Fobaproa, la deuda eterna de unos cuántos que pagamos todos

Este 12 de diciembre se cumplieron 25 años de la aprobación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), un rescate financiero aprobado por legisladores del PRI y el PAN que las y los mexicanos seguiremos pagando hasta el 2070.

Esta iniciativa fue presentada por el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León para “rescatar” a bancos y empresas privadas en México, luego de que se desatara a deuda por la serie de factores socio-económicos derivados del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Desde entonces, el erario ha tenido que pagar más de un billón de pesos y aún resta una cantidad similar para terminar de liquidar la enorme deuda, mientras que los políticos y banqueros responsables siguen impunes.

El 9 de diciembre de aquél año, Felipe Calderón -quien entonces presidía el PAN- aseguraba que su partido no emitiría votos a favor sobre el Fobaproa.

Ese mismo día, la directiva panista tuvo dos reuniones -en una de ellas estuvo presente el Gobernador de Guanajuato, Vicente Fox y el ex candidato presidencial Diego Fernández de Cevallos- con los dirigentes de sus fracciones parlamentarias donde determinaron “no aprobar ni un centavo para el servicio de la deuda del Fobaproa”.

Al día siguiente, Calderón reiteró la postura del PAN, asegurando que “el problema bancario y financiero es producto de la ineptitud gubernamental que ahora implica causar un daño irreversible para muchas generaciones”.

La noche del 10 de diciembre se dio a conocer que el PAN “llegó a un acuerdo con el Ejecutivo en torno al Fobaproa y los priístas “apuestan a que Medina Plascencia maneje bien la situación al interior de su bancada y el dictamen que crea el Ibap se aprueba el 12 de diciembre”.

Se supo además que el PRI y Zedillo aceptaron algunas propuestas panistas, como la reforma para que el capital extranjero participara al 100% en los tres grandes bancos del país: Banamex, Bancomer y Serfín.

El Presidente de la Asociación de Banqueros de México, Carlos Gómez y Gómez anunció: “tenemos Fobaproa este fin de semana”.

A Calderón no le quedó más remedio que salir a defender lo que tanto había negado:

“Si no, el sistema financiero mexicano hubiera quebrado, el peso mexicano hubiera dejado de tener el apoyo del Banco de México y se hubieran registrado efectos mucho más graves que su costo fiscal actual de 320 mil millones de pesos…”, insistió.

La propuesta se envío y aprobó en el Congreso, en ese entonces de mayoría priísta, con un total de 326 votos a favor, 226 legisladores eran del PRI, 99 del PAN y uno más fue de Carolina O’Farril Tapia, Diputada independiente.

En ese momento, 158 legisladores se pronunciaron en contra de la medida: 124 pertenecientes al PRD, siete más al PRI, 11 del PAN, seis del Partido del Trabajo (PT), cinco del Partido Verde y cinco independientes.

Algunos de los legisladores priístas que en aquél momento respaldaron la creación del Fondo de contingencia defienden hoy los ideales de la 4T.

Fobaproa en 2023

Actualmente esa deuda es uno de los principales pasivos para las finanzas públicas y se paga con transferencias del gobierno federal y cuotas de los bancos, según información de La Jornada.

En septiembre de 2023, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (la medida más amplia de la deuda pública) alcanzó 14 billones 504 mil 243.4 millones de pesos:

• 10 billones 779 mil 618 millones de pesos son obligaciones internas
• Un billón 96 mil 877.7 millones de pesos son el costo de rescates bancarios.
• Como parte de la deuda total, los pasivos derivados del rescate bancario representan 7.6 por ciento y 10.2 por ciento si se cuenta sólo el endeudamiento interno.
• En 2000 estas proporciones eran 34.4 y 54.3 por ciento, respectivamente.
• Es decir, uno de cada tres pesos que debía el sector público a inicios de siglo eran el costo de absorber las deudas bancarias.

*Con información de SinEmbargo