los que perdieron la vida, de los que se nos adelantaron y que lucharon por un ideal o lucharon en cumplimiento de un deber”, sentenció desde el Presidente de México.

Apertura de archivos militares a la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico