En la prensa mexicana son comunes las columnas de “chismes” o “trascendidos”. En general, hablan de “rumores”, de cosas que suelen conocer los reporteros y que pasan a sus redactores. Muchas de esas columnas adelantan alguna iniciativa legislativa, balconean a alguna figura pública, difunden un chisme, etcétera.
Algunas veces, ciertos actores políticos las usan para “posicionar” sus temas o para atacar a sus contrarios. Dichas columnas se han prestado durante muchísimos años a la corrupción y al “chayote”, y han denigrado el periodismo serio.
Algunas columnistas hacen sus propias columnas de trascendidos (que a veces funcionan también como “sus negocios”), y más que explicar o analizar una realidad, lo que hacen es desatar rumores. Es decir, hacen lo mismo que las columnas de trascendidos. Así son, por ejemplo, Carlos Loret de Mola, Salvador García Soto o Mario Maldonado, por sólo mencionar a algunos.
El caso es que Reforma tiene su columna de trascendidos, llamada Templo Mayor, y escrita (el deudónimo de el autor o los autores) por “F. Bartolomé”. Pero dicha columna ya no es de transcendidos, sino de ataques inmorales y sin ética. Y es que, todos los días, en lugar de dar información o propagar un rumor, lo que hacen con Templo Mayor es que plantean una mentira, y desacredita todas las acciones de Andrés Manuel López Obrador.
El caso de hoy es muy interesante. Escriben en dicha columna:
Alguien debería explicarle al Presidente que construir un aeropuerto es un poquito más complicado que armar un Lego. Y es que, según él, hoy se va a “inaugurar” la primera etapa de Santa Lucía, lo cual, paradójicamente, es una volada. De acuerdo con lo que dijo Andrés Manuel López Obrador, para conmemorar el Día de la Fuerza Aérea, en las nuevas pistas comenzarán a registrarse aterrizajes y despegues de aeronaves militares… ¡y comerciales! Por lo visto, al mandatario no le han informado bien cómo está la cosa. Para empezar, lo que ya se construyó son las nuevas instalaciones físicas de la base militar. Pero, sobre todo, no es posible que realicen operaciones aviones comerciales dado que el futuro aeropuerto “Felipe Ángeles” todavía no cuenta con su PIA, que en pocas palabras es el manual de procedimientos seguros para aterrizar y despegar. Y para que eso suceda, primero lo tiene que autorizar la Agencia Federal de Aviación Civil, un proceso que todavía ni toma pista. Pero, bueno, ya se sabe que eso de tener estudios, permisos y fundamentos es peccata minuta para el gobierno, por lo que harán aterrizar los aviones nomás para la foto.
Templo Mayor se ha convertido en una columna de odio, donde se discrimina, se es racista, se minimiza y se ataca todo lo que tiene que ver con Andrés Manuel López Obrador. ¿Una columna afirmando que “construir un aeropuerto es un poquito más complicado que armar un Lego”? La columna no sólo es poco seria, imprecisa, mentirosa, sino que evidencia el odio que Reforma todos los días ejerce contra un proyecto de nación.
Dicha columna ya no proporciona ni chismes ni rumores. Es una concentración de odio y de escandalosas mentiras. Cada vez es más evidente, y más patético.
Eso, señores de Reforma, no es periodismo ni es opinión. Es odio. Así de simple.