Nos acercamos al final de este año que ha sido un desafío para la población del mundo entero. Los jefes de gobierno y sus equipos alrededor del mundo tomaron importantes decisiones para disminuir el impacto de la pandemia de COVID-19 en los países que lideran, estas medidas en consecuencia tuvieron un impacto directo en el sector económico de estos territorios.
Todos hemos sido testigos de cómo, a comienzos de año, la Organización Mundial de La Salud (OMS) declaró que la COVID-19 sería caracterizada como una pandemia. Desde ese 11 de marzo, el mejoramiento de los sistemas de salud en el mundo y la protección de la población contra el virus se convirtió en prioridad para las administraciones. El gobierno de México tomó una serie de medidas que protegían al sistema sanitario pero a la vez frenaban la producción, avance y crecimiento de otros sectores, cómo el educativo, laboral, transporte y de construcción, entre otros. Es por esto que luego fue necesario que nuevas medidas económicas fueran tomadas para re impulsar sectores independientes y en crecimiento. Se ofrecieron, por ejemplo, créditos y apoyo para emprendedores, junto con apoyo para trabajadores independientes.
En el afán de proteger las economías del hogar, a su vez, los mexicanos disminuyeron los gastos realizados en objetos y servicios que no fueran de vital necesidad. Se observó una disminución en la demanda de bienes personales como automóviles. A medida que el año transcurrió y siguiendo las reglas de la nueva normalidad para la reactivación segura y responsable de la economía, los mexicanos comenzaron una vez más a adquirir algunos bienes como vehículos. Aún se encuentran en el país zonas con riesgo epidemiológico alto en las que están ¨ permitidas únicamente las actividades esenciales que no se han detenido desde el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia¨, a la vez que se observan nuevas áreas avanzando a los colores anaranjado y amarillo.
Tomando como ejemplo la venta de automóviles, el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) expresó que si bien el porcentaje de ventas de automóviles mejoró en el último tramo del año, no se ha logrado alcanzar aún el nivel del año 2019. Es habitual la comparación de períodos iguales en distintos años para obtener resultados válidos con respecto a diferencias de consumo de la población. Con el correr de los meses, el porcentaje de ventas fue mejorando, por ejemplo un 8.4% mayor octubre contra septiembre. Sin embargo, la recuperación no llega a alcanzar el nivel de actividad del sector en el mismo período en el año 2019. Teniendo esto en consideración, con relación a lo vendido durante el presente año y en comparación con el anterior, en los mismos periodos, se observa una disminución del 28 por ciento en las ventas de autos 0 kilómetros alcanzadas en 2020. Como consecuencia, se detectó que se vieron severamente afectados el sector asegurador y sus servicios de cobertura, entre otras esferas de la economía asociadas al rubro.
La reactivación completa de todos los espacios vinculados y regulados por los colores del semáforo y la Sana Distancia involucrará un largo proceso de readaptación. Se necesitará del trabajo en conjunto de líderes y ciudadanos, junto con nuevas medidas de salud pública y de trabajo. El ambiente en el que se comienza a reactivar la economía es muy complejo y adecuarnos a esta nueva realidad será un trabajo a largo plazo.
