El domingo pasado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio su informe del primer trimestre del 2020, en vivo, para todas las y los mexicanos.
Ahí, el mandatario se refirió al ex presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt (1933-1945), quien es considerado como uno de los mayores reformadores de las políticas públicas y financieras de aquél país.
En su mensaje, AMLO recordó el trabajo que desempeñó Roosevelt para la recuperación de la economía estadounidense, luego de la depresión causada por el crac de 1929, cuando la Bolsa de Valores de Nueva York cayó 12.8 por ciento en el conocido “lunes negro”.
“Este titán de las libertades, para mí el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos en toda su historia, llegó a decir en esos momentos difíciles que a él le tocó enfrentar (…) ‘El interés propio, egoísta, suponía una mala moral, ahora sabemos que también era una mala economía”, dijo.
Esta no es la primera vez que nuestro presidente hace referencia a Roosevelt, sino que, desde que asumió la presidencia en diciembre de 2018, se habría referido a él aproximadamente en unas 10 ocasiones.
Según Arlene Ramírez-Uresti, internacionalista del Instituto Tecnológico de Monterrey, Roosevelt “transformó el sistema bancario, la democracia estadounidense y su liderazgo en el mundo”.
Por su parte, Luis Monroy-Gómez Franco, economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que la afinidad de ambos mandatarios está en su discurso que busca reformar el modelo económico y la institucionalidad nacional.
“Su discurso también se asemeja en la preocupación por disminuir la desigualdad y el número de pobres a través de reformas legales. Es importante señalar, además, que parte del contenido de la carta de derechos sociales escrita por Roosevelt se refleja en la agenda actual de López Obrador”, explicó el experto.
La estrategia de Roosevelt
Antes de que López Obrador ganara las elecciones presidenciales de 2018, mencionó al ex mandatario estadounidense al hablar de las libertades de palabra y de creencia como una de las proclamas en su doctrina.
El mayor legado de aquél presidente fue, sin duda, el New Deal, como se le llamó a las medidas implementadas para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión.
Esas medidas fueron trabajadas con ayuda del economista John Maynard Keynes, quien propuso la implementación de ideas económicas y políticas a diversos líderes para revivir la economía.
Para ello, se centraron en una reforma bancaria que permitió detener el colapso del sistema financiero, generando una nueva dinámica económica basada en la promoción del consumo y la creación de empleos, así como de una ley de seguridad social y una macroinversión pública en la industria militar.
Dicha estrategia fue tan exitosa que catapultó y posicionó a Estados Unidos como una potencia económica y militar a nivel internacional.
El New Deal, según expertos, significó por primera vez una regulación de Estado a las instituciones financieras y bancarias, lo cual fue replicado por la mayoría de las grandes economías del mundo.
Además, en el sector social implicó la creación de una red de protección que contempló a migrantes, discapacitados y otros sectores vulnerables, además de la creación de 11 millones de empleos en el sector público.
